Desátame ese nudo que me abraza.
Con tus dedos de calcio y amapola
Aflójame los cabos que me amarran
A esta vigila espesa que me asola.
Tú dijiste- “no me dejes”.
En mitad de aquella noche
Que sembraste en mi parterre
Un ruego de...-“no te alejes”.
Incendiaria por quererte
entre la noche y la aurora.
Rota. Mi alma quedó rota
Oscura, negra y honda.
Desátame ese nudo que me ata…
deshojándome. Margarita herida.
Devuélveme la paz que me arrebata
el alma de mi mar, tan consentida.
Un "adiós" doloroso, más cuando la otra parte desea apretar ese nudo y pegarse a tu espalda.
ResponderEliminar1 beso.
Genial.
Gracias Laira por tu lectura. En efecto, cuando uno de los cabos sigue tirando, el nudo es casi imposible de desatar.
EliminarUn abrazo veraniego.
Vivimos en diferentes continentes, pero el sabor del tiempo y sus lágrimas es el mismo, nos ahorca el mismo viento. El problema de los nudos es que son como hormigüitas quese te suben por todo el cuerpo y te pican todas las conciencias, difícil o imposible desatarlos, cada uno carga su propia ración de nudos gordianos...
ResponderEliminarSin duda, nadie, absolutamente nadie está libre de nudos gordianos. En este ejercicio, juego con ese tema.
EliminarUn fuerte abrazo Lucía.
La poesía ayuda bastante a desatar los nudos, en el alma, el la garganta. Excelente.
ResponderEliminarGracias Alvaro por tu lectura. Como decía Lorca a Gerardo Diego..."lo único de lo que puedo hablar de mi poesía".
EliminarSiento decirte que no puedo comentar las entradas de tu blog. Tan bella puesta en escena, con esas fotos en forma de possits y no puedo.
Gracias por pasar por esta , tu casa, y comentar. Un cariñoso saludo.
Amores y desamores, deseos contrapuestos. Angustias.
ResponderEliminar¿Es bueno amar, enamorarse, desear? Otra duda que me asalta. Esta vez creo que no.
Besotes con cariño llenos de libertad de sentimientos
No hay dudas. Es bueno.
Eliminar¿Vale la pena?, eso no lo sé.
Este poema es un ejercicio que brotó tras otra noche de lectura de Lorca. Y ese poso de amor no correspondido se contagia.
Un abrazo libre. Como el mar.
No añado nada a los comentarios que se han vertido sobre el contenido, precioso y de una sensibilidad que quema el alma. Pero sí quiero comentarte que el estilo, la métrica y la estética en su presentación (endecasílabos y octosílabos) componen un conjunto francamente bello. Has dado un salto prodigioso en el tiempo y el poema parece surgido de una antología de cualquiera de nuestros autores clásicos.
ResponderEliminarAbrazos con rima
Leyendo a Federico es casi imposible no escribir. Te Agradezco mucho tu comentario, porque tus poemas son de una frescura y una limpieza asombrosa. Me encantan, porque me hablan.
EliminarUn fuerte abrazo Groucho. Desde mi humilde cocina, con sabor a mandarina.