El frío quiere ir llegando.
Se asoma al filo del alba
mordisqueando mis dedos
cuando salgo en la mañana.
Busco los guantes de invierno
porque me faltan tus manos.
palpo mi plumón naranja
porque me falta tu abrazo.
Para los pies echo en falta
los paseos que no damos
y como gorro prefiero
el calor de tu costado.
Por alzacuello de lana
la tibieza de tus labios
y por tibieza en el alma
tenerte, aquí a mi lado.
Maripau González. La Pineda 1 diciembre 2022
No hay frío que pueda con el calor humano.
ResponderEliminarUn beso.
No existe, es verdad. El calor humano todo lo hace llevadero. Bueno, en verano...no tanto.
EliminarUn beso
A veces el calor humano también se enfría (No es por hacer de abogado del diablo, eh)
ResponderEliminarEse calor humano a veces tiene una caducidad matemática, pero mientas tanto, calienta, creo.
EliminarUn abrazo
Nostalgia...
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro, quien ama a quien está lejos añora, siempre, tal vez en invierno más.
EliminarUn abrazo
La mejor estufa la tenemos nosotros mismos, pero si nos dan calor humano mucho mejor. Besos
ResponderEliminarEs cierto pero dice Sabina, que a veces el alma necesita una pie que acariciar, y creo que es así.
EliminarLuego a veces sobra piel, caricias y hasta miradas, pero la vida y el amor son así. Un abrazo enorme