Se iba quitando la ropa
dejándose las sandalias
hasta llegar a las rocas.
Llevaba en sus manos hebras
de lirios y caracolas.
En su cintura, claveles
y en su piel, el alma rota
Dicen que fue esa muchacha
que en mala hora conoció
quien le dejó malherido
y quien le heló el corazón
Yo afirmo que fue otro talle,
en el que nunca anidó
lo que le quitó el sentido
a negar,... su propio yo.
¿Muere por otra, o muere por si? En cualquier caso muere por amor.
ResponderEliminarTengo que pensar mucho si morir merece la pena. Creo que no.
Un besote vivo y bien vivo
El texto está inspirado en la negación o no aceptación de una tendencia sexual.
EliminarYo opino que jamás merece la pena morir, o dejarse morir. Y mucho menos por amor. La homosexualidad no puede enterrarse porque es matarse a sí mismo en lo más profundo de la personalidad.
Un abrazo vivo, cómo no.