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El presidente estaba avisado de los disturbios que podían llevarse a cabo tras ocho años de recortes y de maltrato a parte de la población. Creía que podía controlar el descontento con cuatro palabras de posibles mejoras, si los presupuestos lo permitían, pero guardaba un as en la manga. El ejército saldría a las calles a controlar a los descontentos, si llegaba a ser preciso.
Los manifestantes se habían unido en sus trayectos. Los pensionistas, las mujeres, los manteros, y los parados de larga duración habían confluido, sin planificación previa. Los antidisturbios, cuando recibieron órdenes y refuerzos, se tuvieron que emplear a fondo para disolver la gigantesca manifestación. Cargaron contra la gente con porras y balas de goma, sin atender a las quejas. Al fin abrieron una gran cuña en ella, sin poder seccionarla.
Cuando los reivindicativos confirmaron que los agentes del orden habían llegado casi al centro de la manifestación, lentamente fueron cerrando
filas, atrapándolos. La masa siguió en su avance, cada vez más nutrido. Dejando tras de ellos unas docenas de uniformes pisoteados en el suelo.
Si lo piensas bien, en lo sustancial no ha cambiado nada desde la época de las cavernas...
ResponderEliminarBesos.
Bueno, hemos complicado la relación entre quien manda y quién es el mandado, pero en lo sustancial pocos cambios. Pienso en el medievo, por ejemplo. Los nobles y los villanos ahora tienen otros nombres y otros atuendos, se han sofisticado muchas relaciones creo.
EliminarUn beso y feliz martes, pre-primaveral
Promete una primavera muy reivindicativa, esperemos que no les llueva. Abrazos
ResponderEliminarCon tal que no sea como la primavera arabe ya me alegra esa salida a la calle. Demasiadis primeros de mayo sin nadie en ellas, y por falta de motivos, sino de motivación.
EliminarA por una primavera de conquistas. Un abrazo
No tengo claro si fueron atrapados o al final terminaron por sumarse a la manifestación para reivindicar "lo suyo".
ResponderEliminarBesos.
Yo imagine que se sumaban. La vision me pareció muy poderosa. Uniformes de polis pisados en el suelo mientras la masa sigue.
EliminarFicciones, que cada uno plasma como puede. Besos y feliz primavera
Mucha gente en la calle, cada vez más descontento, con nula recepción en las altas esferas, esto estallará.
ResponderEliminarUn beso.
La receptividad está ausente y no se la espera. Tenemos unos dirigentes cuya única receptividad es hacia el bolsillo propio y de sus amigos. Con puertas giratorias incluidas, para que aunque dejen la vida política, sus bolsillos sigan medrando. Lo demas les importa un pito.
EliminarOjalá los votos reflejen que eso no es moral. Un beso
Deberíamos salir a la calle, no solo un día o dos, sino todos los días para reivindicar por lo que creemos son nuestros derechos, que no nos los arrebaten, por la lucha contra la pobreza, contra los sueldos miserables, contratos precarios, pensiones, contra la corrupción, contra los recortes sociales, y más... pero sobre todo, cuando lleguen las votaciones, es ahí donde debemos castigarlos.
ResponderEliminarMás besos.
Es nuestra única baza, votar a quien creamos que les importamos. La situación de que trabajando se pueda seguir siendo pobre, porque con los contratos por quincenas o hasta por horas, con la mejora de la economía siguen ahí. Es tremenda la brecha de desigualdad en España y si los empresarios siguen teniendo beneficios y o aumentan salarios, un día esto puede explotar. El banco de alimentos no se cansa de decirlo, y ya que los gobernantes son insensibles al sufrimiento de los ciudadanos, no queda de otra que hacerse oír.
EliminarUn beso, querida María, y feliz tarde