Cartel que fotografiaba un turista anciano en un pueblo costero |
Acabó por saber que la vida es una noria que a veces se estropea. A ratos le había parecido una broma de escaso gusto, pero con los años había sumado y restado haberes y deberes, acumulado décadas con más penas que glorias y unas cuentas que podía comprender. No era un balance tan intrincado.
A fin de cuentas, la vida no le había tratado mal. Había aprendido que viajar permite envejecer con más delicadeza. Abrir ventanas y ojos a nuevos destinos, aunque sea leyendo, le devolvía mil veces la mirada de ese niño curioso que se abría a la vida, lejano en el tiempo.ya.
Viajar y la lectura, la manera más digna de envejecer... !bueno! y saber escuchar a los amigos.
ResponderEliminarBesos.
Leer es un goce barato y viajar`puede ser un poco más caro, pero vale la pena. Ambas actividades, junto a escuchar música y una buena charla, es el resumen de lo que vale la pena, Bueno...y una compañía afectiva :-)
EliminarUn abrazo
Son bonitos los viajes, a cualquier edad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que es bonito viajar. Aunque sea cerca. Porque es salir de nuestro barrio, pueblo o ciudad para aprender, ver y sentir nuevas cosas.
EliminarUn abrazo
Leer te permite viajas y viajar te permite ver lo leído.
ResponderEliminarUn beso.
Parece mentira pero es así, hay novelas ubicadas en un lugar, y pienso en Lisboa, por ejemplo, que te acercan tanto a calles y olores que cuando llegas allí te suena a vivido. Por otro lado hay lugares, y pienso en Venecia, en los que en cada esquina se asaltan posibles novelas.
EliminarUn beso y feliz finde
He visto cosas que nunca creeríais... he visto a los del Imserso arrasar buffets como hordas de zombis.... he visto platos de medio metro de altura con todos los filetes de una bandeja... he visto montañas inmensas de diferentes postres en platos agotados... he visto como no comían, sino que devoraban hasta reventar.... pero bueno, supongo que también envejecerán con delicadeza, sí, seguro....
ResponderEliminarBesos.
Ellos son quienes colapsan Urgencias en Salou, por ejemplo. Pero no se´si es fruto del hambre que pasaron, de la sensación de tener ya pagado o qué demonios le pasa, pero hay hordas de jubilados de excursión que dan grima. He coincidido en lugares donde están alojados, y hablo de lugares comunes, pero de buffet libre donde hay que esquivar sus horarios porque devoran
EliminarUn beso Toro. Llegar a viejo será algo que acabará por pasarnos y no sabemos qué tan imbécil puede llegar a ser nuestro comportamiento. :-)
Humm!! Hay tanto que decir... hasta para viajar hay que tener clase y saber estar.
ResponderEliminarAbrazos.
Es saber estar. Exactamente. Escuchar lo que dicen los guías, respetar las costumbre y usos, pero sobre todo aprender. España tiene tanta historia, cruenta casi toda, es verdad, que no se acaba de saber de tantos y tantos lugares bellos y cargados de historias.
EliminarUn abrazo grande
Viajar y leer. Dos características que me definen hoy, de niña y de cuando sea anciana.
ResponderEliminarQue linda imagen mostraste en el relato.
Abrazo!
Espero poder seguir diciendo contigo lo mismo. Leer y viajar como formas de entender la vida. La foto es de un mural de un pueblo de Lugo. Un señor mayor, lozano y de rostro amable fotografiaba la imagen. Luego tomé la foto yo :-)
EliminarUn abrazo
Está muy bien traído eso de "las vueltas dan mucha vida" y también el texto que te ha inspirado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que la vida da vueltas, a veces vueltas de campana, pero cuando se viaja se adquiere mucha vida, normalmente amable y de descanso. Luego pasa que a una mujer española la matan en Costar Rica, por un decir, pero son accidentes, digamos, que no empañan las ganas y el goce de conocer nuevos destinos
EliminarUn abrazo, Macondo
Leer y viajar, son sinónimos de felicidad, experiencia y conocimiento… Cuando uno lee, viaja más allá de lo tangible, sintiendo como propio cada experiencia leída. Y viajar físicamente, proporciona igualmente al alma, esos altos vuelos en los que conocer y experimentar sensaciones y culturas nuevas… Y, para ambos viajes, no hay edad… Solo una maleta llena de ilusiones...
