martes, 20 de enero de 2015

En un despertar dormido

Foto de Internet

Amo la gravedad de los silencios.
Esas reválidas, así aprobadas,
entre posos del café recién molido.
El hambre de luz que no hay quien sacie, 
en las insomnes noches sin visillos.


Me subyuga la sed por otros labios.
La dulce tentación de pies descalzos, 
tras un amor pasado y derretido.
Las notas de la noche en los pianos,
… y sus sones, nutriendo mis latidos.

lunes, 19 de enero de 2015

Cada día más mendigos


Ayer, a  la entrada de un supercito que abre cada día, y hasta las dos de la madrugada, había un perro. Un labrador, muy bonito, y echado en el suelo, tranquilo. Yo dejé a mi perrita Tart sujetada a la barandilla que ahora remata el alfeizar de la ventana de vidrio, y entré a comprar un barra de pan. Digo ahora, porque antes ahí se sentaban a tomar lo que algunos compraban dentro. 

Al lado del labrador canela estaba un borracho con mochila apoyada en la pared. No una gran mochila, sino pequeña, y con una botella de plástico, con vino, y quien, por supuesto se dirigió a mí.
- " Soy un borracho de mierda", dijo señalando la botella, ...pero qué perro tan bueno tiene.
-  Bueno, es que muy mayor, dije desatando a la perra.
- Yo soy un borracho de mierda, volvió a decir,... a ver si me puede ayudar. 

Con la perra sujetada en mi mano, me giré ya un poco mosqueada...
- Lo de mierda lo dice usted.
- Para más vino no le puedo dar, pero si quiere esta barra de pan, con gusto es suya.

No la aceptó...porque repitió que era un borracho de mierda, y ahí le dejé, en la entrada de un supermercado regentado por un paquistaní, que entiende qué necesitamos los españoles...una tienda donde comprar pan o vino, un domingo por la tarde. Si aún nos queda dinero para comprar.

Un par de zapatos, de Van Gogh, Tomado de Google

sábado, 17 de enero de 2015

Soneto para un piantao



Me ahorro la incendiaria luna llena.
Las luces de neón sobre la cama.
Los nudos desatados de las ramas,
que entraron con sigilo en tu melena.

Me escapo de las llagas de las penas.
Del hedor de esas raspas sin escamas.
De la avaricia infesta que desatan
los cantos amputados de sirenas.

Sin más don que mi fe en la fantasía,
te ofrezco sólo el fruto de mis manos:
palabras, risas, sueños, o poesías

Con callos y deseos mal orquestados,
hurgo en esos trucos de artesanía,
por hacer de piantao...así, a tu lado.





martes, 6 de enero de 2015

Perfume para Angelina


Angelina es la mujer que conocí en Nochevieja, en casa de mi mejor amigo, y quien me dejó la piel helada y el corazón colgando de un hilo de espumillón, aromatizado y brillante. Esa noche acabamos bailando una conga, en la que me cogí a su cintura, sin permitir que nadie tomara mi sitio, a pesar de trazar eses por la casa, llegando al jardín bajo la luna creciente, y sobre mis sueños en estado de arrebato.

En ese  trenecito viajé a los pétalos de un amor de ida sin vuelta, del que no puedo bajar. Pedí a los Reyes la inspiración para hacerle un perfume,  a pesar de que mi oficio es interpretador de sueños, pero quise probar un aroma por destilación para ella, que pudiera traspasar en su piel lo que me hace sentir su presencia. A pesar de que ahora no está a mi lado. No pude volver a verla, y sólo sé que vive en Barcelona y que le tocó lavar los platos tras la cena, pero ella, con unas alas de hada buena, y enfundada en unas transparencias sugerentes, hizo unos gestos divertidos y evocadores, y acabamos en una serpiente de personas sujetas por las cinturas y las manos, entre unos ritmos caribeños y una base de champagne y uvas en digestión.

He estado todo el día haciendo un destilado, entre alambiques, alcohol y recetas milenarias, para conseguir la esencia que encaja con su manera de ser. La parte vegetal que he usado ha sido musgo de encina, jara-láudano, pachuli y narcisos. He añadido unos toques de sándalo, pizcas de cuero, y miles de besos al aire de los deseos entre vapores de combustión de suspiros.

El frasquito que ahora tengo en la mesa es muy pequeño, pero con él he impregnado un pañuelo  hace tres horas, y el aroma ya impregna las paredes del comedor, las cortinas, y los cuadros al óleo que visten mi hogar. Creo que desde la calle se huele la presencia de Angelina. Acabo de llamar a mi amigo, para contactar con ella, pero me dice nunca llegó a su casa. Que no puedo conocerla porque le llamaron al día siguiente, estrenando el año, para decirle que había fallecido en el único accidente mortal de tráfico de esa tarde de fin de año.

