Me avisaron de que Pablo, el fanfarrón del pueblo, volvía a las andadas. Ni el informe del médico avisando de los peligros del alcohol para su hígado ya alterado, pudieron privarle de aceptar el desafío. Los leves mareos del principio
aumentaron hasta un vértigo de imágenes dobles y borrosas. Luisito seguía como si nada. Estaban solos en el bar, y el camarero miraba el reloj. Les sirvieron otra ronda. Desfallecía. Había
llegado al límite, pero no podía abandonar ahora.
Agarrado a la mesa, sudando
sin cesar, siguió con la prueba. Lo consiguió: Catorce copas de una sentada.
Su mejor marca. Luego perdió el conocimiento. Luisito, algo achispado, llamó a la ambulancia. Pablo reapareció en el bar a los pocos días, pero ya nadie se encargaría de hacer bromas con su aguante.
Cuando fui al pueblo, meses después, y pregunté por él, me llevaron a verle. Unas rosas amarillas adornaban su tumba
Foto de Aguirrefotox instagram
Foto de Aguirrefotox instagram
La verdad es que a los hombres de los pueblos de antes nadie les ganaba a brutos con las apuestas. He escuchado contar auténticas burradas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, hay brutos, más brutos que un arado en muchos lugares, pero los hay en pueblos y en ciudades, lo que pasa es que las ciudades se ven menos :-)
EliminarUn abrazo
Un alto precio a pagar por superar la prueba. Y es que la fanfarronería, a veces es una peligrosa arma de doble filo…
ResponderEliminarBuena historia, reflejo de muchos de los sinsentidos de la vida, a los que algunos se someten sin pensar en las repercusiones.
La imagen, preciosa…
Siempre un placer leerte, querida amiga.
Bsoss enormes, y muy feliz tarde de domingo 😘
Hay quien tiene orgullo ser tozudo como una mula. Aquí, me temo que eso de que tenía le hígado mal, sería porque el alcohol ya le había hecho mella, así que tal vez decidió vivir deprisa y dejar de estar pronto. No tengo ni idea. Las repercusiones negativas no siempre son enseñanza para futuro, y hay quien tropieza mil veces en la misma piedra.
EliminarGracias Ginebra. Un abrazo grande y tarde bonita para ti
Bueno, se lo ganó a pulso...
ResponderEliminarDescanse en paz.
Besos.
Cada uno es libre de matarse como quiera. Cada quien decide a qué velocidad, pero este tipo de testarudos, unos tozudos que no atienden a razones, abundan más de lo que nos creemos. En la ficción también.
EliminarUn beso
Por desgracia algunos no son conscientes de la "bomba de relojería" que llevan dentro...
ResponderEliminarUn abrazo.
Puede que sí sean conscientes, pero a veces se olviden. El reto personal, el prurito personal del tipo seguro que influyó, pero como ficción, quería darle la oportunidad de parar. :-)
EliminarUn abrazo
Un relato que es muy real. Por desgracia el alcohol se está llevando muchas vidas, conozco casos de adolescentes que conducen motos y ahora le hacen compañía a Pablo.
ResponderEliminarSaludos
El alcohol es na droga dura, nos pongamos como nos pongamos. Sus efectos sobre la conducción son tan brutales, que siempre me parecen bien los controles de alcoholemia que encuentro por las carreteras. Hubo un tiempo en que yo pensaba qué estupidez de vidas perdidas, porque con lo que cuesta ver a los chicos hacerse adultos, caían como moscas en accidentes de tráfico al salir de noche. Era una barbaridad. Ahora eso ha cambiado porque quien ha de conducir NO bebe, pero ha costado muchas muertes.
EliminarUn drama, que ahora ha mejorado en España, pero conducen con cocaína así que el problema de mentalizarse en que llevan un motor en las manos, parece que no está resuelto. Un abrazo
Estas cosas, en las ciudades quedan más difuminadas, por aquello de que somos más, pero de brutos, lo somos iguales. La pena es que no pudo seguir aumentando su marca. Que le vamos a hacer. Descanse en paz.
ResponderEliminarUn beso.
Llegó a catorce copas, sin poder alcanzar un récord personal, pero lo intentó, Pablo lo intentó. Yo creo que descansa en paz :-)
EliminarUn beso
Eso es lo que pasa por abusar del alcohol, y es que hay muchas maneras de suicidarse, ésta es una de ellas.
ResponderEliminarUn placer leerte y me encanta la imagen ¿es tuya?
Besos enormes.