ResponderEliminarBonito post, querida amiga.
Bsoss enormes, y muy feliz finde 😘
Sí, no hay edad para abrir la mente y la mirada a lectura y a viajes. Los niños tal vez recuerden luego la parte que les impactó más de las experiencias, pero todas enriquecen. Viajar tiene el encanto de hacer vivir de otra manera, en otro paisaje y a veces en otra lengua. Creo que ahora se ha masificado el concepto de lugar turístico y gracias a los vuelos baratos es más asequible que nunca eso de viajar, pero aunque tiene su cara negativa, la positiva es que, haciendo fotos o no, te llevas una vivencia
EliminarUn abrazo Ginebra, y gracias por tu lectura. Feliz finde
original cartel, y si, somos peonzas que giramos al ritmo que otros ponen o al nuestro mientras envejecemos, yo procuro hacer el camino divertido, no dejar de girar para cuando solo pueda vivir de recuerdos que sean amables y alegres. Abrazos
ResponderEliminarLa edad mental me preocupa siempre más que la del carnet de identidad. Es sana y acertada tu opción de hacer el camino divertido, porque, on suerte, todos llegaremos a mayores. Tengos tíos y tías entre los 90 y los 98 años y sólo una tía tuvo un poquito de derrame y su memoria anda regular. Los otros son historia viviente y vida autónoma y rica, así que no viven de recuerdos, sino de vida :-)
EliminarUn abrazo grande, Ester. Feliz sábado
Siempre se ha dicho que leer y viajar es lo que más enseña, y estoy de acuerdo. Ahora al menos el que llega a viejo, y anda de salud medio regular, puede hacer algún que otro viaje con los viejetes del Imserso. Y totalmente cierto, las vueltas dan mucha vida.
ResponderEliminarBesos Albada.
LLegar a viejo medio regular tiene alguna ventaja, y una es poder usar esos viajes. Siempre nutren la menta y el cuerpo y resultan baratos.
EliminarAlguna merecida ventaja tiene que tener eso de hacerse mayor. Un abrazo
Hola guapa , y que razón tienes y por que sera que cuando uno llega a viejo , les entra las prisas por todo , hace años vengo observando que cuando llega el turismo del Imserso a los hoteles , van con prisas , si están en el medico van con prisas , y si tiene que ir a la playa van también con prisas , y digo yo ¿ Si están jubilados , por que tienen esas prisas ? así no se disfruta de la jubilación , te deseo un feliz Sábado besos de flor.
ResponderEliminarUn aobservación curiosa. Si o tiene que regirse por horarios, ¿por qué van con prisas?. En el médico y en la piscina van con prisas por cuidar a los nietos, imagino, pero viajando entiendo fatal dónde van como acelerados :-)
EliminarUn abrazo y que el domingo te sea amable y nutritivo
Me encantaría poder viajar...
ResponderEliminarNo tiene por qué ser caro, y siempre se regresa con maletas más llenas, los ojos con más vida y los corazones más sabios.
EliminarUn abrazo, Silvia
Una prueba más que hay sobre viajar a través de la lectura es esta oportunidad que tengo de cruzar el gran océano y leer tus post llenas de vida y de aventuras personales y ajenas, pero al fin aventuras en cada nueva expresión, en cada nuevo giro que de tus historias. Por medio de tus escritos me acerco cada vez más a tu esencia de mujer escritora. por eso vale la pena saltar de un continente a otro, así tenga que colocar de cuando en vez los pies sobre las islas trasatlánticas de la realidad.