Ahora, que el perfume está listo y mi corazón en estado de gracia, ¿he de dejar ir esos sueños encerrados en un vidrio de corazón de esencias por determinar? Si la encuentran, en algún lugar donde las hadas habiten, le dicen que la esperaré, con su perfume de ángel, embadurnando mi piel.

jueves, 1 de enero de 2015

Feliz Año



Quien más quien menos hemos sobrevivido a la Navidad y al Fin de Año. ¡Y con qué estrés!



Pasada la etapa de montar un Belen, o el pesebre. Con un río de papel de aluminio que de tan limpio parece imposible, y con esas palmeras que luego rociamos con nieve...que ya me dirán que contradicciones!. Y con ese niño Jesús tan desnudo. Pero si era de Noche, pobrecito!, y venga a llevarle los pastores ovejas y gallinas...Un buen abrigo, por favor!. Eso si no hemos optado por un abeto de Navidad, que manda narices el gusto de comprar uno natural y la bobada de uno sintético, pero que en ambos casos hay que calcular tamaño de adornos y número, porque no quede la cosa atiborrada, o de una pobreza de espíritu que quite el alma. Y si se decide poner las dos cosas...bueno, un máster de cálculo y física cuántica como poco.


Todo el mundo lo pasa bien en estas fechas. Pero qué agobios en cena de Nochebuena no? Y eso si es que no hay cuñados pesados en enseñar su ipod. O en Cataluña tengamos algún invitado con afán independentista, porque entonces ya la cena se convierte en una maratón de diplomacia!.
Del Tió o Papa Noel es que ya es un tema aparte. Más estrés en compras, más  dotes adivinatorias de gustos..en fin, que uno acierta o no acierta, pero siempre, y eso es verdad, el espíritu de la Navidad invade de buena voluntad las intenciones, y por ende, los presentes que se obsequian y se reciben.

Lo de la noche vieja es más estrés si cabe, pero esta vez más de mucho más, porque además este estrés viene con límites  de reloj en mano. Las compras para la cena son de episodio de guerra de obstáculos, y su preparación de tetris en acción, porque se ha de cuadrar con la preparación de uno mismo. Y es que está feo empezar el año hecho unos zorros!. Y ojo a los preparativos para el brindis y las doce uvas. De lo segundo por no descontarse al preparar la docenita exacta, y que no tengan semillas! porque entonces, ya si hay que pelarlas y quitarles los pipos, requieres un tiempo y una destreza que no tenemos ya tras atracarnos en la cena!.

Ay, las doce menos diez ya??? Y esas explicaciones de la bola y los cuartos...como si ese reloj fuera un misterio como el boson de Higgs!. En fin, que no falte ropa interior roja, (ay!), y anillos de oro en las copas...ay de ay!, y ojo que empiezan las campanadas.(ay, que si suenan los cuartos..)...Tong. ¡Ahora, ahora, va... Una...!! Tong...¿Cómo que seis? Tong...¡Eh!, ¡deja mis uvas! Tong... ¡Es que se me ha caído una con el gato! Tong... grounfffffff... Me sobró una uva!.. Pues a mí una campanada!

Se sobrevive tragando o engullendo, para brindar y darse un beso ¡con la boca llena! Feliz año, eeeeh, felicidades, grfdddfd... Y ahora suerte que no suenan los teléfonos!. Porque nos pillaban los buenos deseos con la boca sin poder hablar oiga! Vaya manera de empezar el año, no?

Lo malo es que tienes la obligación de divertirte. Así que hay quien remata con fiestuqui, disfrazados de vampiresa, o de duque cuanto menos. Ellas con tacones y con más frío que un cubito, y ellos con baños de desodorante, y chorreando gomina en el pelo. No todos, seamos francos.

Yo ya mejor que no. No estoy para que alguien me coja por detrás gritando Congaaaaa, porque a ver cómo escapas de una de las doce congas que puede haber en un garito! Si hay riesgo de colisión, o con otra conga, o con una columna vestida de adornos navideños! Y eso que no haya heridos, porque si no, tras la ambulancia sigue la fila de congueros hasta el hospital, donde el personal de guardia aún lleva los gorritos y/o, los collares de hawaianos, porque estar de guardia no implica no celebrar un poquillo la Nochevieja. Porque seamos francos...si uno no disfruta de estas fiestas...cuándo va a disfrutar uno, no?

Lo dicho, que habiendo sobrevivido ya...sólo nos queda disfrutar del Año que empieza, Feliz Año!