martes, 22 de enero de 2019

Encadenado con Alfred 6

Tomado de Google


P. Oteando la acera de la Mona Lisa te vi, con El País en la mano, revisando un par de veces el reloj. Observé tus llamadas al móvil, para ver cómo te sentabas al fin, asumiendo que ella no acudiría. Ese teléfono había sido dado de baja, porque los amores valientes, a veces, acaban así.

A. Llamadas perdidas, que llenan un vacío entre dos seres, que no se encontraron cuando se perdieron y que al intentar descubrirse, las aguas del olvido se les llevaron por delante.

P.  Las aguas del olvido se remansaron en Andorra, ante un fuego cálido entre exceso de nieve, exceso de ocupaciones, exceso de prejuicios, exceso de sinsabores, para retomar la calma de los latidos acompasados a los besos, de un pasado posible por construir desde el ahora. 

ACon tantos excesos, no era extraño que sus latidos se aceleraran más de lo permitido, al compás de los besos prometidos.

PPromesas de tierra y lunas, besos de aire y sueños. Compases de un vals de ida sin vuelta hacia lugares donde descalzar los silencios. Para llenarlos de miradas, y de deseos.

AEl frío invierno, no hacía sino atemperar el fuego, que su pasión hacía crecer en unos cuerpos enfebrecidos, llevados por el compás de un vals, a un zenit de convulsa satisfacción.

PLa dama que tanto tardó en llegar estaba en la antesala de los sueños de la pasión con gabardina, y los aperitivos de gambas, de besos furtivos vestidos para la ocasión. El hombre de tibia mirada se quemaba antes de que la parrilla estuviera en el asador de los aromas de té y amor.

A.  Nada le hacía esperar tan alto reconocimiento por la parte contratante de un cantar alegre y furtivo que amenizaba su espera con acordeón y pasodoble, mientras las miradas iniciaban una y otra vez un fuego incendiario que sólo quemaba sus almas encadenadas.

PA unos mangos y cucharas en la cocina de los deseos por preparar, entre fogones sin fuego que empezaban a demandar ser encendidos, con el fuego de la amistad. Pasaría el tiempo y los ingredientes hallarían sus sitios, pautas, poesías, para hacer una ensalada de besos y sin mantel

ALos manteles se los pusieron de capas, los escurridores de cascos, y con los rodillos de amasar, marcaban su autoridad. No hay mejor juego que el que se inicia improvisando y acaba con reglas por estrenar.

PEntre utensilios de cocina que se aviene a jugar con las manos de los sueños, con la tinta de calamar, o con los ojos de los peces que no supieron amar

AMil mensajes escritos, conformando un poema de amor, que los pobres peces, incapaces de recordar, contemplan en el fondo de un paella, donde se ha guisado una canción llena de esperanza.

PCon las patas de las gambas, los bigotes de los peces, las alas de un pollo artrítico y dos huevos de faisán. La cocina sin hebillas ni botones por desabrochar, espera impaciente el día en que empiecen a gozar de los cazos por sartenes, con una pizca de sal.

AAsí, desnudos frente al guiso, con sus cuerpos en permanente estado de alerta, contemplan su creación, esperando el punto justo de cocción, en los granos muestran su individualidad, estando unidos apasionadamente.

PEn un mar de sal marina, bajo las luces divinas de unos neones muy torpes, que dejaron a oscuras la caja de provisiones, dejando que la penumbra permitiera el acomodo de dos sombras lunares que se dieron un antojo. ¡La bombonera quedó temblando ante tan sonoro asalto a oscuras!

ALa coctelera, nunca había sido agitada con tanta pasión, la masa de harina, no se convirtió en pastel, pero sí en un buen acomodo, como fino colchón, para arrumacos incontrolados y descubrimientos de sueños compartidos.

PDe peces de colores conocidos, del uno a otro confín,  aunque la luna rielaba, la noche era fría y esquiva de luna clara, así que colorín colorado, que el pastel por hoy se ha acabado, que Morfeo anda presto en sujetarme en sus brazos. Bona nit. 

ALos cuerpos sudorosos y exhaustos, a punto de rebozado, envidia de los calamares a la romana, ceden sus fuerzas al abrazo de Morfeo, que sigilosamente se los lleva, siguiendo la senda que la luna ilumina. Telón




El encadenado, febrero 2015  


30 comentarios:

  1. Desde luego el encuentro solo `por el final mereció la pena ..ese rebozar como los calamares a la romana os ha quedao de lujo jjaja . Me gusto el empiece y el final con humor.
    Un buenos días y abrazos .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El humor solía ser le caldo de cocción de esos encadenados locos. Lo pasmos muy bien, creo que hablo por los dos

      Tarde fresca parece que en toda la península, pero un cálido abraso

      Eliminar
  2. jaja, me ha llamado mucho la atención de ese parlar de besugos.
    Muy buena entrada, felicidades a los dos.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eran chorradas que salían así, a vote pronto.
      Alfred es que era único, un bailarín de cine.

