Destrozo folios de amapolas,
como mis viejos miedos,
Destrozo folios de amapolas,
como mis viejos miedos,
Mi hijo pequeño, el menor de tres,
se balanceaba en su caballo balancín.
Un día me pidió poder volar
en su caballo de felpa, santa inocencia.
Hicimos unas alas con cartón,
las unimos a los hombros del corcel
y sobre ellas pegamos plumas
de un viejo y arrumbado edredón.
El engendró quedo regular,
pero, contra mi pronóstico, volaba.
Desde ese día les veo salir y volver,
dejando abierto el balcón.
Él sobrevuela el campo cercano
a ahorcajadas de su sueño.
Ya no me causa pavor,
es su juego, simplemente.
La gente me cuestiona y me critica.
Pero el niño crecerá y entenderá
que volar es imposible,
Sabrá que los Pegasos no existen
son seres mitológicos, nada más.
Pero para qué tener prisas
en que cabalgue la realidad material.
Él vuela, de esa curiosa forma,
sólo deseo que no se canse de volar.
Maripau González La pineda 21 febrero 2023
Siguiendo la iniciativa de Neogéminis con la temática " secrtos", mi participación es la que sigue
Te dije que te quería,
y yo te quiero, morena.
Me cautivó tu imagen, Isabel.
Tus pendientes, de aretes.
Tu sonrisa y tu vaivén.
Tus besos, de miel y luz.
Cómo dejaste,
cómo me permitiste no saber,
cómo ocultarme meses
que no naciste mujer.
Supuse pudor,
cierta vergüenza, timidez.
Qué sorpresa, amada mía,
cuando anoche me dijiste
que algo me querías contar.
Que no quisiste engañarme
pero que te llamabas Iván.
Te quiero como Iván, o como
Isabel.
Maripau González. Reus, 15 febrero 2023
Siguiendo la propuesta para este jueves, de neogéminis, mi aportación es la siguiente
A veces febrero se pone quisquilloso.
Reivindica ser
invierno
y emprende un juego
con el clima
que lo queda medio alocado.
No siempre, por fortuna,
le da por dejar
que un frío,
polar, y con
viento fuerte
se instale en
este país.
De vez en
cuando, hoy por ejemplo,
el Mediterráneo muestra
envidia,
por el Cantábrico,
tal vez,
y le da por los oleajes
salvajes.
Pero a veces, algunas
veces,
porque no
siempre lo miro,
le saludo, y,
de vez en cuando
él me acaricia, mojándome.