Salió al fin el sol,
Entre nubes rojizas sobre el mar.
A trompicones,
Invitándome a soñar.
Con las hilachas del sueño de la noche.
Con los algodones rosas de rocío.
Con los destellos de sol a contramano.
Con la mirada de tu piel por todo abrigo.
El reloj persiguió al desayuno,
Los avatares del día fueron pasando,
Las gaviotas marinas se durmieron,
La tarde, entró de refilón entre mis manos.
Nuevas nubes tiñeron los tejados,
De sombras dibujando nuevas formas.
De palmeras, de peces, de serpientes,
De sirenas, de imposibles caracolas.
La noche apuntaba a la tormenta.
Las nubes tapiaron los reflejos
De las estrellas dibujando nuevas formas
Que pudiera recrear en mis espejos
Las nubes siempre dibujando formas, y adornando el cielo.
ResponderEliminarPreciosos versos, así como la imagen haciendo juego.
Besos enormes y feliz tarde.
Gracias por tu lectura. Las nubes nos ofrecen espectáculos inimaginables. Nos evocan miles de cosas, y de emociones.
EliminarUn beso, dulce María, y feliz semana
Sol y nubes... eso es un tesoros para los corazones soñadores.
ResponderEliminarBonito poema.
Besos.
Un tesoro que nos ofrecen algunos despertares. Ciertamente invita a soñar, imágenes y sensaciones, en esa amalgama de sentidos implicados.
EliminarUn beso
Un parte meteorológico ensoñador, cada nube tiene una forma personal para cada mirada, cada tono rojizo represente la un sentimiento diferente. Me ha parecido bello y merecedor de un aplauso
ResponderEliminarSeguramente los agricultores miran las nubes de otra manera, pues como dices, es la mirada quien elige lo que ve.
EliminarGracias. Un abrazo
La naturaleza siempre nos ofrece bellos espectáculos, despertando nuestra imaginación y la creación de hermosos versos.
ResponderEliminarUn beso.
Sin duda. Puede quedarse uno quieto mirando un edificio, pero siempre, en la naturaleza, encontramos espectáculos de igual o mayor belleza
EliminarUn beso
Precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Macondo. Con lo que llega a la vista, uno se queda a veces tan impactado, que los versos fluyen, en una cadencia marina.
EliminarUn abrazo
Mirar al cielo, si no hay riesgo de tropezar con el suelo, creo que es un ejercicio no sólo visual, sino anímico.
ResponderEliminarUn abrazo
Un hermoso tapiz de sensaciones visuales que alimentan el alma… Así como tus versos, son esa bella melodía vistiendo cielo, mar y alma…
ResponderEliminarUn placer, amiga…
Bsoss, y feliz día 😘
Gracias por tu lectura, tan amable. Es fácil dejarse llevar cuando ante los ojos, la ventana del mar se abre al día de tal forma.
EliminarUn beso y feliz martes para ti
Precioso poema que convierte el día en un evento romántico.
ResponderEliminarMe gustan mucho las luces rojizas del alba y del crepúsculo.
Besos