viernes, 6 de diciembre de 2013

Adiós Nelson Mandela.



Me queda un gusto amargo entre los labios, por este nuevo adiós. Sed desgranada. 

Ese sabor alado de los sueños rotos, el  de los vagones sin rumbo ni destino.
Ese cruce de vías descompuesto, entre el orín del tiempo, y unas amapolas disecadas. 

No sé si podremos combar las cuerdas del espacio estelar. O centrar a la razón
Ni sé si hallará el camino esa voz que  late entre las rejas, de la prisión de los latidos. 

Para la libertad, sangro. Y lucho. Y pervivo. Como un Miguel cualquiera preso.
De realidades cautivas. Esas que aún no pueden emprender la marcha hacia el olvido.

Sigue abierto mi corazón desbocado ante la inmundicia,  la sinrazón,  el sinsentido.


12 comentarios:

  1. Debes irte al otro mundo muy tranquilo habiendo hecho lo que él. Nadie puede descansar en una paz más merecida. Nunca he visto tanta unanimidad a favor de una persona.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los grandes seres dejan impronta, porque son pocos. La unanimidad es fruto de una cosecha larga, constante, coherente, reflexiva y sobre todo humanista.

      Un abrazo, Macondo

      Eliminar
  2. Hay que seguir su ejemplo, transmitirlo. Estoy segura de que hay muy buena gente, detrás de esas sucias "fachadas". Paz, amor y respeto,a todo y a todos. Que no entierren nuestros derechos con él. Las lágrimas, cuando salen solas, nadie puede pararlas, ni uno mismo. Siempre es bueno leerte, gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que interiorizarlo primero. Si no, de forma impostada las actitudes son flor de un día.
      Lágrimas sinceras por cada gran ser humano que se deja la piel por mejorar la piel de los demás.

      Gracias a ti, por la lectura. Un abrazo

      Eliminar
  3. Un hermoso faro para futuras generaciones.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un faro que permanecerá encendido mientras un sólo ser humano vele por la libertad.

      Un beso

      Eliminar
  4. Ojalá su ejemplo sirva para muchos que hablan de Libertad y Paz y aún no han comprendido en verdad de qué se trata.
    Un hombre único.
    Un beso, Albada.
    HD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un hombre único, en efecto Humberto. Se ha de ser muy hombre para mantener la cabeza alta, el alma limpia de odio y el corazón en la mano.

      Un beso.

      Eliminar
  5. Se fue la persona, nos queda el personaje y su obra.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos queda el ejemplo, nos queda la palabra, nos queda la estala de su paso por la vida.

      Un beso

      Eliminar
  6. Estas personas se convierten en referentes para las generaciones posteriores, son cómo faros que iluminan el camino a seguir, y alejarnos de la oscuridad que produce la mediocridad de los líderes actuales.
    Un beso Albada2

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La mediocridad de líderes actuales es que es tan poco cosa...Para grandes avances, grandes ideas, grandes luchas...grandes personas.
      Y escasean. Y mucho.

      Un beso, Alfred

      Eliminar

Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.