Mi marido es de aquellos
hombres que guardan un amor ciego por su madre, así que hago como que sigo sus consejos, y que los sigo de buen grado. Hoy, luego de ponerlas, mi suegra se frotaba las
manos y sonreía ella al verlas en mi ventana . Nunca me han gustado las cortinas con flores. Las
margaritas me gustan pero no para tener la pared repleta de ellas. Tal vez se
ha notado un poco cuando he soltado al gato, justo en medio de aquel trapo espantoso. Sabiamente, él
se ha encargado de deshojarlas, yo diría que de una en una.
Mi marido ha hecho como que no
se ha enterado, pero luego ha llamado a su madre, contándole,
divertido, que Lego sigue siendo muy juguetón a pesar de haber cumplido diez años. Iremos mañana, juntos, y solos, a encargar unas cortinas.
Por una vez y sin que sirva de precedente, me cae bien un gato.
ResponderEliminarUn beso.
Son bichos que pueden ser muy traviesos y a la vez pasotas. Aquí venía sensacional su gusto en arañar cortinas, y claro, no dejé de usar esa afición felina :-)
EliminarUn beso y feliz semana
Un divertido relato, jajajajaja, y con su moraleja.
ResponderEliminarTambién aplaudo, por esa crítica al amor ciego del marido, jajajajaja, que no seas de esas que tienen un amor ciego por su madre.
Besos.
La figura de una suegra se trata con inquina siempre. Seguramente por estadística. :-). Las hay que son casi como madres, y las hay que saben hacer de madrastra malvada
EliminarUn abrazo
Jajajaja… Bueno buenísimo, mi querida amiga. Y cuánto sé de esos gatos destroza TODO con sus siempre afiladas uñitas… Pero me encantan, no puedo evitarlo. Y detrás de tan ameno relato, una verdad a gritos, aunque sí es cierto que hay casos en los que esas suegras son verdaderas delicias… y que, ell@s, no están tan arraigados ciegamente…
ResponderEliminarMe encantó. Y la imagen de Lego, una preciosidad!!
Bsoss enormes, y feliz semana.
Lego trajo una alegría a la casa, cargadita de bromas, de juegos, de demandas de que le tiráramos una bola de papel, que sigue siendo su pasatiempo favorito y dan fe los bajos de los sofás. Es una alegría jocosa, revolucionaria, y que me ha hecho reñirle tanto y tanto porque no hacía caso que hay para hacer un libro gordo de Petete.
EliminarPronto hará cuatro años, pero le puse diez en el relato ficticio. Cosas de los blogs :-). Me alegra te haya gustado
Un beso grande, Ginebra y feliz semana
A grandes males, grandes soluciones.
ResponderEliminarBesos.
jajaja. Muy bueno el comentario, Toro, a suegras impertinentes, gatos juguetones.
EliminarUn beso
Me hubiera gustado tener un gato jajaja. Saltibrincos y me llevo una margarita
ResponderEliminarjaja, pues a veces es lo ideal, tener un gato justiciero que haga caer los floripondios que alguien nos regaló y que nunca nos gustaron. Con esas manitas que empujan para escuchar caer las cosas, hacen limpieza en un visto y no visto :-)
EliminarUn abrazo y feliz martes, frío de narices, por cierto
Mi padre siempre decía que en su casa nunca había habido visillos, ni cortinas. Parece ser que mi abuelo le dijo a mi abuela nada más casarse: "Esos visillos que había colgados los he arrancado, porque nunca me han gustado los visillos". En mi casa si que había alguna cortina y mi padre comentaba a veces: "A mí me gustan las cortinas tan poco como a tu abuelo, pero nunca me atrevería... ".
ResponderEliminarUn abrazo.
La filosofía de los ancianos. Visillos y cortinas sirven para cerrarse de las miradas. Qué bien que haya gente que sufra por las miradas ajenas. Yo las pongo pero más por no ver a los de afuera.
EliminarLas cortinas de mi habitación y del comedor pasaron por las ansias escaladoras de Lego. Las primeras, con claras cicatrices, siguen ahí, las del comedor no aguantaron. Tuve que comprar nuevas cuando Lego se fue con uno de mis hijos. Un abrazo y feliz martes
Jjajaja me has recordado al mío, cuando era pequeño se subía por las cortinas jajaja y me las destrozó todas con las uñas, no veas cómo me las dejó jajajaja, ahora ya más grande, destroza otras cosas jajaja, pero a pesar de todo, son encantadores, muy graciosos y además mimosos a pesar de ir a su bola porque cuando quieren son independientes.
ResponderEliminarMuy buena esta entrada, me has sacado sonrisas.
Besos enormes.
Los gatos son muy de ir a sus cosas, a sus importantes asuntos, muy divertidos y
Eliminarmuy suyos. Me alegro que esté texto simple te haya hecho sonreir.
Un beso y tarde linda
Ya las tienen estas cosas las suegras... y los gatos...
ResponderEliminarPues creo que sí. Hay suegras controladoras y gatos muy traviesos. Dar con los dos elementos a la vez, ha de ser estresante. Imagino :-)
ResponderEliminarUn cordial saludo
Nuestro gato no se cuelga de las cortinas, simplemente nos hace saber que las cortinas también le pertenecen aplicando contra ellas su abundante pis !
ResponderEliminarBeatriz Basenji.
Jaja. Las cortinas son suyas, y esos humanos también son suyos. Claro. El amo es el.
EliminarUn abrazo