jueves, 27 de diciembre de 2012

El pan de cada día, la llave de la libertad

 La cesta de pan. Salvador Dalí. 1945.


El pan, ese monosílabo tan simple, define la necesidad básica que permite ser libre.

Asegurada la subsistencia con ese contrato de camarero, pudo reabrir la puerta a su afición por la pintura.

El esfuerzo por saciar el hambre le había atado a ofrecerse para cualquier cosa y a buscar en la basura algo que revender sobre un trapo en la acera de sus tardes.

Tener un trabajo le devolvió la libertad de expresarse con sus pinceles, ahora resecos. Su primera obra: un bodegón con una hogaza de pan.

6 comentarios:

  1. Superándote, día a día, en esta trilogía de la libertad. Espero impaciente el texto de mañana. Un abrazo.

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    1. Tengo dos borradores más. A ver, es cosa de que si algo te inspira, pues se les deja seguir. Son textos que se escriben solitos, y ponerlos rejas, es que no me acaba de entusiasmar.

      Gracias. Un abrazo.

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  2. Se lo pedía el subconsciente.
    Hizo las paces con él.

    Besos.

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    1. Hizo los panes, los peces y la cuadratura del círculo, al poder comer.
      Es una tontería, lo parece al menos, pero sin la seguridad de la supervivencia, no queda espacio para crear. Recrearse como ser humano.

      Feliz salida del 2012 y un abrazo.

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  3. Lo más básico,tener la subsistencia cubierta, para poder pensar, crear, expresar, ser libre.
    Me encantó como expresaste algo complejo de una forma sencilla.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Alfred. Lo básico cuando hay hambre y un negro futuro, es lo urgente y a la vez lo importante. Cuando nos ponemos a confundir ambos conceptos, seguramente es porque el pan a la boca no nos falta.

      Por lo importante, brindo por lo importante: la supervivencia de cada uno de los seres humanos.
      Un abrazo de hambre saciada. Feliz Año.

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Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.