martes, 10 de mayo de 2016

Juego de adjetivos

Estos días voy escuchando ramilletes floridos de adjetivos sobre representantes de partidos políticos. Como si dijéramos que se acercan nuevas elecciones, que serán una repetición de lo sabido, con resultados similares y pactos de obligado cumplimiento, ahora como premisa previa.

Me permito poner un juego de adjetivos, referidos sobre el presidente español actual, por diversos autores, recogido vía copyleft, de las redes sociales ante las votaciones de 2011 que ya usé. Es que toda esta película me suena a dejà vu 


Como arbitrario y caciquil que era, abrió su  ampuloso ego y con afán  crematístico, y en  modo diferido, quedó  sobrecogido.

Un  ruin, avaro, bribón y bellaco rey del mambo, cual usurero, hizo de recortador. Tan egoísta, falso, demagogo y  cínico como el  cobarde y represor que era, rehízo un rancio credo.

Contrató a un ganapán que transportaba a un  gañán violento, charlatán y  sofista.  Siendo de natural insolidario, retrógrado, prepotente y estólido, encontró indecente y  torticero al internauta y sin mediar  hipócrita razón, como oportunista, mentecato, machista y engreído que era, en el anonimato de las redes se creció.

Vestido de soplagaitas y ramplón, garrulo por charlatán y zafio y  marrullero de vocación, siendo  estulto por necio, trolero de nacimiento, fulero por la primaria, farfullero por la edad del pavo, e impresentable de herencia, quedó gaznápiro y embobado.

Como el gandul y perezoso, el holgazán y haragán que era, trabajó de remolón, de zángano de un panal, de indolente de salón.

Ya mayor, y aún negligente, entrenó de engañador, de mentiroso infantil. Y ya puestos en la senda de ser mentiroso, embustero, farsante y tramposo, prosiguió su carrera de estafador.

No es inventado. Este cuento no es falaz. Ni roza lo fraudulento. Pues aunque  ilusorio o supuestamente  irreal, no es capcioso. Es el reflejo en absoluto artificioso, de un  corrupto. Que por  embustero recalcitrante, parece asustaviejas y agorero. 

Aunque sólo sea un  memo, un  palurdo, o un ceporro, ese que parece lelo, sólo es... un simple e infeliz  bobo. Poco más y poco menos.

12 comentarios:

  1. Creo que te excedes en dedicarle tanta atención :)
    Un beso.

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    1. Si no fuera porque el necio con cara de bobalicón no e asunto baladí...los que hicimos el juego dedicamos demasiado tiempo en un personaje que pasará a la historia por frases poco acertadas y recortes muy de tijera larga

      Un beso

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  2. Qué descansada te has quedado.
    Un abrazo.

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    1. Me reí mucho, la verdad, pero descansada, lo que se dice descansada...mirando nómina, yo que he sufrido dos bajadas y un secuestro de extra, pues de momento no mucho. ;-). Pero bueno...

      Un abrazo

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  3. Qué bueno está tu texto, mi querida Albada, opino lo mismo que tú, que es un infeliz bobo.

    Inventan mentiras que ya nadie se las cree, ni siquiera ellos, y al final, se les ve el plumero, pero mejor no dedicarlos más tiempo del que están teniendo.

    Un beso muy grande.

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    1. Y si observas, no se hace mención a maneras de gobernar o gestionar los erarios público o financiación de partidos etc. De hecho, ni hay tarjetas negras ni n, ni papeles de Panama o de Cuenca. Era puro divertimento. Por desgracia el tema no da para un post ludico, sino para reflexión severa de electorado español. Pero vaya...

      Un beso, dulce María

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  4. A unos los recortes de todo tipo: salariales, sociales, asitenciales...

    A otros, sobres de corrupción bajo mano.

    Y no pasa nada...

    Besos.

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    1. No pasa nada de nada. Eso es lo malo de lo malo

      Un beso

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  5. Donde está aquí el icono que aplaude?.
    No te sobra una coma, amigo.
    Besos.

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Ponen un gramo de humanidad. Gracias por leer.