Ahora que ya no estás, sin vuelta atrás,
tengo ante mi vista el revólver
que acabó apareciendo en una caja
Por mucho que juraste lo contrario,
a sabiendas de mi aversión a toda arma,
la habías guardado con las dos balas.
Miro el conjunto y me horrorizo.
Ya no quiero preguntarme los porqués
ni qué hacer yo con tales cosas.
Pongo en la balanza esos hallazgos.
No hay ruleta rusa que me atraiga.
Pongo en otro platillo mil instantes
que están esperando ser,
cientos de abrazos que aún me faltan,
millones de flores que no miré.
Tantos latidos que aún me debo,
los amaneceres de espuma blanca,
que me esperan, si tengo de cara la suerte
de esquivar a la muerte, por tercera vez.
Maripau González. La Pineda 8 enero 2023
La mejor manera de esquivar ese futuro incierto, es darle un quiebro.
ResponderEliminarUn beso.
Sin duda, y tirar lejos la pistola .
EliminarUn beso
Una escena muy bien relatada en tus versos, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que acabo haciendo historias en mis poemas.
EliminarUn abrazo, Rafael, y gracias
Y sólo las separa una letra. La verdad es que no creo en la violencia así que eso de tener un arma me horroriza. Un abrazo Maripau
ResponderEliminarEs así, qué tan distinto son los conceptos de muerte y suerte, o no tanta cuando escuchas a supervivientes de una guerra.
EliminarUn abrazo
Dicen que las carga del diablo, así que mejor tener cuidadín con ellas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Odio las armas, por sistema. No sé si en USA podría adaptarme a la cantidad de ellas que tienen los particulares.
EliminarUn abrazo
Las armas no traen nada bueno, lo mejor es dejarlas de lado y si puede ser bien guardadas.
ResponderEliminarUn beso.
O enterradas, porque las hay guardadas, que acaban apareciendo,
EliminarPor la paz y el diálogo, siempre. Un fuerte abrazo, Campirela
Te quedan cuatro según la leyenda felina, pero mejor no tentar a la suerte. Abrazos
ResponderEliminarBueno, visto así...me queda mucho juego por delante :-)
EliminarUn abrazo, Ester
Um aventureiro norte americano na década de 80 ganhou milhões de dólares com o "jogo" da roleta russa. Numa feste de casamento... disparou e morreu.
ResponderEliminarO que lhe serviu ter ganho milhões?
*
Paz e Amor em seu coração
*
Arder em Erótica Chama
*/*
Eu não gosto de jogos, Mariete, por
Eliminarisso eu não morro e caso eu jogasse
e tivesse perdido, ontem, quem no meu
lugar morreria no dia seguinte? (risos)
Um beijo e obrigado pelo espaço.
Sobrevivir a ese extraño y mortal juego tal vez cambie a quien lo practica. Yo con las armas...mejor no quiero tener nada con ellas.
EliminarUn abrazo
Sua narrativa é brilhante. Não sei
ResponderEliminarse você sofre ou não, mas que nos
passa dor às lembrança, ah, isso nos
passa.
Um beijo e flores, de todas as cores.
Gracias, en primavera debería bastar la belleza de la naturaleza para constatar que estamos vivos.
EliminarUn abrazo y feliz día
pues mejor esquivarla, y quedarse con los instantes
ResponderEliminarEs lo que hacemos, si te fijas, sin arma alguna, a sabiendas de que nuestra vida puede perderse en un segundo, de ahí lo importante de vivir el presente.
EliminarUn fuerte abrazo
A veces conviene vaciar todo el cargador. Si otro quiere jugar a tal ruleta que lo haga en solitario.
ResponderEliminarSin duda, si alguien quiere jugar que no nos implique, o dejar caer esa bala caprichosa y única del tambor.
EliminarUn abrazo, y gracias
En ese momento cuanto más lejos del diablo mejor. Muy bien relatado. Un beso Albada
ResponderEliminarNo concibo tener un arma de fuego cerca. Me dan repelús, la verdad.
EliminarUn abrazo, y a por un bonito día.
La suerte deja de ser tal cuando los acontecimientos los manejamos nosotros mismos. Mejor apostar todo a la fortuna de vivir.
