Imagen del blog de Moli de Canyer |
Ando esperando el otoño aunque en el calendario ya estemos en él. Las hojas van tomando el color amarillo tibio que quiere virar a
marrón. Los días se acortan, dejando las tardes huérfanas de paseos hasta la
cena, de baños en el mar, de cervezas que llevarse a la boca cuando el fresco
hace acto de presencia. Las noches, que se alargan, dejando el alma inquieta por más
horas, a un Morfeo haciendo horas extras de día en día y a los recuerdos montando
guardia, asomándose tras el quicio de la puerta.
Ando esperando las castañas y los boniatos, las setas y los homenajes a los
muertos, las chaquetas de entretiempo y los dolores de huesos, que están al doblar
de la esquina y nos atraparán en sus redes de otoño en la piel.
Por si acaso, he contratado el último crucero de la
temporada, no sea que me pille la añoranza de unas tardes de clases que me
saltaba, en las que arreglaba el mundo, y tenga que mirarme en el espejo del
presente, con las arrugas creciendo, las fuerzas menguando, los dolores articulares
en arrebato y las canas a su aire. Más vale prevenir, dicen, no sin razón.
El otoño está llegando... yo sólo le pido que acabe con el calor y que libere las calles de lo soez.
ResponderEliminarBesos.
Lo soez se queda, en menor proporción, pero sí, que se vaya ya, qué hartura de calor.
EliminarUn beso
No me gusta la ropa de entretiempo. Las gabardinas no existen en mi ropero. Tampoco las rebequitas, por si refresca. Cuando me levanto por la mañana, me asomo a la ventana y miro la ropa que lleva la gente. Me fijo en el que va más desabrigado y yo como ese. Y no suelo equivocarme.
ResponderEliminarFeliz crucero.
Un abrazo.
Eres caluroso, genial. Yo miro las previsiones, pero la ropa de entretiempo ya no existe, creo, porque pasamos del bañador a la trenca en un día :-).
EliminarUn abrazo
El otoño suele traer nostalgia y melancolía, por aquí pareciera todavía principios de septiembre por el calor.
ResponderEliminarBesos.
Hace calor aún, pero el otoño llegará, en la nostalgia y en el corazón
EliminarUn abrazo
Y en cambio yo me abrazo a los últimos días de verano... al último rayo de sol... al último minuto del día... me enroscó a la almohada pensando en mis días de vacaciones... Ya solo queda el recuerdo de las olaa del mar acariciando mi piel... y el mar presente y recordado en el iris de mis ojos....
ResponderEliminarAhora tú podrás disfrutar del otoño tan esperado... de las calentitas castañas... y ese viaje en un crucero... Disfrutarñlo... Disfruta de tus días mi querida Alalbada...
Me ha encantado tu relato juevero. Un placer leerte.
Besos enormes.
El viaje en crucero es ficción, pero me pareció un recurso excelente para esperar al otoño.
EliminarUn abrazo grande, María
Disfruta de ese crucero que ha de llevarte por aguas templadas y recuerdos gratos.
ResponderEliminarUn otoño viene con retraso mientras el verano remolones, pero vendra y sus castañas treara.
Un beso.
No, es ficción, pero como recurso era brillante, ¿a que sí?, espero cosas muy lindas, si salen bien. Lo del crucero es hacer trampa :-)
EliminarUn beso, Alfred
Acabo de ver que esto de escribir desde el móvil es un desastre.
EliminarRuego mil perdones.
Lo de ir por aguas templadas...
También es cosa literaria :)))
Un beso (real)
Tranquilo. Era la trampa al calendario interior, pero ya se sabe, siempre las aguas templadas son las mejores para cobijar los sueños
EliminarUn beso, real, claro
En el otoño me siento cómoda, tiene los matices que me relajan, tu lo pintas como seguro que es pero yo lo miro desde otra perspectiva, en realidad tampoco (he leído que es un recurso literario) no he contratado un crucero pero tengo planes para disfrutar me auguro un otoño bonito y te deseo uno igual para ti. Abrazucos
ResponderEliminarA mí me encanta. Comprendo que dejamos atrás ratos muy luminosos, pero el calor me resulta cada año más insoportable.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Lo más importante es que mientra esperas todas esas cosas , las estas viviendo de alguna forma y cuando llegan las disfrutas mucho más ..Bello todo lo que esperas .
ResponderEliminarAbrazos de jueves !!.
Hay que disfrutar del otoño, del tiempo en que podamos dormir sin sudar y pasear por los bosques cargados de colores estupendos y disparatados.
EliminarUn abrazo.
Apenas una estación está llegando a su fin ya anhelamos pasar a la siguiente. Supongo que sería muy monótono vivir todo el año bajo el sofocante calor del verano o el frío intenso del invierno. Yo siempre he preferido los términos medios: la primavera y el otoño. Quizá también queremos vivir demasiado deprisa y luego, cuando los años han pasado, deseamos parar el tiempo. Así que mejor no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, ya sea un crucero, un viaje o cualquier cosa placentera.
