sábado, 7 de agosto de 2021

Lago en verano

 


Imagen de Bic naranja

Cuando me ascendieron a comisario, el día en el que cumplía cuarenta, poco podía pensar que mi primer caso fuera una suicida. No quise ver el cuerpo hasta saber un mínimo de datos. El forense tardaría una hora como mínimo.

Una señora duerme en el agua había dicho la nena que dio la voz de alarma.

Dijeron que se alojó con un nombre que resultó falso, que la recepcionista de esa tarde estaba estresada y no le pidió el pasaporte, ni una tarjeta bancaria. Contaron que llevaba tres días hospedada, y que salió poco de su habitación durante la estancia. Las señoras de la habitación contigua chismorrearon que creían haber visto a un hombre que entraba en la habitación de la finada, si bien en el interrogatorio manifestaron demasiadas contracciones y dudas sobre el hecho.

Olga Smith, nombre con el que se registró, parecía ser del este de Alemania por su acento. Los informáticos pudieron confirmar que la última llamada recibida era de un teléfono prepago y que el resto de comunicaciones eran a una docena de números, ninguno de alguien que pudiera decir nada importante. No tenía familia alguna, según se dedujo. Tampoco amigos, o novio, o esposo, o amante. 

Cuando miré su rostro me quedé helado. Era Helena, la rubia de mi verano en Madrid en un postgrado de la Complutense. La imaginé sentada en la cama, con la ventana abierta, contemplando el precioso paisaje suizo con el lago reverberando destellos de un sol estival. Le supuse una vida solitaria. Recordaba perfectamente que hablaba poco, por miedo, según me dijo, a “La Stasi”, donde su padre trabajara durante décadas. Siempre pensé que era producto de su fantasía, aunque no pude conseguir localizarla cuando me dejó.

Recordé su mirada ensimismada, su español de academia y sus muslos de alabastro. Lo último que supe de ella, hace veinte años, es que se fue precípitadamente, rompiéndome el corazón.  Ahora, al verla inerte, volvieron a mi mente las noches de luna y vinos, de caricias rompiendo los miedos de ella y mi propia impericia. No comenté a nadie que la conocía, si es que la conocí alguna vez.

Una tumba con un nombre ajeno, sin nadie que la acompañara, salvo yo, guarda su secreto para siempre. Qué soledad de entierro, qué tristeza, me dije. Y mi vida siguió.


59 comentarios:

  1. Esta vez no hay sonrisa y sí una reflexión con ese final. Felicidades por esa facilidad que tienes para el relato.
    Un abrazo.

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    1. Grcais. La vida siguió, para él, para todos, menos para Helena, pero es lo que tiene vivir, eso de ir dejando gente por el camino

      Un abrazo

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  2. Interesante relato. Te dejo un saludo.

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  3. Un relato muy bien escrito,
    -Una mujer duerme en el agua--
    Una buena trama la que nos presentas...Y así es, uno desaparece de la vida , y el resto continua su vida ...
    Albada, no somos nadie.
    Un abrazo y feliz tarde noche de verano.

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    1. Así nos vamos, como durmientes, dejando alrededor a quienes nos amaron, y que siguen su vida.

      Por un domingo hermoso para tí. Un abrazo

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  4. Una mujer que duerme en el agua. Profundamente poético. Hace año se fue de la vida del personaje narrador. Y en el presente, se ha ido de la vida.
    Y el comisario, que pudo haber disipado su soledad, no podrá decir quien fue ella, por no saberlo.
    Un abrazo.

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    1. Era la idea, que no estuviera seguro de quién era ella. Tal vez era Olga y le mintiera en el pasado. Quién sabe.

      Un abrazo

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  5. Te ha salido toda un novela con cuatro pinceladas.
    Me ha encantado. Un beso.

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    1. Podría ser una novela, desde primeros de siglo hasta el presente. El comisario habái vivido, pero ella, sin duda, también.

