Me quedo
con que no abundaron las tormentas,
ya que el sol derritió las dudas de deshielo,
y la luna se vistió de tul por nuestros besos.
Me quedo,
con que el pan y el techo no faltaron
en las jornadas de embestidas y de anhelos,
de aquellas
madrugadas de piel sin miedos
Me quedo
con que los ojos de nuestra mirada deslumbrada,
ante las bellas flores, destilaron sus desvelos,
en los paseos por las veredas de los sueños.
Me quedo
con que resanaste algunas cicatrices,
dejando tiempo y mentiras al recuerdo,
engalanando nuestra voz con terciopelos.
Me quedo.
Sé el dónde. Allí donde tu corazón habite.
Poco importa si en la tierra o sobre el cielo,
o entre el murmullo del viento, o ante un fuego,
donde los
corazones se acompasan, contigo, me
quedo.
Como para pensarselo Albada, yo también me quedo ahí.
ResponderEliminarEncantada de leer tus letras.
Feliz tarde amiga.
Bsss!!!
Es que una no es tonta :-). En serio, he tenido la suerte de encontrar, no buscando a quien vale la alegría y no la pena. Será el azar.
EliminarGracias Carmen. Un abrazo
Te felicito...eres una privilegiada.
EliminarMuac!!
Igual por estadística ya me tocaba. :-). Gracias, carmen.
EliminarBesos
Un lugar como el que describes es para quedarse...para siempre. Preciosa entrada. Es una gozada leerte.
ResponderEliminarSaludos.
Ha sido pura suerte. Ha sido mucha vida y muchos años hasta encontrarle, así que valoro lo que he hallado sin buscar, su peso en alegrías no tiene desperdicio.
EliminarUn abrazo, y gracias Mari Carmen
Esa foto del monumento a los combatientes de ultramar me ha despistado totalmente, ahora no sé qué decir.
ResponderEliminarBesos.
Lisboa tiene ese precioso monumento, que en la imagen son dos brazos que están coma a punto de fusionarse, sin hacerlo, conservando cada cual su entidad. Cada quien sabe qué le susurra una imagen Toro, caprichos de esta tarde.
EliminarUn beso.
Quizás, todos, nos quedamos con instantes así, como los que describes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguramente hay instantes gloriosos, pero al final de los finales, que haya pocas tormentas, pan y techo, flores y besos, y seguramente poco más.
EliminarUn abrazo
Qué preciosos versos, me encanta cuando versas poesía, hoy me has hecho latir leyéndote ese lugar de ensueño, ¿cómo no quedarse en ese lugar tan mágico y maravilloso?
ResponderEliminarY las fotos no sé si las habrás hecho tú pero son preciosas.
Y aquí me quedé contigo desde que te descubrí hace ya tanto tiempo, porque es un placer disfrutar de tus entradas.
Besos enormes con cariño.
Muchas gracias, María. El lugar donde habito contiene paredes de respeto, suelo de ternura y ventanas de carcajadas. Los colores de los muebles los ponen las flores que hemos visto, y el aroma las playas y pinares que hemos pisado, de tal forma que cada día es un invento de habitáculo, cambiante,como todos lo somos, alegres, como los pajarillos que se entretienen en el alfeizar de las ventanas cercanas, y preñado de la luz de nuestros ojos.
EliminarNo es mal lugar, te lo aseguro :-) Un beso, dulce María
Muy sabiamente te quedas con lo que importa en una relación. Es bueno saber quedarnos con las personas lugares y momentos tiernos e interesantes e incorporarlos a nuestra vida.
ResponderEliminarMe ha gustado encontrarte tan vital y decidida.
Un abrazo.
A veces, Fanny, es necesario saber lo que de verdad importa. No siempre es tan fácil tener claro con qué quedarse, ni dónde buscarlo. La vida es una gaviota en movimiento que puede llevarnos adonde quiera el viento, y si se da el caso, pro suerte, reconocer que es el lugar exacto.
EliminarEsa seguridad, entre tantas dudas de la vida, produce optimismo y vitalidad
Un abrazo y feliz miércoles
Un poema dulce y vital, con imágenes esperanzadoras.
ResponderEliminarQué bueno poder quedarse, así.
Besos, Albada.
