Tomado de Internet |
No sé qué me pasa. Sigo atado a
esta soledad, como un náufrago a su balsa deshecha. Navego en un mar de
recuerdos mal avenidos. Las olas se hunden, y ya no sostienen mi peso con tanta
mochila de amargura, y así, cada marea, me duele más que la anterior. Es curioso,
porque los que me conocen, siguen pensando que soy un optimista, pero no un ganador. Soy perdedor reincidente, vamos a decir. Los perdedores, en teoría, tenemos la llama del que luchó y arriesgó,
del que abrió las alas para intentar volar.
De los cobardes nada se ha
escrito, dice el dicho. De los "perdedores" bastante poco. Sólo a veces la historia consigue contar su historia, y le juzga . Y le redime.
Y le recompensa. Y le alaba incluso. Y mantiene en pie. Yo sigo en pie ahora, entre nubes de
plomo, roto a jirones, pero pronto resurgiré entre las cenizas y el lodo. Al menos, eso quiero
creer. Eso me repito cada vez que la espiral del miedo me azuza y corrompe
el halo limpio de mi propia inspiración y mis sentidos.
Esta vez veré publicada mi última novela, donde he colado algunos poemas. Forjados, rehechos, revividos y reescritos entre el ayer y el hoy.
Quizá es mi optimismo quien me dicta al oído, pero para la próxima edición del Premio Planeta , que esta vez sí ganaré, ya me he comprado una chaqueta
de seda negra, con un clavel carmesí en la solapa, para la noche de la entrega
de premios del año que viene.
Pues no se puede negar que esto sí que es optimismo y del bueno, o del fantástico. A fin de cuentas, ¿no dicen que lo último que se pierde es la esperanza?
ResponderEliminarUn abrazo y a por un año nuevo plagado de éxitos.
Hay que saltar alto, sin importar el listón que nos pongan, pero este tipo creo que se excede en optimismo. Pero ojo, porque vive inmerso en la amargura y la soledad, así que no sé si ganar un premio será una solución en su vida.
EliminarUn abrazo grane y por un 2019 ahíto de buenos ratos, musas colaboradoras y besos con miel
Optimista con un carga pésima... no sé yo.
ResponderEliminarPremio Planeta?! Eso está bien, hay que escribir buenos e interesantes libros para aparcar con la lectura los pésimos aconteceres. Buen relato.
Besossssss
Es un optimista, pero tan decaído y amargado, ni le premio le servirá parar ser feliz
EliminarUn abrazo grande y feliz año nuevo, Maite
Una dosis de optimismo nunca esta de más pero eso sí los pies en la tierra pq sino el golpe será duro ..Un buen texto y espero que consiga su onjetivo y luzca bien eda chaqueta de seda negra ..
ResponderEliminarAbrazos amiga .
Seguro que le optimismo es una cualidad enorme para llegar al éxito. Pero creo que se excede en eso de buscar el traje de la ceremonia
EliminarUn abrazo y por un año nuevo maravilloso para ti y los tuyos
Parece como si se hubiese comprado la chaqueta y el clavel, incluso antes de escribir la novela.
ResponderEliminarNo se le puede negar el optimismo y eso ya es un triunfo.
Besos.
Igual no tiene ni el guión, pero quién sabe, igual es un refrito de obras ya consurcansetes en otro eventos literarios. :-)
EliminarBesos y por una entrada de año genial para ti
Pudiendo ganar el Planeta, para qué conformarse con menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puestos a soñar, soñar alo grande, claro quye sí
EliminarUn abrazo y feliz año entrante
Pues claro el soñar no cuesta nada...
ResponderEliminarFeliz año.
Un abrazo.
Soñar es gratis, de momento, y creo que hay que soñar a lo grande, porque de pequeñas cosas se ilusiones puede vivir, pero peor :-)
EliminarUn abrazo y por una salida de año sensacional
De perdedores está el mundo de vencidos, así que no importa perder cuando a la larga se puedan ver cumplidos los sueños y eso es lo que importa, no dejar de soñar.
ResponderEliminarTe deseo un próspero y generoso año, y que todos tus deseos se vean cumplidos en los próximos 12 meses.
FELIZ AÑO 2019.
Besos.
Yo soy optimista como el tipo, y opino que no hay que privarse de soñar, porque el no de lo que sea, ya lo tienes
EliminarUn beso, dulce María, y feliz nochevieja
Hay que seguir con la "moral alta"...