      Un abrazo, y gracias

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  6. Qué gran relato, Albada! Me encanta el dominio que tienes para crear escenas tan reales. Un placer leerte, siempre. Ay, los recuerdos siempre vuelven.

    Mil besitos y feliz finde, bonita ♥

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    1. Eres muy amable, son relatos, a veces como un resumen de una trama más amplia, que, en este caso, duraría veinte años.

      Un abrazo,y feliz domingo

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  7. Parabéns por nos contar uma história rica e interessante.

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  8. nunca se sabe lo que puede pasar por la mente de una persona que se suicida...
    y por cierto, me has hecho pensar en la época en que alemania estaba dividida. la gente de la antigua alemania oriental, seguro que no era tan espartana como nos hacían pensar. tendrían sus alegrías y sus penas, sus amores y sus desamores...
    abrazos!

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    1. Era espartana. La Stasi llevaba décadas funcionando, y por supuesto no pudo desaparecer de la noche a la mañana, como el muro. Creo que hay miles de "espías" que se reinventaron, cuyas vidas son apasionantes.

      Un abrazo

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  9. Pues no es broma ni ficción del todo tu texto. A medida que avanza la vida hay una pérdida paulatina -a veces precipitada en poco tiempo- de vidas de padres, de amigos, de amantes o novias. Y todas esas desapariciones, con su casuística sentimental o emocional, afectan mucho. Solo pensar en lo compartido con unos y con otros y saberlos muertos estremece un poco. A veces hago el ejercicio de recordar con precisión encuentros y camaraderías y acabo siempre emitiendo una sonrisa burlesca. La vida es siempre, también, la muerte. Sigue escribiendo en esa dirección. Gracias.

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    1. Es ficción pero pudiera ser real. Hay hijos de espias de la Stasi que habrán vivido vidas extrañas. Por el camino de la vida van quedando amigos, familiares, personas que un día fueron importantes para nosotros. Hasta los recuerdos tienen como un halo de fantasía, y al final no sabemos qué fue real.

      Un abrazo, y gracias

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  10. El recuerdo de una persona, revivido en su último instante.
    Quizás sí se lo proporcionó "La Stasi"

    Un beso.

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    1. Juraría que fue un suicidio inducido, fíjate qué te digo :-)

      Un beso

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  11. L0s investigadores en el campo policial, también se llevan sus sorpresas, porque también tiene su vida íntima, donde jugó el amor. Un abrazo. Carlos

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    1. Claro, son de carne y hueso, y puede pasar que un día miren un cadáver, y resulte ser alguien conocido.

      Por el amor, pasado o presente. Un abrazo

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  12. Muy buen relato, tanto que al leerlo uno lo hace desde la perspectiva del protagonista, eso solo se logra con una buena historia.

    Un beso dulce y dulce fin de semana.

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    1. Muchas gracias. El comisario acabó siendo el único asistente del entierro, y así quise dejar constancia de lo que imaginé. De la enorme soledad de la mujer.

      Un abrazo, Dulce

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  13. ¡Hola, Albada!
    Apasionante y misterioso relato; con un final trágico y triste, de un amor que fue en algún momento bonito.
    Me gustó.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, me quedé con la imagen de un comisario ante una tumba, y de ahí salió el texto.

      Un abrazo, y por un domingo estupendo

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  14. Aquí había un sospechoso, el único que la conocía, y móvil. Y el hecho de que en el relato en primera persona, no haya una confesión, solo indica que tenía miedo a que el escritollegara a manos de alguien y lo publicará. Esa sería una posible cómplice😜
    Besosss, amiga

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    1. No puedo ocultar que me encomendaron ayudarla a caerse al lago. Eso sí, me pagaron bien;-)

      Un abrazo grande, amigo

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  15. Una muerte. Asesinato? Suicidio? Lo dejas a gusto del lector en este intrigante, melancólico y triste relato que genera espectación y al mismo tiempo trágico, pero bien pergeñado y bien contado. Buen relato acorde con esta época del año.
    Abrazos.