Es un canto a lo simple de la vida. La simple es simple, siempre y cuando no sea difícil entenderlo, dicen :-)
EliminarUn abrazo grande, Mirella
Quédate, bueno ya lo has decidido, quédate y disfruta de todo, la vida acaba siendo amable con quien lo merece. Y ademas lo has contado tan bonito que nos has ilusionado a todos. Un abrazo
ResponderEliminarSí, lo mejor es quedarse donde uno reconoce su casa, sea cuando sea que se tenga la certeza de que es el mejor lugar.
EliminarGracias, Ester, llevaba unos post muy realistas y prosáicos, y tocaba tocar con la varita de la esperanza y la poesía a la vida sin más, en equilibrio. Un abrazote
Y se agradece un rayo de esperanza en verso
EliminarEs que la realidad se columpia en medias verdades y en mentiras en demasiadas ocasiones, o en situaciones muy duras. Creo que es de justicia un canto al sencillez y la simpleza, a esa parejas que no pretenden pasar a la historia épica y sentimental, sino quedarse en esa tibieza de un romance tranquilo y sosegado.
EliminarGracias, Ester. Un abrazo y feliz jueves
Siempre hay que quedarse con lo mejor que nos ofrece la vida.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Lo mejor que nos ofrece la vida son episodios épicos, ni búsquedas enconadas de no se sabe qué filosofía, pero no siempre sabemos mirar alrededor y entender que si uno se fija, ya tiene lo mejor cuando está en paz consigo mismo, al lado de quien te hace feliz.
EliminarUn beso dulce para ti, Dulce
Bella ciudad Lisboa, donde sus habitantes es lo mejor para conocer. Buen lugar para quedarse.
ResponderEliminarUn beso.
Te hace pasear por escenarios literarios y un tiempo pasado. En un gozo, para repetir, sin duda.
EliminarUn beso
No sabes tu suerte. Yo hace mucho que me quedé donde debía y la vida me lo ha recompensado.
ResponderEliminarCuando los corazones e acompasan, el sitio es lo de menos.
Bello poema.
Besos.
Qué gran verdad, nunca es el lugar sino el acompasar de los latidos. Ese sonido armonioso es el hogar. Yo tuve la sabiduría de alejarme de donde no era posible, y el tiempo me ha recompensado.
EliminarMe alegro mucho por ti, Juan L. tener un lugar donde quedarse es un lujo que difícilmente se valora, o se valora tarde. Un abrazo
Me quedo, ya lo creo que me quedo. Me ha encantado el poema. Si sabes apreciar lo bueno de la vida, por nimio que sea, hay que aprovecharlo hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que importa acaban siendo aparentemente cosas nimias. Ponderamos y sobrevaloramos la felicidad de anuncio, los amores explosivos, los coches deportivos, las casas con domótica, las vacaciones a lugares exóticos, pero al final no hay que engañarse,nada de eso es felicidad de verdad.
EliminarUn abrazo Airblue
Hola Alba , un poema precioso de verdad .... Y que decir de esa bellísima foto ,un bonito homenaje a una gran ciudad , como es lisboa te deseo una feliz tarde besos de flor.
ResponderEliminarGracias, Flor. La vida acaba por hacernos valorar lo simple, sin alharacas ni grandes épicas. Y sí, Lisboa me fascinó, era una asignatura pendiente que aprobó con notable alto. Me sorprendió el sistema de pago del metro y que el mítico tranvía 28 ya no subía, pero bajaba, en fin, para repetir sin duda.
EliminarUn finde sensacional, y un beso dulce, Flor
¡Que gran placer he sentido al leerte, Albada! Si, si no te importa yo también me quedo donde hay corazones moderados dulces, es el mejor lugar para nuestra paz.
ResponderEliminarSuenan muy bien tus versos. A gloria diría yo, gracias por tu buen hacer.
Te dejo mi inmensa gratitud y mi estima.
Un besuco y se muy, muy feliz.
Muchas gracias, Marina. Es un placer escribir y que llegue, en parte, esa sensación de serenidad y sosiego a través de la palabra
EliminarUn abrazo grande y feliz domingo
Qué mejor sitio para quedarse? Una preciosidad de poesía.
ResponderEliminarEs un buen lugar, sin duda. Gracias por comentar.
EliminarUn abrazo