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Seguimos sin poder dar con el asesino. Creo que eso de la jubilación anticipada del comisario López ha sido nefasto para el caso. Y para él, porque ya es
mala suerte que te acabes jubilando para tener un infarto masivo a los pocos
meses. Decía el detective Martínez que
organizaría un funeral de los buenos para nuestro compañero, pero vaya
cosa cutre. Es en una pequeña capilla, muy cerca de su casa, a la
que el finado iba de vez en cuando, más para descansar en verano que por fe en la
Iglesia, según me había dicho. En sus pesquisas
aparece un sacerdote, pero esa pista ya nadie la siguió.
Somos cuatro gatos. Reconozco a una hija de López, creo, quien
alguna vez vino por comisaría. Lo que me sorprende es que en la última fila,
la madre de la niña asesinada se muestra seria y afectada. Cuando el cura empieza a hablar me produce escalofríos. Me repugna, me inquieta. Tiene la voz cascada, como de fumador y de
borracho. Y ese aspecto desaliñado me produce malestar. Un arañazo cicatrizado cruza su mejilla izquierda ostensiblemente. No sé por qué pienso que
puede estar implicado en el caso. Luego recapacito y pienso que la madre no
estaría en esta iglesia de barrio si ella sospechara algo extraño.
Me sorprendió que el cura del funeral fuera golpeado hasta morir días después, pero no en exceso. La madre de la niña debió de hartarse de pasar por comisaría para nada y hace días que no viene a preguntar por la investigación. Al menos no veremos su mirada inquisidora.
La justicia por su mano y además con brindis con champán.
ResponderEliminarBesos.
Dando por supuesto que en efecto fuera el pobre cura :-). Pero hay que pensar que sí, y que la justicia no puede tomarse con su cuenta nunca.
EliminarUn abrazo
Hay casos que no me extraña que se tomen la justicia cada uno a su modo ..A veces pienso que la familia de niñ@s asesinado tienen demasiada paciencia ..Un abrazo y muy feliz sábado.
ResponderEliminarEs que la justicia va muy lenta aquí. Pero mucho es mucho. Que faltan jueces, seguro y que vamos justos de investigadores, por suùesto, pero a quienes esperan el tiempo se les hace eterno, y con razón.
EliminarUn abrazo y feliz finde, Campirela
Parece que se regodeo en la tortura hacia ese cura...
ResponderEliminarBuen finde.
Un beso.
Hay madres que puestas a malas, son muy malas, ¿eh? :)
EliminarUn beso, y finde de lujo
Estemos en lo de Mahoma y la montaña. Si la justicia no viene a la mano, va la mano a la justicia.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Creo que es un error tomarse la justicia con la propia mano, pero claro, vaya a saber lo que fue ese asesinato, y el tiempo que pasó desde el mismo. En caliente la venganza puede ser irracional. Quiero creer que el cura sí estaba en al ajo, porque parece haberse dejado de la mano de Dios :-)
EliminarUn abrazo
Bueno, espero que el cura sea el culpable porque si no....
ResponderEliminarBesos.
Jope´, qué fallo, amigo, si resultó no ser el asesino ¿no?:-)
EliminarUn beso
Es que para ser cuatro gatos tiene su moraleja...
ResponderEliminarUn abrazo.
Los asistentes eran cuatro gatos, pero esa madre era el punto central, tal vez.
EliminarUn abrazo y a por una tarde bonita
Todo un policial negro.
ResponderEliminarQue frustración que se murió el más experimentado, el que podría haber encontrado al culpable, luego de la jubilación anticipada. Un anticipo que tal vez le dio un disgusto final.
Y la pérdida de esperanzas de que se resolviera según la ley, tal vez provocó esa venganza, luego de esa revelación.
Tal vez podría haber sido la madre de la víctima. Pero también podría haber sido la hija de López, con alguna habilidad heredara. También podría darse algo que se ha dado en algunos policiales más experimentales. Los narradores personajes a veces ocultan alguna verdad.
Un abrazo.
Estoy segura de que ha habido asesinatos no resueltos, por muchas cosas, algunos por dejadez o falta de medios, , pero matar a una niña es algo que por suerte ocurre poco, y que impacta por igual a todos. Es Comisario tal vez jubilado ya, seguía con sus pesquisas, a sota vocce, y el infarto fue por averiguar algo muy gordo. No los sabremos, y quiero pensar que mi ficción no esconde ninguna realidad, porque una madre tolera mal, muy mal el golpe, el de la indiferencia también. Un abrazo
EliminarEste cuento tuyo podría ser el embrión para un guion de cine.
ResponderEliminarInteresante el caso que planteas.
Un beso
Pue sno me des ideas :-), porque igual he de hacer un ejercicio de guión de novela y de momento no tengo tema.
EliminarUn abrazo
Igual fue a pedir a Dios fueras y pistas y benevolencia en sus actos, una especie de justicia divina. La sotana, muchas veces, es solo una tela negra llena de porquería. Ella, aparentemente, se tomó la libertad de limpiarla.
ResponderEliminarTodo un thriller. La tensión se respira, no dudes de eso.