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    1. ASí cada quien se monta su historia. Yo creo que fue suicidio inducido, ya ves.

      Muchas gracias. Un abrazo

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  16. Los Seres solemos reconocer nuestros límites. En algunos casos puede tratarse de suicidios. En otros la muerte llega tratando de salvar una vida, como lo fue el caso de la francesa ANNE DUFOURMANTELLE, Profesora de Filosofía y autora de "ELOGIO DEL RIESGO".

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    1. De hecho el ser humano tien los más avanzados gestos de salvar, de altruismo, peor también los más agraves deseos de destrucción, incluso a sí mismo.

      Muchas gracias, ahora veo ese Elogio del Riesgo. Un abrazo

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  17. Por contar en primera persona la historia, el único sospechoso es el comisario que obstruye un procedimiento policial. Saludos dejo.

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    1. Tenía motivos muy turbios motivos para llegar el primero, eso sí.

      Un abrazo, amigo

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  18. Estupendo relato Albada. La vida sigue, siempre, pobre Helena, que sola esta en su sepulcro...... Saludos amiga.

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    1. Siempre sigue, y no para por una muerte, es verdad

      Un abrazo, Sandra

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  19. Mi bella Albada, eres única mi amiga,
    te admiro en todos tus relatos y en esa
    respuesta que dices ayudaste a caerse
    y ademas hubo buena paga, jaaaa, buena
    tu respuesta y todo lo que escribes.

    Besitos dulces

    Siby

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    1. jaja, es que como comisario impostado no parecía que debiera ayudar en la investigación :-)

      Un abrazo

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  20. Un relato precioso jugando con esa mujer del agua en uno de los elementos propicios para muchas cosas, tanto poéticos como de investigación. En fin este tipo de relatos me encantan y como dejas al lector siempre atrapado en tus letras. Felicidades por ello, Albada !!!
    Un abrazo y buen comienzo de semana.

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    1. Si alguien queda atrapado, es un elogio tremendo. Son cápsulas de una historia, bastante abierta casi siempre, me alegra que te gusten

      Un abrazo, Joaquín

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    1. No sé dónde es, lo situé en Suiza, como lugar clásico.

      Un abrazo

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  22. Es prestada, pero me encantó, la verdad

    Un abrazo

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  23. Una maravilla de romanticismo.
    La tristeza que deslumbra.

    Besos.

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  24. Bello relato... Y si, la vida sigue...

    Paz

    Isaac

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    1. Siempre sigue, de hecho. Por mucho que nos empeñemso en magnificar nuestras tragedias.

      Un abrazo, Isaac

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  25. Buenísimo relato.
    Te deja con la intriga de qué pasó en realidad. Por otro lado, para el recién nombrado comisario, menuda sorpresa.
    Al final él fue el único en despedirla. Triste... muy trite.

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    1. Es muy triste, porque tal vez él estuvo implicado. Pero sobre todo porque ella se va muy sola.

      Un abrazo, y a por un bonito día

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  26. Uy aquí hay gato encerrado.

    Besines utópicos.-

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  27. Muchas gracias por tu aportacion en el blog
    Que lago mas bonito
    cuidate mucho
    Besos

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  28. el conocio' a alguien que hace mucho tiempo habito' ese cuerpo pero no era ella ,hoy contempla el cuerpo sin vida pero el recuerdo vive para siempre en su memoria, hermoso relato, Un abrazo

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    1. Esa mujer de su memoria ni envejece, ni muere, por mucho que el mundo siguió girando.

      Un abrazo

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  29. Un relato buenísimo, Albada:

    Nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte. La gente que hemos conocido y después hemos dejado de ver.

    Hay mucho misterio en tu narración.

    Podría ser que la mujer no se suicidara sino que la "suicidaran".

    Felicidades
    Un beso

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    1. Podría ser. Una mujer misteriosa, y tal vez con instinto de desaparecer. O con las fuerzas o informaciones suficientes como para desear hacerla desaparecer.

      Un abrazo, y gracias, Ana

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