El sábado, en un pueblo cercano a Barcelona, nos reunimos, comandados por una poera amiga de allí, unos cuantos poetas, recitando al aire libre, y en espacios cerrados, la bibliotaca del pueblo.
Un encuentro interesante y ameno, entre amigos, siendo la quinta vez. La verdad es que salía fluidamente todo, y rematamos la mañana con una comida al aire libre
Me sumo a la convocatoria de Nuria Espinosa sobre el miedo, con este manifiesto, tal vez :-).
El film se estrenó hace meses.
Sentía curiosidad porque supe que estaba basado en un libro sobre la figura de
ese físico, excéntrico, genio, contradictorio y apesadumbrado que fue Robert J. Oppenheimer
Antes de ir a verla ayer, vi cinco
vídeos sobre él, y una reseña exhaustiva de la película, coincidiendo con el
visionado de los primeros capítulos de una serie de Netflix titulada Bomba
atómica y guerra fría, cuyo contenido es imaginable, y demoledor sobre el ser
humano y su capacidad de infringir daño.
Me da miedo, mucho miedo el ser
humano. Es excelso y malvado, sin límites, al mismo tiempo, así que dejo claro
que creo en la bondad intrínseca, el amor como arma de construcción masiva y en
la conciencia como determinante de nuestra vida, lo que nos hace superiores a los
animales. Dicho esto, me da miedo.
La verdad es que fue un atentado que generó casi doscientas muertes y centenares de heridos. Que desató la solidaridad de una ciudadanía en estado de shock. Que sus efectos secundarios fueron tremendos.
Qué impotencia y qué dolor por tantas vidas rotas.