|
Bouquet de flores. Lema de la acuarela Estamos, Sabemos, Hacemos. |
Talleres que nos alimentaron el espíritu. Fidel sobrevolando por el aire. Aún con globos y con reflexiones.
El de metodología en investigación cualitativa. El arte de las reseñas. El arte de la búsqueda bibliográfica y las reseñas, lo abordamos como un dogma de fe imprescindible. En estas fuentes confirmamos si vale la pena hacer un estudio. Y nos animamos a plantear una hipótesis, o nos desanimamos si confirmamos que hay mucha y buena documentación sobre el tema. Y constatamos entonces, que poco podemos aportar. La investigación cualitativa tiene unos visos diferentes. Y me impactó cómo presentaron, a propósito de un caso, el nacimiento y renuncia paternal de un niño con síndrome de arlequín.
La ponente Cristina Rey, para variar, nos abrió puertas, con suavidad y sapiencia. Paciencia y saber hacer. Las compañeras M. José y Maria Jesús, en sus líneas, de tablas sedimentadas.
El taller alimentario, en cuanto a alergias e intolerancias resultó recordatorio de aspectos que a veces ignoramos o simplemente no tenemos en cuenta en la forma exhaustiva necesaria.
La ponente y amiga Gisela estuvo, como siempre, maravillosa, cercana, abierta, accesible y cordial.
El taller de emergencias y suturas, con sus ninots para prácticas, sus pies de cerdo para suturar y la enorme humanidad y talento docente de Enrique Álvarez, no tuvo ni una pega, ni un segundo de dormiditas postprandiales. Un placer de prácticas y de gozar de la experiencia enfermera de un profe excelente.
El taller de terapias complementarias me sorprendió. La arteterapia a través de la pintura y los colores es un tema que no por intangible me parecía menos interesante. La docente Agustina es una pintora libre, respetuosa de los cantos que el alma expresa a través del dibujo y del color, y me quedé prendida de su humanidad y de su técnica.
El del reiki, algo totalmente ignorado por mí, me abrió una puerta a lo que sé que no se puede tocar o medir. Pero sabiendo que aunque la ciencia no defiende al alma, yo acepto la expresión de “enfermedades psicosomáticas”. Y por ello me asomé una horita a esta materia, con dudas que no llegué a resolver pero que me enriquecieron.
La piscina, la hierba, la bici, el aire... me llamaban más que el aula. Y soy partidaria de escuchar la sabia naturaleza cualquier corazón, hasta del mío. Volviendo a la hora de cenar con el corazón libre y la mente clara, el corazón en paz y las neuronas calmas…la cena se dejó acabar con postres magistrales, de cum laude. Repostero excepcional que nos brindó postres de sabores y complicidades.
La noche trajo la música, la bienvenida a los nuevos fichajes de la junta. Abrazos, recuerdos, charlas, luna y estrellas, secretos a media voz, esperanzas y confidencias. Balances. Besos. Baile.
El sábado, cargado de valoraciones para hallar un ganador de ponencias. Eva Torres exponiendo, novata para notable alto. Risas. Puesta en escena de la despedida de Ana de Barrena y los miembros de la junta anterior. Resulta que como vocal yo renuncié en 2010. Y mira lo que es la vida. Leí unas frases en memoria de Ana, pero recordé en mí a Montse. Y como por arte del birlibirloque, me ví recibiendo, o encontrando, no sé bien... un ramo de flores que ni esperaba y que jamás pensé que me hablara lo que me llegó a decir, y que os explico.
La ACIP ha sido parte de mi vida profesional y en parte personal. Donde dejé y obtuve regalos y sueños, proyectos y anhelos. Hallé a Ana de Barrena, a Nati, a Mercé, a Eva, a Isabel y sobre todo a Montse Guitart. A Anna Pedraza y a Sandra ya las conocía y sigo caminando cerca de sus caminos. Montse ha sido y es, una gran señora, como Ana de Barrena, como todas. Pero ella, por edad tal vez, me acogió, me mimó, me valoró y me quiso.
La flores, salvajes y con una mariposa blanca prendida entre ellas, no sé quién las eligió. SON yo. Por eso, por estos años de sentirme en casa, por la complicidad de un grupo de Berga que me acogió sin prejucios y buscó mis puntos fuertes sin prejuzgar mis puntos débiles…Gracias ACIP.
Chapeau a la junta saliente y bienvenida a la entrante. La singladura de Anna, Sandra, los nuevos Patxi, Carol, Cristina, Conce y Maite irá bien. No lo dudo.
Pero ese bouquet de flores siempre, en la foto, me recordarán mi paso por una gran asociación.