Apareció mi bombín
negro, como un cuervo,
ajado pero reluciente
Han salido fonemas tiernos,
anáforas irisadas,
aliteraciones con rímel
y metáforas de tutifruti.
Las he colocado en la mesa.
Ejército de colores.
Comenzaron a danzar
a un ritmo lento y oxidado.
Se han bebido algún pisco,
pareciera, por las curvas
de la conga que ensayaban.
Acabaron medio colocados.
Baile de caramelo,
de chiribitas y luces
de ritmo incuestionable
y con sonrisa de carmín.
Tomé el lápiz y anoté
los versos que, medio beodos,
acabaron por formar
este poema danzarín.
Maripau González. La Pineda 27 octubre 2022
Este poema danza muy bien.
ResponderEliminarBesos.
A su ritmo, ya ves.
EliminarUn beso
Es como un sueño...
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo imaginé muy divertido. Un abrazo
EliminarDivertido, alegre y con efectos soñadores.
ResponderEliminarTodo un portento te quedó.
Un beso.
Puestos a volar, volemos mucho, y lejos.
EliminarUn beso
El pisco hace milagros. Un brindis por el bombín negro. 💚🥂
ResponderEliminarjajaja, no lo he probado, lo haré en Perú en marzo.
EliminarUn abrazo
Poema donde la danza le pone el ritmo y el baile la gracia. Besotes.
ResponderEliminarHa de haber ratos de divertimento, y claro, los hay :-)
EliminarUn abrazo, Campirela