En Cataluña es costumbre utilizar el día de San Jordi para festejar el sentimiento vago ese que llaman amor. Este santo, San Jorge, con su dragón, nació en una pequeña villa de la Conca de Barberá, Montblanc, Tarragona. Aunque hay quien lo sitúa en Inglaterra.
La historia, que no leyenda, dice que hace mucho tiempo, había un rey viudo, cuyo nombre no ha sido recordado, quien tenía una hija, cuyo nombre exacto tampoco se recordaría. La hemos dado en llamar “bella princesa” porque era linda y prudente, modosa y buena hija. El rey, cuando la artrosis empezó a molestarle, comenzó su periplo de buscarle esposo, por garantizar la sangre azul por sus reinos, pero la bella princesa no manifestaba prisa alguna. Se mantenía virgen y serena, cultivando flores del jardín palaciego, rezando o cosiendo en la tranquilidad de ser feliz, contemplando los paisajes del reino en sus paseos diarios y cuidando del padre. En gerundios mecida.
Cuando la joven cumplió veintidós años, impaciente por ser abuelo, el afligido padre ofreció a su hija que fuera ella quien eligiese al esposo, porque los pretendientes que él recordaba como posibles príncipes ideales, esos príncipes azules que abundaban en los otros reinos lejanos, a ella no parecían causarle ningún deseo de conocerles.Desde entonces, de hecho, son los hijos los que eligen pareja, y no como en el medievo, época en que eran los padres quienes elegían a los cónyuges de sus vástagos.
Dicho esto, que no es milagro sino coherencia, y que no haría que pasase a la historia, la razón de su santidad llegó un día en que la casualidad quiso que a las afueras del pueblo, un joven llamado Jordi, cuyo nombre sí que ha pasado a la historia por la gesta casi milagrosa que realizó, se encontrara con la bella princesa. Justo cuando ambos creyeron escuchar el aleteo de un dragón, y un calor sofocante que parecía fuego vivo. Un géiser ignorado hacía su primera erupción en mil años.
Él, gallardo aunque humilde, aun sin lanza ni sable, hizo movimientos de asestar mandobles al viento con un palo, y ella, con los ojos cerrados, escuchó un rugir de fiera que al fin cesó, tras ruido de aspavientos, reniegos varios y un “muere cobarde” final acompañado de un golpe seco.
Nadie pudo encontrar el cadáver del dragón, pero todos creyeron a la princesa cuando afirmaba que Jordi había dado muerte a una bestia fiera que escupía fuego por su boca. El joven no explicó jamás que los ruidos los produjo él, para impresionar a tan bella dama, así que el rey, agradecido, propuso una comida para festejar el hito de la caza de un dragón en su reino. Era un prodigio que tal bestia hubiera sido muerta antes de tener que alimentarla con ganado, y como tal proeza quiso festejarla. Correspondió con un banquete pantagruélico para nobles del reino, compartiendo el honor de encabezar la mesa con el valiente joven.
Como Jordi no tenía costumbre de comer carne, pues las aves que comía de tarde en tarde eran los pajaritos que cazaba, si tenía suerte, casi se indigesta de comer en demasía y no estuvo por cortejar a la bella princesa, aunque quedó prendado de nuevo por la mirada ausente de tan linda dama. Reparó en que los lugareños como él casi nunca comían carne y que hasta era laborioso conseguir algo que comer cada día. En los jardines se cultivaban bellas flores, y en los campos nacían también, pero la belleza y el aroma no servían para alimentar los estómagos de los habitantes del reino. Así que, mirando al cielo un día de Abril, encomendándose a Dios, y apesadumbrado al ver qué mal comían casi todos en el reino, rogó porque a partir de ese día, al lado de cada rosa naciera una patata, y al lado de cada tubérculo naciera una rosa.
Desde entonces, en ese reino, conviven rosas, para demostrar amor a las damas, junto a patatas y nabos, de tal forma que lo que les alimenta está al lado de una flor, y al lado de cada rosa nace un tubérculo que alimenta.
Por no regalar junto a la rosa una patata, por estética y por envoltorio de dudoso aspecto, se puso de moda poner una espiga de trigo junto a la flor.
En ese reino jamás se pasó hambre, pero lo que pasó a la historia, que no leyenda, es que cada veintitrés de Abril, por coincidir con la muerte de dos grandes literatos, se conjuga el alimentar el amor con una rosa, el cuerpo con una espiga de trigo, y el alma con un libro.
REEDITADO de mi propio blog. La foto de las rosas irisadas es de Aguirrefoto
REEDITADO de mi propio blog. La foto de las rosas irisadas es de Aguirrefoto
Libro coral de mi grupo, para 2018 |
¡Feliz día! Gracias por la historia me ha encantado. Un abrazo 🌹
ResponderEliminarLa imaginación al poder. Feliz día de libros y rosas con espigas. Las letras sigan meciendo nuestras vidas
EliminarUn abrazo y feliz lunes
Toda historia que tiene por argumento flores y lectura, es facilmente creíble.
ResponderEliminarFeliz día y besos.
La leyenda habla de la sangre de un dragón convertida en rosa. Con esa premisa, todo es plausible, y me decanté por algo menos cruento y más solidario.