ResponderEliminarUn abrazo.
La gracia del camino, qué duda cabe. El viaje a Itaca bien lo dice, disfrutemos del recorrido, y así, de día en día ser consciente de la alegría de estar vivo.
EliminarUn abrazo.
También espero las castañas, las setas,no, que por aquí no hay las que me gustan, las setas de cardo. Y a lo que más le temo es a los dolores de huesos, esos que cada vez se dejan notar más.
ResponderEliminarMis cruceros los hago en el sillón, con un buen libro, música y este teclado que hace que suene la maravillosa música de vuestra amistad.
Besos.
Ay los dolores de huesos, es que e ponen a hacer el bobo y hay que andar casi que rezando, pero sí, todo tiene su encanto, cada día como milagro es un regalo, y bien por los cruceros desde el sillón, por qué no. te envío aromas de salou, con casi ningún turista ya, y esa brisa marina que tan bien conoces.
EliminarUn abrazo, Juan L.
Lo importante es vivir, y si se puede intensamente, cada etapa de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Ya lo creo. Cada etapa, y cada día, nos regala esa maravillosa sensación de estar vivos, qué más podemos pedir.
EliminarUn abrazo, Rafael.
Creo que todos llevamos ese camino, que remedio.
ResponderEliminarVeremos a ver que nos trae.
Vivamos el día a día.
Un beso Albada.
Nos traerá mil aventuras, algunas pesadas y dolorosas, pero el otoño dejará paso al invierno, quien estará gestando la próxima primavera ne flor.
EliminarUn abrazo
Me gusta el aire previsor que has imprimido en este relato llenos de expectativa y añoranza.
ResponderEliminarBesos, Albada
PD. y quien sabe, a lo mejor se te cumple en algún momento un viaje en crucero por el Mediterráneo o el Caribe. Podría decir que has sembrado la semilla porque para que algo resulte, primero hay que soñarlo o imaginarlo.
Pudiera ser. Lo usaba como excusa para huir de la entrada del otoño, pero quién sabe si no estará al alcance de la mano pronto
EliminarUn abrazo
Boniatos! me encantan y por suerte para mí, por aquí ahora se encuentran todo el año. Esperar no siempre tiene su premio, pero el otoño no se hará esperar y hay que vivirlo.
ResponderEliminarUn beso dulce.
No se hará esperar, seguro.
EliminarUn abrazo
Querida amiga, todavía se puede pasear antes de la cena, de hecho me parece una época ideal para hacerlo, y llevarse cervezas a la boca, yo me habré bebido más cervezas de noche que de día... En fin, como expresa tan bellamente tu relato, cuán diferentes somos las personas.
ResponderEliminarAbrazo.
No sé, pensaba que todos gustamos de las mismas cosas, ya ves.
EliminarUn abrazo
En ello estamos. Esperando todo lo bueno del otoño que al menos aquí, no acaba de llegar.
ResponderEliminarCastañas asadas y boniatos para compartir.
Espero lo mejor de cada instante, aunque sea impaciente por naturaleza. El otoño es mi estación favorita, junto con la primavera, porque la plata está divina, y las cervezas saben a gloria cuando no hay estúpidos a la vista, vamos, que los turistas estén en sus casas.
EliminarUn abrazo
Un abrazo
Cada momento, cada segundo... vivirlo, siempre de la mejor manera...
ResponderEliminarabrazos :)
Sin duda. Cada momento puede ser el mejor, es la actitud.
EliminarUn abrazo
El otoño es mi estación preferida del año por los colores que nos trae y por lo acogedor que es buscar el calor de la chimenea cuando va avanzando el calendario. Nos dejas una bella descripción de él. Yo también lo espero con la nostalgia de otoños pasados que no volverán.
ResponderEliminarBss.
Es verdad que tiene unos colores que enamoran, y el gozo de taparse por la noche en la cama, que nos permite dormir con placidez.
EliminarUn abrazo y por un otoño perfecto para ti
Qué bonita nostalgia nos has regalado... me ha encantado ese recuerdo de tus tarde de no ir a clases. Feliz otoño, su colorido vale la pena y eso que yo soy de primavera.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz noche ♥
Hubo un curso, lejano, en el que me saltaba una asignatura muchas veces, porque el profe decía "vamos a contar ovejitas" y pasaba lista y me parecía ofensivo. Por supuesto esa asignatura me quedó para septiembre :-), pero en esos ratos las conversaciones en un bar eran antológicas.
EliminarUn abrazo
Ay como me gusta el otoño,el color,el clima,ese deje nostálgico de las calles, los momentos en el hogar,al abrigo de un té. No sé, me has transportado a los otoños bonaerenses de mi infancia y adolescencia...
ResponderEliminarUn beso enorme.
A mí me pirra la playa, casi sin gente y aún con relativo buen tiempo, y las escapadas al campo, o las hojas en las aceras.