ResponderEliminarUn abrazo y una sonrisa.
Es gratos soñar, así que aspirar a lo difícil me parece una buena opción, aunque este tipo igual se ha excedido
EliminarUn abrazo grande y por una noche mágica de fin de año
Si lo ganó Posteguillo lo puede ganar cualquiera.
ResponderEliminarA soñar!!!
Besos.
Ya te digo, Toro, son premios que, para mí, están trucados, como dados con plomo :-)
EliminarUn beso y feliz noche
Lo malo de los amargados es que pueden tener lo mejor y no saben apreciarlo, un optimista en cambio, aún en lo peor verá el lado bueno. Quiero agradecerte tu presencia en mi Baile y a la vez disculparme por haber borrado sin darme cuenta tu tarjeta con la máscara, ya está puesta allí y espero te guste.
ResponderEliminarUn beso dulce y Feliz Año para ti.
Los optimistas son la gente que hay que buscar paar tener cerca. Algunos se exceden y te embarcan en aventuras de difícil destino, pero los prefiero a los pesimistas, la verdad.
EliminarAhora publico el post del baile. Gracias por tu imagen, porque es preciosa. Un abrazo grande y feliz nochevieja
No hay que confiar demasiado en esos premios, se sabe que en muchos casos hay arreglos. El personaje, muy bien descripto, se balancea entre el optimismo desmedido y el desaliento.
ResponderEliminarMe gustó mucho el relato, Albada, sobre todo las consideraciones sobre los "perdedores".
Besos y muchas felicidades para el 2019.
Hay premio muy decididos de antemano, por moda o por tema de actualidad, sin embargo es bueno seguir persiguiendo el sueño de conquistarlos. Los perdedores es un tema del que se puede hablar mucho. Y perdona, pero pienso en los perdedores de la guerra civil española, que además de perderla, no fueron reconocidos demasiado por los aliados a pesar de la implicación y fiereza antinazi que manifestaron.
EliminarLo mejor para ti para el año entrante, Mirella. Un abrazo grande
Feliz 2019!!!
ResponderEliminarUn beso.
Feliz sea para ti, Alfred. Un beso
EliminarA nadie se le puede criticar que sueñe, el optimista tiene a su favor ser positivo y una alta autoestima.
ResponderEliminarFeliz año con abrazo.
La confianza en sí mismo es el atributo que más orienta sobre el éxito que alcanzará una persona. Algunos se exceden, eso también.
EliminarUn abrazo grande y por una nochevieja llena de felicidad
No sé si optimismo, pero tu personaje tiene una fuerza digna de elogiar.
ResponderEliminarMe gusta mucho la frase de “Los perdedores tenemos la llama del que luchó y arriesgó, del que abrió las alas para intentar volar”. Y los ganadores por mérito también la tienen.
Un abrazo grande
Totalmente de acuerdo. Los perdedores han luchado, se han implicado, han puesto voluntad, pero no ha servido. Así que no hay que despreciarles, ni estigmatizarles.
EliminarUn abrazo grande y por un año nuevo magnífico para ti
Caer y levantar, esa es la actitud...
ResponderEliminarEl que pierde al final gana algo.
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!! Que este año te colme de felicidad y saludo, con las dos nos encontraremos con el Amor.
Un gran abrazo querida Albada.
Muác!!! ¡¡¡CHIN-CHIN!!!
Es que caerse es humano, todos caemos. La gracia está en saberse levantar, una y otra vez. te deseo lo mejor para el aó que entra en unas horas, con las musas alertas, los labios con besos, las manos con amor.
EliminarUn abrazo grande. Brindo por ti, Carmen
Los premios están sobrestimados... pero qué bueno tener una ilusión :) Ojalá este personaje aprenda a acompañarse a sí mismo porque si no, ni ganando el Planeta...
ResponderEliminarEs ideal tener esos objetivos, con ilusión. Aunque muchas veces no haya resultados. La gracia está en insistir, en no decaer.
EliminarUn abrazo y por un año nuevo venturoso para ti, Silvia
Buen relato que condensa muy bien la amargura del triunfador y el optimismo del perdedor. Grandes paradojas.
ResponderEliminarHay que mantenerse en pie. Los resultados son lo de menos. Lo importante es el camino más que la meta. El proceso más que el resultado. Al menos yo creo que esa es una buena filosofía de vida.
Escribes muy bien.
Besos y enhorabuena, Albada
Ana