Anclando la cabeza en tu antebrazo, empezaste a dibujarme.
Tus dedos recorrieron mi labios ya huérfanos de carmín.
Seguiste el trazo de mi mentón, perfilaste unos párpados cerrados,
rodeaste mis lóbulos y mis pendientes, perfilaste luego mi nariz.
Las manos se tocaron, las pieles se encontraron levantando anhelos
y la tarde se fue desgranando en caracolas, en olas de suspiros,
dejando aparcadas las farolas de todos los olvidos,
tomando la ruta sesenta y uno de este a oeste del ocaso,
saltaron mil esquirlas por los aires, dinamitando las compuertas.
Sentimos las hormigas recorriéndonos los pies de sur a norte,
y hasta la pálida luna hizo extraños aspavientos
cuando las amapolas voladoras emprendieron el vuelo,
al dejarnos resbalar por las auroras de un rayo en el silencio.
Calmados se apaciguaron nuestros pulsos, salimos de la mar,
mojados, sin ver que los coches seguían su prisa... por llegar.
Parece que en la mar estuvo todo muy bien.
ResponderEliminarBesos.
El tráfico de los coches ausentó la brisa. La avenida de asfalto seguía viva, pero durante la travesía no se escuchó ni un motor, ni un claxon, ni una leve vibración de puertas o artefactos del rellano. Creo.
EliminarUn abrazo.
Sinuoso y excitante circuito. Y eso de dejarse resbalar por las auroras de un rayo en el silencio....
ResponderEliminarUn abrazo.
Circuitos de los sentidos. Creo que la piel, el tacto que la nutre entre las personas, a base de caricias, es una maravilla olvidada. El fin, sin previos circuitos parece un fin sin sentido. Como esa carretera 61, de ida y vuelta. La gracia estar en el camino.
EliminarUn abrazo.
Qué bonita descripción.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro te guste. Hay circuitos de larga anchura y con recta final. Los hay que siguen en una espiral de vueltas y contracurvas, y me parece que los mejores los que se disfrutan sin importan el crono.
EliminarUn abrazo.
Una ruta de la que jamás nos deberíamos perder.
ResponderEliminarGracias por la lectura.
EliminarDe Minnesota a Louisuana, de Norte a Sur de los estados de piel y afecto, las rutas se han de transitar para que sigan vivas en el recuerdos de los viajeros.
Un abrazo.
Son esos mismos circuitos los que quiero transitar, pero es de a dos que se hace, uno y medio no alcanza... no importa, yo me entiendo.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Bueno, depende el circuito y estado del mismo. Los vehículos en cualquier caso, se han de mantener engrasados y en eso, los afectos creo que son piedra angular.
EliminarUn abrazo.