Dorotea, en su blog Lazos y Raíces nos propone un cuento má o menos como la Cenicienta para este jueves, y mi participación es la que sigue
Prematura y rubia, a Nina la vistieron con vestidos de muñecas hasta que llegó a pesar tres quilos. Pequeñita, sonriente y muy curiosa se crio con su abuela y sus padres. Se la protegió mucho durante la infancia, viéndola tan menuda y vulnerable. Llegó al instituto y sobrevivió a las burlas de sus compañeros por su pequeña estatura. No llegó al metro y medio jamás, pero lo que le faltaba en largura le sobraba de fuerza.
Llegó febrero de 2022, y Jarkov, su ciudad, fue bombardeada. Su padre estaba en Polonia trabajando, y así, con la abuela, la madre y una hermana pequeña tenían que huir. Nina tomó el mando de la situación. Como un timonel experto consiguió llegar a la estación y cruzar la frontera, tras dos días de espera. En Polonia, el padre compartía piso con dos compañeros de trabajo, así que no cabían en ese departamento paterno. Le dijeron que no se aventurara sola, que la Cruz Roja acabaría por encontrar acomodo para ella, pero Nina deseaba una vida. De Berlín la encomendaron a París en una delegación de refugiados, y de allí a Madrid, ya que hablaba español.
En mayo fue acogida por una
familia que no tenía prisa en que se espabilara sola, pero, arreglados sus papeles
de residente, presentó su curriculum, parco, a todas partes. La vi ayer, tras acabar
su contrato de monitora de colonias en una zona de Catalunya. Es enorme, es una
chica de veinte años inmensa.
Palabras 243
Eso es crecerse ante las dificultades.
ResponderEliminarUn beso.
Hay quien se sienta en el suelo y llora, esta joven no, ahí está su grandeza.
EliminarUn beso
El poder de la decisión, querer y a conseguirlo, hay personas que tienen ese arrojo. Un buen cuanto actual. Abrazucos
ResponderEliminarHay muchas Ninas ahora. Esta se llama Aina, y son mujeres, los hombres se quedaron allí, muy valientes.
EliminarUn abrazo, Ester
Adaptación. Y decisión previa.
ResponderEliminarCapacidad de adaptación al medio, y decisión para tomar eso, decisiones.
EliminarUn abrazo
La realidad de un mundo que sigue ahí....
ResponderEliminarUn abrazo.
Está muy cerca, no creas. Y van seis meses ya.
EliminarPor la paz, de una maldita vez. Un abrazo
En Catalunya hay un dicho que es " Al pot petit hi ha la bona confitura" ( "En el bote pequeño está la buena mermelada") y muy a menuda es cierto! Inmensa, la pequeña Nina!
ResponderEliminarSí, desde que existe la pólvora no hay hombre pequeño, dicen, y en esta joven su tamaño engaña, pero mucho.
EliminarUn abrazo, amiga
Uma bonita participação. O meu elogio
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Gracias. Es una mujer valiente, aunque pequeña de medidas.
EliminarUn abrazo
Este relato da para una novela, lo que no sepas te lo inventas y listo 😀
ResponderEliminarPodría, pero creo que habrá miles de historias como las de Nina.
EliminarUn abrazo
Pequena por fora e grande, gigante por dentro.
ResponderEliminarGrande garota.
Um beijo e parabéns.
Las pequeñas enormes mujeres. Y abundan. Un abrazo
EliminarVerdad? Imaginación ? Lo cierto es que esa es la actitud que se debe tener en la vida para salir adelante y ella lo ha conseguido. Buen relato.
ResponderEliminarEs tan real como la de miles, cientos de miles de mujeres que huyen, desde febrero, de un pasís que fue su hogar.
EliminarUn abrazo
Diriase un crecimiento sicosomatico. Crecia su grandeza al mismo tiempo por fuera como por dentro.
ResponderEliminarAbrazooo fuerte amiga
Creo que hay muchas Ninas, en Catalunya también, si bien lo del catalán puede ser un poco más complicado para ellas. Pero son listas, mucho.
