viernes, 17 de julio de 2015

Michogato sobre el techo de lata

Foto de Internet

Michogato es esa mascota perdida, que vive en la calle, pero que no apatrulla la ciudad. Quiero creer que una tieta de Serrat cualquiera se fue hace unas semanas, y sus sobrinos, huérfanos de mimos que ella regalaba como soltera irredenta, cerrando el piso de la "tieta Marta", no han sabido mantener al gato castrado y viejo en sus respectivas casas. O él no quiere alejarse de su portal de auroras tibias.

Atigrado en gris, bigotes finos, y ojos de terciopelo acostumbrados a la penumbra de las tardes, navega ahora por las calles, a la espera de una Marta al rescate de sí mismo, que esta vez ya no vendrá.

Le he estado viendo, de sombra en sombra por las paredes de los edificios del barrio, sin alejarse el portal 48 de una avenida que no quiere dejar el sabor a extrarradio calé y febril de guitarras y palmas al caer la noche estival.

Acepta que te acerques, pero no que intentes tocarlo, cosa que ni intenté jamás. Le miro, sin más, cómo vegeta sus días en estado de espera sin relojes. Le he visto adelgazando, a pesar que hay latitas delatoras de alguna alma caritativa y felina que le suministra lo necesario para vivir, ...pero sin Marta.

Cada noche dormita o duerme, vegeta o sueña con una mano huesuda, artrítica seguramente, que le trajera la luna blanca por la ventana de sus deseos, con gatas de angora sabiendo a miel entre algodones.

La furgoneta azul marino, con su escalera de trabajo en su lomo, le servía de abrevadero de luces de quita y pon por esta noche, y  sólo cuando un mando a distancia ha activado las luces intermitentes de los delirios de un finde en ciernes, se dignó mirar al tipo de mono amarillo que le rompía la madrugada. 

Le vi tranquilo, mirando a un balcón,  hasta que el sujeto, viendo que se inmutó bien poco con las lucecillas, le ha gritado un -¿vete!, y bajando sin prisas, Michogato ha trepado a un techo de lata blanco, como mi luna azul. 

14 comentarios:

  1. Michogato es grande como ninguno y mas pintado desde tus letras.

    Un placer volver a leerte, te echaba de menos.

    Un beso enorme.

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    1. Es grande, es dulce...es solitario y esquivo a las manos inexpertas de auroras no vencidas.

      Un placer retomar el hilo de tus palabras, perlas insertadas en los espacios blancos de los deseos por no dejar atrás. Un beso enorme, como tú.

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  2. Es la vida del gato callejero... conozco unos cuantos.....
    saludos

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    1. Es la actual vida de este gato callejero, cuyos movimientos me llevan pensar qué pasado y qué futuro tiene entre las almohadillas de sus cuatro patas de rey destronado, porque fue un gato casero, ...ahora sin casa.

      Un saludo

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  3. La vida de un gato, señor de su casa, reconvertido en un triste huérfano solitario, a la espera del calor del ama que no volverá.
    Homenaje a Dickens, supongo.
    Es grato volver a leerte y admirar tus textos.
    Un beso.

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    1. Es un gato serratino.. "Escoltarà el miol d'un gat castrat i vell que en els seus genolls dorm els llargs vespres 'hivern" ...soñando a aquel Rey león, ya sin prestar atención al mejor oficio de acompañante silencioso,

      "camina lento, bordeando la cañada, donde no crece una flor ni transuma un pastor..." No se nota que me gusta Serrta...¿!a que no!¡?

      Un beso

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  4. Nadie le habrá dicho que esta vez es ella la que se ha ido y además para siempre. Con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo.
    Se te ha echado en falta.
    Un abrazo.

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    1. Igual no es de una tieta, sino de una familia que se ha ido de vacaciones y se olvidó del minino!.

      Esas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas...Y al regreso de sus amos vuelva su pan y su gozo, sus mimos y sus bostezos al sol. grcais, también me eché en falta un poco yo.

      Un abrazo

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  5. Entrañable relato. Los gatos que han tenido una casa, lo pasan muy mal, pues aunque haya alguien que les dé de comer, les falta su dueño, las caricias, su casa...
    Me ha gustado que te hayas fijado este gato y nos lo describas con ternura.

    Un abrazo.

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    1. Le veo ahora a menudo. Tal vez su historia la he inventado.Pero es seguro que un gato sin casa, que no amo jamás, echa de menos los mimos que reclama cuando le apetece.

      hay demasiados gatos en solares, en abandonados almacenes o empresas que ya no existen. los hay en obras abandonadas, o en los bajos de los coches en invierno...y muchos de ellos tienen un pasado, que quise imaginar en este atigrado y bello gato gris sobre el tejado

      Un beso, Fanny

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  6. **Michogato vigila
    .a él todas las atenciones. las merece, seguro!!!***

    besos

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    1. Para él, mis más preciadas miradas. Las vale.

      un beso

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  7. Tengo desde hace unos meses un michogato que me ha dejado mi futura consuegra. Es igual a michogato , pero de un degradado tono rojizo. Es la dulzura. Como le ha quedado un síndrome de abandono, nos sigue por toda la casa, cuando no duerme, claro ! Era el motivo que les faltaba a las gatas para sentirse más gatas que nunca! Gracias, Albada Dos por tu comentario en La Salsa Madre. El mérito del post no es mío, sino del Dr. Juan de Dios Ramírez-Heredia, abogado y periodista, Presidente de Unión Romaní Española. Cordiales saludos !

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    1. Imaginé la autoría. Los gatos no "abandonados", pero dejados atrás, son seres que buscan sentir su hogar, imagino. Ahora las gatas se sienten gatas de lujo y poderío...sensacional!.

      Hay otros michogatos, muchos, ayer vi uno en un cementerio...y comentaré en otro post. Un cálido saludo

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Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.