EliminarBesos y feliz día del libro
La historia la habrás tomado prestada, pero la has contado como los ángeles.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día de San Jorge/Jordi.
Si, en 2016 ya puse este post con un título diferente, la llame El amor no alimenta. Está semana hacen en Montblanc la semana medieval, y en ella representan la leyenda correcta. Vale la pena verla.
EliminarUn abrazo
Esto es lo que pensaba sobre San Jorge.
ResponderEliminarMártir cristiano del siglo IV. Aunque la vida de San Jorge está teñida de elementos fabulosos, se que sabe su sepulcro en Lydda (Palestina) fue muy frecuentado desde tiempos antiguos, y que su culto se había extendido por Oriente y Occidente antes del siglo XII.
Según las tradiciones más antiguas, Jorge era un príncipe de Capadocia que sirvió como oficial en el ejército del emperador romano Diocleciano. El único hecho de su vida atestiguado por fuentes fiables parece ser su martirio: hacia el año 303, San Jorge fue decapitado por profesar el cristianismo en Lydda, Palestina (hoy Lod, Israel). Se cuenta que el martirio fue ordenado por el propio Diocleciano, después de que San Jorge le recriminara la cruenta persecución de los cristianos que el emperador había iniciado ese mismo año.
La leyenda de la lucha de San Jorge contra un dragón para liberar a una princesa o doncella se forjó a finales del siglo X, y ha sido interpretada por algunos autores como una alegoría de la victoria sobre el paganismo: el dragón acechaba a una población pagana de Libia, y sus habitantes trataban de aplacarlo mediante sacrificios, llegando a ofrecerle la hija del rey; tras vencer San Jorge al dragón, la población se convirtió al cristianismo.
Fíjate mi sorpresa al descubrir que San Jorge era barberano y todo esto ocurre porque las enseñanzas durante la dictadura franquista en España, como en todas las dictaduras, han sido manipuladas ninguneando todo lo catalán y sus personajes más destacados.
Gracias por tu aporte.
Muchas gracias. La historia de ese santo, como dices, es una amasijo de buenas intenciones, pero es que la figura del dragón, encarnando la alegoría de la victoria del cristianismo sobre el paganismo, no tiene desperdicio
EliminarUn saludo, y gracias de nuevo
Si Libia hubiera sido Cataluña se hubieran convertido al Puigisdismo, jajajajaja. O sea que San Jorge era catalán, como Cristobal Colón, Santa Teresa de Jesús y el mismísimo Cervantes según leo en algunas fuentes. Si es que nos han tenido engañaos estos de España.
EliminarUn saludo y gracias de nuevo por tanta diversión y paganismo.
La verdad es que el patrón de Inglaterra desde 1.368, y también lo es de Rusia. Parece que ese cristiano de Capadocia, Turquía ahora, ha dado mucho juego. En la villa de Montblanc se monta una escenificación cada 23 de Abril, en las murallas que circundan la población, y una de las puertas de la villa amurallada recoge la leyenda.
EliminarUn mundo de curiosidades para un santo. Este santo es compartido como santo patrón en muchos países, regiones y ciudades del mundo, entra las que destacan Portugal, Bulgaria, Etiopía, Georgia, Grecia, Lituania, Malta, Montenegro, Palestina, Eslovenia, Moscú, Rio de Janeiro, Baviera, Ferrara, Friburgo, Aragón, Cataluña, Alcoy y Cáceres. Como ves, un santo venerado.
Un saludo y feliz martes
No conocía la historia, mil gracias por compartirla.
ResponderEliminarFeliz Día del Libro.
Besos enormes.
por supuesto, no es la historia, pero seguro esto te gustará. http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/leyenda-san-jorge-sant-jordi-y-dragon_12574/4
EliminarUn beso grande y feliz noche del día del libro
Pues muy bonita historia… Una gran ofrenda trayendo estas letras, querida amiga. Gracias, y feliz día!
ResponderEliminarBsoss miles!
Como le digo a María, la historia es la que dice Pitt, pero era muy tentador imaginar una leyenda
EliminarUn beso grande y feliz noche de lunes
:)
ResponderEliminarBesos.
Gracias por leer. :-)
EliminarUn beso
Aunque no sea la original me ha parecido una bonita historia y una buena manera de festejar ese día de Sant Jordi.
ResponderEliminarSaludos
La encuentro más solidaria y humana. De hecho, el conjunto de rosa con espiga por un lado, y un libro al otro es la metáfora perfecta de felicidad. Una rosa como belleza, una espiga para saciar el hambre, y un libro para alimentar el alma, para mí, junto con la música, sería el paradigma de ese concepto tan ansiado
EliminarUn abrazo
Agradable historia, que no leyenda.
ResponderEliminarFeliz Día del Libro!
Un beso.
Muchas gracias, Alfred. La historia es más épica tal vez, o menos, quién sabe, que la leyenda, así que, lo importante es vivir ese día en cualquier rincón de Catalunya, porque casi siempre hace buen tiempo y es una delicia pasear entre rosas, libros y gente ávida de sentirse feliz.
EliminarUn beso y feliz miércoles
Preciosísima historia entre reinos y flores...
ResponderEliminarCon un final hermoso.
Besazo al alma y buena jornada.