miércoles, 25 de febrero de 2015
martes, 10 de febrero de 2015
Esperando la primavera de mar
Me senté a esperar el talle de tus anhelos, y la rubia presencia de tus besos a media voz. Se hizo de noche, pero regresé al día siguiente, dejando que mi presente acariciara el cielo de los deseos más escondidos, entre los pliegues de tu cintura, sin escalón.
La silla, solitaria ante el mar de mi quimera, me sirvió para esperar, y esperarte, entre ensoñaciones de viejas letanías, a que hermosa, aunque indecisa, inundaras de realidad mi mundo de fantasía entre caracolas de ultramar.
Te vi llegar, al fin, un día...con un carro de algas y de risas, entre mil ojales en tu camisa de seda marina, que llevabas por desabrochar.