EliminarUn abrazo, amigo
La historia de muchos inmigrantes y refugiados que deben hacer vida lejos de su patria.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Esta historia la conozco, como decenas más de otras procedencias. Ucrania, y antes Siria, han sido focos de refugiados en marcha. Un horror.
EliminarUn abrazo
Como inmigrante me siento emocionada al leer tu relato...
ResponderEliminarConmovedor,hondo,profundo!
Un besazo enorme!!
Encontráis los recursos internos para adaptaros a lo cambiante, y sobrevivir. España ha sido país de emigrantes. En los sesenta se iban a Alemanía por miles. llegando a seis millones. Y antes, tras la guerra civil suerte de Argentina y México principalmente. Yo también soy emigrante por dos veces.
EliminarUn abrazo enorme
Una mujer fuerte, peso a parecer lo contrario. Lo necesario para sobrevivir. Contundente historia, Un abrazo
ResponderEliminarEs así de real, y de repetido, si bien ella realmente muuy menudita.
EliminarUn abrazo
No sé por qué cuando a alguien no se lo pone nada por delante se dice que tiene muchos huevos. Hay muchas ninas que no los tienen, ni falta que les hace.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un error, hay muchos más hombres cobardes, en lo principal, que es vivir y sacar adelante a los hijos, que mujeres. Cada guerra demuestra esto fielmente.
EliminarUn abrazo
Ay que bonito que tuvo un final feliz después de tanta tragedia. Un beso
ResponderEliminarSi entretanto no pierde al padre y su madre y abuela van bien, será un feliz final. Pero no lo es. Tal vez quisieran volver todos, pero en este caso el edifcio no está ya, son ruinas.
EliminarUn abrazo
Un cuento de cenicienta... El príncipe no llegó. Nunca la busco, porque ni un zapato dejó, corrió a las doce campanadas y sin esperar a que llegasen a buscarla, construyó su propio paladio.
ResponderEliminarSi, soy Gustab... Aun busco mi palasio, pero las princesas no me dejan salí.
Construir su propio palacio, donde no quepan ogros. Pero la guerra será una nube sobre ella. Sí, los príncipes azules ni están ni se les espera :-)
EliminarUn abrazo, Gustab
Un relato que guarda una enseñanza de cómo crecerse en las dificultades y su recompensa.
ResponderEliminarBesos
La moraleja es que no hay mujer ni hombre pequeño si por dentro no son cobardes, timoratos ni pasivos. Ponerse a llorar nunca es una opción
EliminarUn abrazo
Una historia muy bella sobre una pequeña gran mujer. O como decimos en catalán: "en el pot petit hi ha la bona confitura".
ResponderEliminarUn abrazo.
Los perfumes más persistentes son en frasquitos pequeños también :-)
EliminarUn abrazo
...y cenicienta hoy luce sus zapatos de cristal que la estaban destinados En España consiguió su príncipe
ResponderEliminarPues no sabemos qué zapatos le depara el destino. Espero, sin embargo, que renuncie a príncipes azules, por salud mental, que ya bastante tiene ella. :-)
EliminarUn abrazo
Un bonito relato, como crecer ante las dificultades.
ResponderEliminarUn abrazo Albada.
No hay mujer pequeña que no crezca. Bueno, sí las hay, pero abundan las valientes.
EliminarUn abrazo
Heroes que con caracter salen a flote. En este caso una persona con grandeza en el alma
ResponderEliminarEs enorme, a pesar de su tamaño. Y habla y entiende español hasta en los chistes e ironías. Es muy lista.
EliminarNo habrá nada que la detenga. Un abrazo
Tan real como la vida misma , bonito relato , besos de flor.
ResponderEliminarEs real, literalmente, y me dió esa imagen que encunetro alentadora para los demás. Un abrazo, Flor
EliminarPor acá decimos que, ''tiene ovarios'', las decisiones son las que nos marcan y ella las ha tomado, una gran historia
ResponderEliminarAbrazo
Ella, y muchas mujeres, marcando el destino de quienes van con ellas.
EliminarUn abrazo
Las grandes almas tienen voluntades aunque se nazca grande. Mi saludo cariñoso.
ResponderEliminarEs la grandeza que importa, la de las almas, es verdad.
EliminarUn abrazo, amigo
Ya lo creo... ¡muy grande!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la historia.