Óleo de Modesto Trigo Trigo |
Cada uno era el botón negro sobre la otra esfera blanca, buscando la
policromía de un deseo a punto de levantamiento de armas. Ese que discurría entre
líneas, y bajo las líneas de flotación.
Se leían entre risas pletóricas,
mientras derramaban aquellas
confidencias que atesoraban para sus encuentros virtuales.
Vestían de Arial cinco frases de
seducción, con hilos de fantasía, donde la bata de estar por casa eran medias negras, y el pijama, un ligero con
blonda blanca.
Se intuían tentando colinas,
descendiendo a muslos perlados, artesanos con manos de trapecista, y besos de
mago con chistera y sin varita.
Dibujaban con Calibrí palabras de
amor imaginado, con pespuntes de ilusión, donde el chándal era un esmoquin
negro, con toques de pachulí.
Se acariciaban entre hilvanes de
puntos suspensivos. Dibujaban en cursiva, con interrogantes y sin signos de admiración, dejando que los mensajes
reflejasen vainicas de deseos
prisioneros en las cuartillas de plasma del ordenador.
Los barrotes confinaban un máximo
de cien palabras donde nadar, entre los seis mil quilométros de océano de
soledades, por donde navegar sin timonel.
Cuando descubrieron el tapiz de
nudos gordianos que habían trenzado durante dos años, se rindieron a la necesitad de encontrase, para desatar las letras, y anudar los brazos de la realidad.
El falso licenciado alquiló un
departamento y un auto, dejando atrás los reproches por un dispendio que no
podía abordar.
La señora de la limpieza pidió un
crédito personal para el viaje a Cancún, sin reserva de hotel, y con ropa
interior de estreno.
La realidad les encontró con el
paso cambiado. Entre palabras extendidas a mamporros, los mejores amantes resultaron
dos desconocidos, sin nada que compartir.
No llegaron a subir de la mano a esa terraza, con vistas a ese océano caribeño, cuajado de los retozos de Tahoma subrayados, ante un plasma incorpóreo de irrealidad.
Me ha gustado mucho tu entrada. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias por tu lectura.
EliminarUn abrazo virtual. :-)
Menudo chasco.
ResponderEliminarY no virtual...
Besos.
Esas cosas de la virtualidad, que a veces adelantan por la izquierda a la ficción.
EliminarQuede claro que conozco casos en los que la realidad fue aún mejor que los tanteos vistuales previos (y en cualquier tipo de letra).
Un beso virtualmente real.:-)
ufffff coincido con Toro.
ResponderEliminarEsta entrada tuya en especial, es una de las que más me ha gustado.
ENHORABUENA
CARLOS
El tono que busqué, que estuvo por la labor, Carlos.
EliminarLos chascos, esos viejos conocidos por todos, vistuales, reales, virtuales o sabidos sin constatación real, que se pueden tratar de muchas maneras. En mi humilde opinión.
Un cordial saludo.
Albada, es una entrada muy original.Se lee con agrado y mantiene el interés de llegar al final para "deshacer los nudos gordianos". ¡"A cuántos no les pilla la realidad con el paso cambiado"!...
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fanny. Esos nudos de aparente imposible desatado, donde nos metemos a veces. Y sí, la realidad creo que a todos nos pilla alguna vez con el paso cambiado, y damos un saltito, casi un brinco a un solo pie, para que en un desfile entre muchos, pase casi inadvertido.:-)
EliminarUn abrazo.
Estupenda narración, Albada. Me gustó mucho la forma en que abordate la historia con toques de gramática, caricias imaginadas, proyectos a través del monitor... Y el final con un toque de realidad que redondea la faena. Un placer leerte. Un beso desde Buenos Aires!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura. Los toque gramaticales, los tiempos de esas relaciones epistolares diferentes...todo es una forma de abordar la virtualidad que quise plasmar, con menor o mayor acierto.
EliminarUn cordial saludo.
Triste compendio de realidad disfrazada de virtual. Es una historia brutal, cargada de soledad no contada, solo escrita a los cuatro vientos.
ResponderEliminarSaludos
Exacto. Encontré la excusa perfecta para hablar de la soledad vestida de comunicación escrita, que puede ser declamada, pero sin duda desde islas alejadas de otro océano que no sea la de los anhelos guardados bajo llave.
EliminarUn saludo, Nel. Gracias por tu lectura.
La realidad virtual puede ser, muchas veces, como la pintura que ilustra la entrada, hiperrealista.
ResponderEliminarLa lata de Coca-Cola , en colores y real, a los pies de la estatua de una mujer en forma de escultura inerte.
EliminarLa realidad, con programas,de fotos, de vídeos y unos teletipos que ya son de twiter, es bastante irreal, Por qué entonces los amores se quedan en sucedáneos muchas veces, cuando adoptan este sistema de comunicación?. Pero pueden llevar a los mejores momentos de encuentros por toda la eternidad?. Cuestión de suerte?.
Un cordial saludo..
Le puedes llamar suerte, destino, providencia, lo que sea, pero es evidente que hay cosas que están fuera de nuestro conocimiento y alcance, algo que a veces hace pensar que nos manejan los hilos...
Eliminar...la cruceta de un sueño llamado azar. La tecnología nos puede aclarar todo concepto, incluidos las prescripciones, y cualquier sensación. Lo que no sé es si logrará atrapar en un discurso químico lo que acaba funcionando entre dos humanos y lo que no funciona. Porque al final...
EliminarUn paseo por la virtualidad de la red, plasmado en una frustración de sueños de seducción, agotados en la playa de la cruda realidad.
ResponderEliminarUn abrazo, un placer leerte.
Es exactamente eso, donde la realidad ocupa el espacio de una lata de resfresco en medio de un océano de posibilidades. De seducción, en este caso. Y escorada al fracaso, como podía haber sido a la inversa, en una realidad de refresco inmneso y un rinconcillo de fantasía previa, que se olvide pronto desapareciendo del cuadro.
EliminarUn abrazo, virtual ¿? Nos vemos, virtualmente.
qué bueno, qué imaginativo, y qué crudo, muchas cosas en pocas líneas. es una costumbre ya visitar tu espacio siempre q paso por el eskup de El País, sana costumbre diría yo. un abrazo.
ResponderEliminarGracias Alejandro. Ese espacio de interacción virtual, como otros muchos, son terrenos todavía por conocer a fondo. Toda relación, real o virtual, forma parte de la necesidad de comunicarse con sus semejantes del ser humano.
EliminarUn brazo.