Y te admiro por la facilidad que tienes para estas cosas.
Un beso enorme.
Hay crímenes que pesan como losas, y sí, cuando hemos sabido de tanto pederasta suelto en la Iglesia, uno ve la sotana con otra perspectiva. Por supuesto es ficción, pero seguro hay actos de curas que empezaron por la negativa de algún niño y se le escapó de las manos.
EliminarGracias, Mag, cada texto surge de un mínimo de argumento, que saco de cualquier lugar, por ciero. Un abrazo y feliz tarde.
Una madre ya lo tiene todo perdido cuando pierde a su hij@... Madre coraje, madre justiciera... Muy bien relatado, bonita... me gusta mucho cómo lo haces.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ♥
Muchas gracias. Quede claro que no abogo pro tomarse la justicia por su mano, pero imaginé la justicia tan lenta, tan torpe, que alguien, alguna vez, lo hace.
EliminarUn abrazo y feliz domingo
No toda la justicia la imparte la mano de Dios y queda claro en este caso.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Queremos pensar que hay una Justicia Divina, pero casi nunca la vemos.
EliminarUn abrazo y por un día bonito, Dulce
Arrancarle una hija a una madre es algo que no tiene palabras... solo diré que la entiendo si fue ella.
ResponderEliminarUn texto muy bueno.
Besos con cariño
Si fue ella, se nos abre un perdón pro el hecho de que un hijo es algo muy grande y que la justicia hace desesperar al santo Job.
EliminarGracias. A por el domingo, que sea grato
Hombre, claro que el cura está implicado. Ha escuchado en el confesionario al asesino y como ya sabes que el cielo protege al clero y el clero no da muchas explicaciones ante la Justicia humana, pues para mí está claro: es cómplice y bien cómplice. Que llamen a declarar al cura en la Sala de lo Penal, por favor. Ay, ¿pero habrá entonces roces con el Concordato? Menos mal que el reino de la Iglesia no es de este mundo, que si no...
ResponderEliminarTal ve le deberían haber llamado a declarar al cura. Ya muerto, capaz que el pobre no fuera el asesino y se llevó la justicia de eliminarle a él. No, con La Iglesia no se juega, fíjate la pederastia secular qué buen refugio tuvo en esa institución.
EliminarUn abrazo y por la justicia, la humana, a poder ser
La justicia terrenal falla mas que as escopetas de feri y la divina me parece escasa y tardía. Aquí toca la justicia personal. Desde luego eres genial escribiendo historias cortas y no es sencillo resumir. un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias. Al final, si hubiera habido un caso así, la justicia pasa por recoger a esa madre capaz de llevar a cabo una venganza, cansada de spera la justicia humana.
EliminarUn abrazo y a disfrutar del domingo
La muerte del comisario fue de lo más inoportuna para la resolución del caso. Nadie siguió la pista que dejo en el aire.
ResponderEliminarLa madre debía ser conocedora quizá de esa investigación o quizá sus sospechas ya iban en esa dirección. No sabemos si todo ello era infundado o no, pero el caso es que se tomó la justicia por su mano. Y eso... no es bueno.Primero porque eso no se puede hacer y segundo, porque si se ha equivocado el verdadero asesino de su hija... se va a ir de rositas. Sería terrible.
Muy buen relato, Alba. Muy bien llevado. Me ha resultado muy entretenido. Bravo👏🏼
El tema está en que no sabemos si el cura era el asesino o no, pero cabía la duda. También el detective narrador se queda tan pancho asumiendo que la madre era muy pesada con tanto ir a comisaría. Poca empatía sigue habiendo.
EliminarUn abrazo y gracias
Que triste es morirte después de la jubilación, pero pasa muy seguido. Saludos amiga.
ResponderEliminarPsa mucho tras la prueba de esfuerzo que hacen a los cardiópatas, ya ves. El comisario debió haber vivido un poco más.
EliminarUn abrazo
Estaba como colérica, amigo :-). Broma. La justicia es muy lenta, demasiado, y la burocracia ni te digo, así que una madre, con mi ficción, se gana el perdón, si es la culpable de la muerte del cura, claro.
ResponderEliminarUn abrazo, Julio David
A la pobre madre no le quedó otra que tomarse la justicia por su mano. Acabar con el supuesto culpable fue como matar dos pájaros de un tiro: descansó la madre y también la policía. Vaya consuelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Igual sí que le quedó poco margen de maniobra a la buena mujer. Yo confío en la justicia, de entrada, lo malo es que haga tantos esfuerzos en que acabemos por desconfiar de ella.
EliminarUn abrazo y domingo bonito
Las apariencias engañan, en un sentido u otro.
ResponderEliminarComo Toro, espero que el cura sí haya sido culpable...
Un abrazo grande
Es que si no lo era, menudo fallo, amiga. Pero quiero creer que era él.
EliminarUn abrazo y feliz semana
El comisario hizo como Clint Eastwood en Gran Torino. Igual no tenían pruebas y mira...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues las pruebas claras no estaban, pero esa madre tal vez ayudada por el detective narrador, se quedan a gusto dejando fuera de combate al cura :-)
EliminarUn abrazo por una tarde bonita