      Un beso y feliz noche, sin besugos parlanchines

      Eliminar
  3. Divertido si es ;)))
    Un beso y gracias por recordar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, y algún texto con lavadoras díscolas con los calcetines, me hacía reír hasta caerme de la silla, en mi casa yo y en la tuya, tú :-)

      Un beso Alfred, bona nit

      Eliminar
  4. Bonita y poética lección de cocina al alimón, aunque solo fuera para elaborar una simple ración de calamares a la romana.
    Aunque con un rebozo entre apasionado y lúdico.
    Enhorabuena a ambos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lúdico un rato largo, que a veces viraba a apasionado, siempre en la complicidad, claro.

      Gracias de parte de los dos. Un abrazo y feliz noche

      Eliminar
  5. Una entrada distinta, con esa conversación final que hace que se clave la mirada. Abrazos feliz semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un diálogo para besugos, de pe a pa. Era la gracia, no saber qué escribiría el otro, claro, pero nos reíamos un montón.

      Un abrazo y por una noche bonita

      Eliminar
  6. Me ha recordado al cadáver exquisito. Qué brillantez de letras, pro no me sorprende de alguien que emplea con propiedad un término tan filosófico como preciosista: mismidad.

    Grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja, bueno la mismitud también es un término semántico con mucha filosofía detrás, igualmente, por eso estos diálogos para besugos eran muy nuestros, a nuestro estilo jocoso y sin pretensiones :-)

      Un abrazo

      Eliminar
  7. Risas de admiración, hay que tener mucho arte para ese dialogo. Y por mi parte ese puntito de ¡Ya me gustaría a mi escribir así! Abrazucos para repartir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jaja, no, ni en broma. Era la hora, ya cenados, relajados, cada uno en su casa, con sus cosas y ponernos a jugar. En frío no creo que nos saliera ahora, era un todo, que hacía fácil y divertido jugar a encadenar

      Un abrazo y noche bonita

      Eliminar
  8. Casi cuatro años tiene el encadenado y se merece volver a ser leído.

    Felicidades para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo pasamos muy bien, imagino que esas conversaciones para besugos son vigentes para evocar una sonrisa.


      Un beso

      Eliminar
  9. No me extraña que hayan caído en brazos de Morfeo tras esa bacanal de sensaciones!!
    Me gustó mucho ese pasado posible por construir

    Un abrazo a ambos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues bien mirado, no sé si por l ahora, que seguro que es la causa, pero con tan bacanal de imágenes hay para quedar cansado.

      Un abrazo de parte de ambos

      Eliminar
  10. Un buen encadenado con aromas culinarios o de gambas y peces.

    Un beso dulce.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mucha gracias, de parte de ambos. Los aromas en este texto a cuatro manos, eran casi ilimitados.

      Un abrazo, Dulce

      Eliminar
  11. Muy bueno y divertido encadenado.
    Abrazos para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que haya gustado. Sonrisas de fácil confección.

      Gracias, le daré cuando nos veamos. Un abrazo

      Eliminar
  12. ...Diálogo de besugo, pero muy bien escrito...

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eran textos a vuelapluma sobre la marcha, por eso salçína tan de besugos :-)

      Un abrazo y gracias

      Eliminar
  13. Un patético diálogo donde conversar es entrar en el surco que ha trazado el otro, la cuestión es querer proseguir en el trazo y perfección de aquel surco. Lección: el diálogo es colaboración.

    Un beso de mi parte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Moraleja: el buen escritor sabe qué hilos se mueven en un encadenado. Aquí como todo era un puri juego, nos íbamos por los cerros de úbeda, pero reíamos un rato largo.

      Un abrazo desde este lado del mar. De parte de los dos

      Eliminar
  14. A mí me gusta que vuelvas a publicar los encadenados con Alfred, estos diálogos, entre los dos, tan creativos, y además divertidos, no son fáciles de crear, y vosotros habéis construido no solo la buena amistad, sino unos preciosos encadenados, que merecen la pena volver a ser recordados.

    Felicitaciones a ambos por vuestra creatividad, sois magníficos los dos.

    Besos enormes para ambos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra te hayan gustado, algunos más iré encontrando y sí, volver a leerlos es divertido para mí, seguro que para Alfred también. Gracias de parte de ambos.

      Un beso, dulce María y por un jueves divertido y loco.

      Eliminar
  15. Qué bueno. Me ha encantado leeros… A mí Morfeo también me reclama, pero saborearos ha sido un buen y exquisito preámbulo, para dejarme caer en sus brazos.

    Un placer, y felicitaciones a ambos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eran horas de dormir, Ginebra, me alegro hayan alegrado la puesta del pijama :-)

      Un abrazote, y muchas gracias, de parte de ambos

      Eliminar

Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.