ResponderEliminarUn abrazo colombiano, o mejor, desde la otra orilla de nuestras permanentes aventuras.
¡Gracias!
Viajar a través de la lectura. En este caso es literalmente así. Y es un gozo sentir ese salto de orillas. Sin duda habrá entradas mías que, como esta, tan local, impliquen el esfuerzo de acercarse a mi realidad. Y ala inversa. En este caso esos viajes son para la gente mayor de 65 años, o con invalidez de algún tipo, lo que ahonda en el sentido de la frase de la foto.
EliminarUn abrazo desde la España mediterránea, feliz semana, Guillermo
La vida hay que matizarla de tantas formas como sea posible. Gracias por tus visitas a mi blog y por seguirme.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
La vida ese trayecto tan corto o tan rico como uno pueda hacerlo, está cargada de posibilidades por explotar. La lectura es un medio excelente, pero viajar suma el atractivo de añadir miradas en 3D y sensaciones a flor de piel.
EliminarUn gusto seguir tus textos. Abrazo grande, Dulce
En la vejez los viajes dan mucha vida, además, mientras están viajando están entretenidos y no se acuerdan de los dolores, yo creo que es la mejor medicina, viajar, no para ellos, sino para todos.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un beso enorme.
En la vejez, María, seguro que hay momentos mágicos a través de los viajes. Mis padres usaron este medio, Tras haber trabajado como locos. Aún tenían un poco de salud y la curiosidad de ver lugares que mientras criaban a los hijos, no habían podido ver. Hicieron dos viajes sin la ruta del Imserso, a Roma, era un año destacado y vieron al Papa, con un calor que se ve que era de escándalo, y a Venecia, por el romanticismo de la ciudad. Los hijos aún tenemos rosarios y manteles de ambos viajes. La gente mayor merece esos lujos, para ellos lujazos. Nosotros hemos tenido la opción de los viajes baratos, pero ellos no lo conocieron. Me sabe mal ver los platos con pirámide que se sirven en los buffets libres, pero me generan mucha ternura.
EliminarUn beso grande, dulce María
Me gusta mucho. Es cierto que de los viajes se aprende mucho, la mente se abre... Y me ha gustado tu forma de verlo, envejecer con delicadeza...
ResponderEliminarEsos viajes calman muchos dolores, muchas quejas, abren ilusiones... Porque con la edad, no deja uno de enamorarse de las cosas ni de las personas. Los sentimientos siempre funcionan.
Muchos besos.
Mi tío ha cumplido 92 años en Abril y nos invitaba a ir con él y su actual amiga, hace quince años que enviudó, a un viaje del casal de jubilados. Está grabando un solo con la coral a al que asiste y viaja mucho, baila, con su amiga, todos los viernes, y tres veces por semana hace piscina, llamarlo natación dice él que sería exagerado. Está lúcido, pero estuvo en la Guinea española y luego hizo de camionero cuarenta años. Merecen vivir, bailar, viajar, y tener esperanza. Te digo esto porque el amor a otras personas, o el placer de gozar incluso espera, renacido, y diferente, en la vejez
EliminarGracias por leer entre líneas. Un abrazo grande
El primer contacto con un lugar siempre resulta mágico.
ResponderEliminarUn abrazo.
No hay edad para la emoción. Ver por vez primera un lugar tiene esa magia de la hablas. Dicen que viajar son tres momentos. El goce de planificar, por poco que sea, esa salida. El de viajar efectivamente, descubriendo esos lugares, y posteriormente el poder recordarlo.
EliminarMe quedo con lo tres, aunque lo no planificado puede ir de maravilla. Un abrazo
Cualquier viaje es un afuente de crecimiento. Hasta los que salen mal, digamos, tiene su moraleja, su puntito de interés. Leer y viajar es abrir puertas a la mente, y ambos son placeres que cultivo todo lo que puedo.
ResponderEliminarVaya la frase para ti, sin problema, Julio David. Un abrazo