EliminarUn abrazo
Nostalgia de espera de un otoño al que le cuesta dar la cara y tu previsora preparando tu crucero, suertuda!!. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarjaja, es ficción, pero era como hacer la trampa y que no me pillase.
EliminarUn abrazo
Por aquí estamos, en cambio, esperando que se decida a llagra la primavera. Este año viene muy remolona.
ResponderEliminar=)
Pues llegará. Los colores se abrirán a las flores y las temperaturas serán más suaves. Siempre en la espera de un clima cambiante, a la espera de nuevas sensaciones.
EliminarUn abrazo
Yo espero que refresque un poco, la lluvia, de momento, la dejó sin esperanza...no sea que venga de golpe y de mala manera.
ResponderEliminarA disfrutar del crucero.
Besos
Aquí empieza a refrescar, pero poco aún. Esta noche era un gozo taparse con la sábana, que ya es mucho.
EliminarUn abrazo
Tú esperas el otoño y yo la primavera, que aunque es tiempo en calendario, hace un frío que te lo regalo.
ResponderEliminarQueda disfrutar del crucero :)
¡Un abrazo!
Es lo que tiene esto de los meridianos, que en ele sur va la revés que en el norte, pero la cedencia es la misma. El crucero no existe, pero estaría bien :-)
EliminarUn abrazo
Que bonito texto Albada, ya es Otoño y yo lo esperaba como todos los años, con su nostalgia y la mía hacemos una fiesta de latires en las tardes grises......... Saludos y abrazo.
ResponderEliminarJuntamos las tardes de ambas y nos salen tarde sin instituto, tardes de latidos acompasados y erráticos a partes iguales.
EliminarUn abrazo
¿Cuál será la magia del otoño que descubre en la memoria todos esos recuerdos que logramos mantener a raya el resto del año?
ResponderEliminarMelancólico texto, Albada. Me gusta
Un abrazo grande
Es la magia de tener que meterse en casa más ratos, y la luz en descenso, creo. Sin embargo los colores del otoño y su temperatura suave me encantan.
EliminarUn abrazo
Fíjate que hoy he vislumbrado dos lecturas: La del otoño estación y la del otoño como cercanía de la vejez. Y eso del crucero, igual... De cualquier forma, evidente o subliminal, me ha gustado mucho esa sonrisa que se adivina al final del texto.
ResponderEliminarA mí me encanta el otoño estacional, y el invierno. Y espero vivir ambos del otro :)
Un beso.
De hecho he jugado con las dos miradas. El otoño como edad más que adulta está en el texto, como bien dices, y ese otoño espero que tarde y que me trate bien.
EliminarUn abrazo
Todas las estaciones tienen su lado positivo... y negativo. Las ventajas del otoño, para mí, son las temperaturas más frescas, menos sofocantes y la belleza de sus tonos dorados. Me encantó la imagen de Morfeo haciendo horas extra... jajaja!
ResponderEliminarAquí la primavera es de una variabilidad descomunal. Hubo días de 30º y hoy llovizna y parece invierno por como ha bajado el termómetro.
Un gran abrazo, Albada.
Cada vez las estaciones tienen picos más radicales. Aquí estamos en otoño, pero ayer en Salou, la gente se bañaba en el mar, y es los termómetros marcaban 28 grados, así a este ritmo comeremos las castañas asadas en manga corta.
EliminarUn abrazo
El otoño por fin se asoma a la puerta, casi de puntillas, el de nuestra vida,espero que tarde un poco mas en llegar.Un relato muy hermoso, Saludos.
ResponderEliminarPues sí, aquí iba incluida esa acepción de otoño, que ojalá tarde un poco en pillarnos. Es una estación muy bella sin embargo, la meteorológica :-)
EliminarUn abrazo
El otoño es que tiene un encanto melancólico que no tienen las otras estaciones...en el fondo será que nos gustan las etapas de transición...
ResponderEliminarSeguramente huimos del frío real o ficticio, y del calor extremo, sea también alegoría o realidad.
EliminarUn abrazo y feliz otoño para ti
El calor sigue anclado, el otoño no termina de imponerse, se hace desear
ResponderEliminarBeso
Es verdad. El verano normal siguió con el de san Miguel sin un respiro y ahí seguimos. Quien espera ya se sabe...
EliminarUn abrazo
Me alegro que te haya gustado. Era un ejercicio de espera, y la trampa era querré huir del otoño, pero nos alcanza. Sin embargo tras cada invierno se estremece la primavera por salir a apear, así que la nostalgia se mezcla con la promesa de nuevos ciclos de vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bello es el otoño, con su melancolía y recuerdos nostálgicos. La lluvia, la hojarasca, la niebla, el viento. La belleza del otoño nos permite coger fuerzas para aguantar el invierno (de días tan cortos y con tan poca luz) y prepararnos para la primavera, donde todo florece.
ResponderEliminarEscribes muy bien, Albada
Mi felicitación y...
un abrazo