Tomado de Internet |
Les paso la crónica de mi lunes,
ahora que ya es martes.
No encuentro el teléfono, a pesar de
que no lo uso de despertador estos días, porque ¿¡ y si resulta que me duermo?! Es
mi deseo, pero está costando vueltas como puedo en la cama. Así que duermo poco, y duermo mal. Pero encontrarlo en
la mesita de noche me dice la hora, que no es moco de pavo. Y por si llegara el caso...me despertaría. Pero hoy no estaba el aparato en su lugar.
Me levanté, más a trancas que a barrancas, y vi que eran las cinco. Sí, de la noche. Me puse al revés las zapatillas de estar por casa, signo inequívoco de que sería un día malo donde los haya, pero por suerte no soy supersticiosa. Cambiar los pies de sitio costó un poco. Suerte que no uso lentillas, porque me las habría puesto, caído y perdido en un cerrar de ojos. Pero NO. Veo de lejos muy bien. De lo de ver de cerca tampoco importa para el caso.
Estornudé una sola vez. Primaveras
con el polen en desbandada alegre... para sembrar los campos de asfalto, ¡que ya
son ganas! Justo con el café con leche en una mano y la otra en la muleta,
sensacionales los efectos colaterales de los estornudos sin manos.
Muy temprano para todo, miro si hay en Internet si figuran los correos electrónicos de un lugar donde he de hacer una gestión médica, enviar
un informe, pero no existen. Hay fax, que no tengo, pero no aparecen los correos. ¡Y yo
creyendo que lo del fax era como los mp3, que sólo lo uso yo! Resuelvo que habré de escanear
en la nueva impresora. Una que recibe vía wifi pero que no tiene carpeta de "mis escaneos",
como la vieja, que cambiamos hace un mes porque el carro debió de albergar muchas migas de pan, imagino.
Tomo nota de teléfonos, para que me informen de correos, y a las ocho, ya me pongo a llamar para que me informen de cómo hacer llegar un doumento escaneado, a las dos doctoras que me llevan. Un tándem sensacional, a nivel
médico, sin quejas.
Decido hacer una foto de mi pierna
lesionada, y el cacharro me dice que tiene la memoria llena, que ¿dónde lo
guarda? Y yo qué sé. O que borre fotos. Bueno pues borro, tampoco hay muchas, y
ninguna para un Publitzer.
Luego ya no encuentro el cable que
conecta al ordenador con el puerto USB. Ustedes, lectores de este inicio de día, no merecen que les diga que
sigo esperando en esta tarde la llamada de las doctoras, una u otra, o un triste mail
como que han recibido sano y salvo mi informe escaneado. Ni que les cuente que
hay lunes, que aun no trabajando, son una prueba maratoniana de supervivencia.
El día acabó con buzones de voz
llenos, con personas en reuniones que no podían ponerse, y hasta con el gato
teniendo un día movidito. Suerte de mis hijos y de la perra. Los primeros me aguantan hasta en los
momentos malos, con la cara de según hayan tenido su propio día, eso también
hay que decirlo. La segunda, cánido fiel donde los haya, medio sorda por la
edad y de tamaño pequeño, sí me mira como escuchando
Casi derrapo el tenderme en la cama,
esperando que la noche, con un Morfeo despejado, a pesar de la resaca por
sobre-exposición a la luna llena de artificio, se hiciera cargo de los remos de
mi canoa, dando unas coordenadas por referencia para navegantes desorientados
que fueran exactas, y me llevaran a un sueño reparador. A ver si mi cuerpo, magullado de arrecifes, y con la
piel empapada de lodos de voces acalladas, al fin llegaba a puerto, con un bello sueño.
Y sí. Hoy eran las siete cuando el día me ha despertado, cuando el sol casi se abría de luz por los rincones de mi cuarto, y sobre las calles que hoy seguiré sin pisar.
El día no es signo de constante deambular, de vida movida, de locura..., las más de las veces transcurre dentro de un suspiro de tedio, de angustia que jamas te suelta una vez que te coge. Saludos.
ResponderEliminarLo que me he reído al escribir e inventan más de la mitad de las cosas, me compensa de lo que estuvo bien. Lo de la pierna es verdad, el escaneo y la ausencia de respuestas, también. Pero todos los días tienen un sinfín de cosas a las que sacar punta.
EliminarUn saludo y gracias por leer
Vaya...
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto.
Y que los próximos días te compensen.
Besos.
Me compensas las risas que me monto, a falta de paseos, porque la imaginación sigue sus derroteros por cualquier esquina de una nimiedad, si así lo deseo. No sé si suerte o venganza divina. Pero igual un día lo sé. Muchas gracias por tus deseos.
EliminarUn beso
Un lunes repleto de pequeñas cosas sorpresivas, que te hacen pensar que hay días en los dioses no están contigo.
ResponderEliminarUn beso.
hay días que los dioses y mi ángel de la guarda se despistan. Para compensar, me dan las risas con que sazonar los ratos que se atragantas al llegar a mis pies.
EliminarUn beso
Las ricas risas cuanto se agradecen. ...y que necesaria la imaginación
ResponderEliminarBesos
tRamos
Es que sacra punta de bobadas es un placer. Cuando hay cosas tan feas en el mundo, reírse un poco de nuestras cuitas es sano, creo
EliminarUn beso
Qué razón llevas Albada! Reírse un poco de nuestras nimiedades es de obligado cumplimiento cuando el mundo parece deshacerse en hojas de un periódico que huele a muerte y a miseria. ¡Recuperate pronto! y recibe un beso grande.
ResponderEliminarEs que no queda de otra. Ver la prensa, es como una maratón de aguante de tripas. Si no descongestionamos un poco, nos convertimos en humanos nuevamente
EliminarUn beso enorme!
Espero que lo de haber pasado una plácida noche esté entre las reales, no entre las imaginadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entre las muy reales!
EliminarUn abrazo
Un placer leer tus posts. Me quedé mirando la foto que ilustra y confieso que me llevó unos segundos darme cuenta que se trataba de una pierna a la que han aplicado buenas capas de vendaje. Espero que ya hayas superado tus nanas. Un abrazo.
ResponderEliminarEstoy en superar nuevas pequeñas y nimias metas de rodilla. Es una pelea desigual, pero ganaré.
EliminarUn abrazo