Es una forma lenta y onerosa, sobre todo para la familia. El alcoholismo es una lacra que se lleva por delante los sueños propios y la paz ajena, y en particular a mí me dan pena.
EliminarLa foto es de aguirrefotox, como muchas de este blog :-), ahora lo advierto. Un beso, dulce María y feliz lunes
Todas esas apuestas de los hombres en los bares, se siguen dando en muchos sitios, y cada vez son apuestas más peligrosas y terribles, por los resultados finales. Y da más miedo entre la gente joven, por las locuras que inventan para divertirse; bueno a lo que ello llaman diversión y les cuesta la muerte. A mí personas mayores me han contando, ahora que de esto hace mucho tiempo, que conocieron a gente, que en partidas de cartas, cuando perdían todo lo material que tenían, se jugaban hasta las mujeres, y esto es cierto. Locuras se llevan a cabo con el alcohol, y otras muchas sustancias más tóxicas que hay hoy en día, debido a la cantidad de droga que se mueve, y cada vez se consiguen con mayor facilidad.
ResponderEliminarBesos Albada.
Lo de las timbas es cierto. Luego estaba que el oponente aceptara o no a la mujer del que se la apostaba, pero es rotundamente cierto. Las lindes de tierra que han cambiado por una partida de guiñote o de otro juego de naipes. las joyas de mujer que acababan en los bolsillos de quienes ganaban una partida...locuras se siguen haciendo, como dices, y como somos la entrada a Europa de cocaína y hachís, cada vez son más frecuentes en las ciudades quienes van "colocados". Como dice un anuncio, no nos imaginemos un tipo hundido por la heroína cuando pensemos en drogadictos.
EliminarCreo que el insatisfecho con su vida busca la felicidad con cualquier cosa que le duerma por un rato ese vacío interior. Besos, Rafa y feliz lunes
El alcohol es una droga que enlentece el cerebro y cada vez se empieza a beber más pronto. Lo que cuentas hace años que ocurre, siempre ha ocurrido y qué pena destrozarse así.
ResponderEliminarTuve un paciente que pedía que le dejara el algodón cada vez que le inyectaba, absorbía el alcohol totalmente desesperado. Murió de cirrosis al poco tiempo.
Un abrazo.
El alcoholismo femenino es mucho más duro aún. Porque es, o era, solitario, y mujeres aficionadas al Agua del Carmen, por ejemplo, no se sentían alcohólicas. Ese sujeto, el paciente del que hablas, inhalando el alcohol, buscaba un pequeño alivio de su "mono".
EliminarEl alcohol en España está muy instaurado, está normalizada su ingesta, pero hablo de la copa de vino de la dieta mediterránea. Lo que pasa es que se bebe de todo y demasiado. Ahora con el culto al gintonic, por ejemplo, yo alucino. Un abrazo
Te contaré un hecho que ocurrió por los años 50, del cual fui testigo. En el bar que teníamos se apostaron unos amigos a ver quién comía más mantecados de los que llamábamos "de cuatro tetas", `por tener forma de estrella y ser gordos y redondeados. No se podía beber agua y lo único permitido era "ayudar" el trance mediante ingesta de Anís Machaquito.
ResponderEliminarGanó el que consiguió comerse 20 "mantecaos" con 22 copas de Anís Seco.
Y se quedó tan pancho.
Y lo curioso fue que después se pidió y comió dos "palmeras" con su correspondientes copas de anís.
Besos.
Jolines, ese era un tragaldabas y lo demás son tonterías. Las apuestas no me han gustado nunca. Pero me hacer recordar un programa yanqui de cometodo, en raciones más que familiares, cuyo premio por acabarse la ración imposible es una camiseta y no pagar el plato
EliminarHay gente para todo, como refieres con esas palmeras de postre del sujeto de tu experiencia. Besos.
Si es que son esos momentos "no hay huevos" los que nos terminan llevando a la perdición... Besotes!!
ResponderEliminarPor huevos se hacen muchas cosas, pero no hay narices ante las consecuencias de sus actos. Me acuerdo de un chiste en un bar. ¿Qué toms?, Malas decisiones, dice el cliente.
EliminarTropezamos una y otra vez en las misma piedra. Seres humanos, sin más. Besos
Qué tonterías se hacen en nombre de esa especie de "honor" que hay en "ser muy hombre".
ResponderEliminarQuiero creer que cada vez menos, pero " por honor", saltan ahora de tejados a las aceras, por poner un ejemplo. Los hombres, y mujeres, pueden competir por tonterías mayúsculas. El precio puede ser muy caro, pero es que somos bastante burros
EliminarUn abrazo