ResponderEliminarUn beso dulce.
No me cabe duda, la apuesta ganadora es cuidarse, ser prudente y confiar en que, a sabiendas de que un día nos iremos, vamos a sobrevivir.
EliminarUn fuerte abrazo, Dulce
UN poema narrativo, abierto a la naturaleza de la suerte, en la ruleta rusa, tres veces superada. MUy bueno. Carlos
ResponderEliminarEs una histroia, cosa que vengo observando en mis poemas, sin poder evitarlo. Haber pasado tres veces por la superviviencia de este juego cruel, debería ser lo único a esquivar, tirándola muy lejos.
EliminarUn abrazo, Carlos Augusto
Tremenda fuerza desprenden cada uno de tus versos...
ResponderEliminarMuy crudo y bello.
Un abrazo.
La historia es muy dura, imaginé a una mujer con esa pistola reencontrada, asumiendo la locura de haber participado.
EliminarUn abrazo, Luna, enorme.
El revolver se va directo a un río y luego me abrazo a la vida. No es bueno tentar a la suerte.
ResponderEliminarAbrazos
Yo pensé que la mujer lo tiraba a un lago, ya ves. Hay que dejar lejos esos objetos cargados de muerte.
EliminarUn abrazo, Tatiana.
Puede pasar que uno asuma que la muerte siempre nos ronde, sin armas también, y su deseo sea sobrevivir, esquivando la sentencia.
ResponderEliminarUn abrazo, Puri, y muchas gracias
Comenté ayer.
ResponderEliminarFijo que estoy en el spam de tu blog.
Rescátame.
Hoy no, pero hay comentarios en spam más de una vez, de blogueros, y es un rollo.
EliminarUn beso
Muy bueno, Albada unos bellos versos escalofriantes. La ruleta rusa debe de ser cruel. Mejor deshacerse de esa pistola cuanto antes la vida sigue siendo bella.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amiga.
Sin duda, hay cosas que se encuentran, nadie sabe ni cómo llegaron ahí, y hay que tirarlas, lejos, muy lejos.
EliminarUn abrazo, Juan
Mejor vaciar el cargador por completo que guardar, no sea que alguien ·"bicheando" la encuentre, siempre es un riesgo ¿no te parece?
ResponderEliminarla vida es bella...y solo tenemos una.
Gran poema.
Besos
Claro, se ha de tirar y lejos. Pero no sabemos cuántas ruletas rusas hemos evitado, choques frontales evitados por un pelo, por ejemplo. Órganos que dejan de funcionar y no hay cómo reemplazar...
EliminarUn abrazo, y por bonito jueves
Tírala, no se debe jugar con fuego, las carga el diablo.
ResponderEliminarUn poema muy peculiar y grande como tú.
La pistola existe. Con balas de fogueo, así que no es peligrosa, pero la tiraré muy lejos. Lo usé como metáfora de hecho.
EliminarUn fuerte abrazo
Hay mucho por lo que vivir. A mí tampoco me gustan las armas, para nada. Has logrado un buen poema sobre un tema bien difícil. Besos, Albada.
ResponderEliminarY esquivamos la muerte más de una vez, sin ese artefacto, pero sí, uno hace recuento y llega a la conclusión de que una vez, o tercera, o cuarta vez, nos atrapará, lo que hace vivir con al alegría de seguir vivo.
EliminarUn fuerte abrazo
Boa tarde de quarta-feira e obrigado pela visita.
ResponderEliminarObrigado pelo poema maravilhoso, minha querida amiga Alba.
Luiz Gomes
Por un precioso jueves, Luiz. Un abrazo grande a tu país inmenso y rico.
EliminarLas armas a cierta distancia... que la diana de mi pecho ya no aguanta otra bala.
ResponderEliminarBesos.
Lejos, muy lejos para mí.
EliminarUn abrazo, Laura
Sonará a cliché, pero cada día es una ruleta rusa. Sabemos por la mañana cómo nos levantamos, pero ni idea tenemos de cómo llegaremos esa noche a acostarnos.
ResponderEliminarVa un abrazo.
Es verdad, el hoy es lo que tenemos.
EliminarUn abrazo grande.
La vida en sí tiene mucho de ruleta rusa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho 👏👏❤️