Y cualquiera que haga
tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo
profundo del mar. Mateo 18.6
Lo
espeluznante había quedado tatuado en su pituitaria. El aroma a Varon Dandy,
tan usual hace décadas, aún le hacía revivir las noches en la cama, entre otras
veinte, en la oscuridad del internado. No le había costado explicarle a su tutor
sus miedos, su angustia, su hacerse el dormido, esperando que el padre Lucas se
cansase, respirase hondo gimiendo bajito y se alejara luego, cerrando tras de
sí la puerta del dormitorio. El padre Mateo achacó a su imaginación esos
tocamientos nocturnos. Le quiso tranquilizar con el argumento de que los sueños
son extraños. Su padre sospechó de las
prisas de dejar el colegio de la congregación, y accedió a sacarle, dejando
inconclusa su educación secundaria.
Con
los años, siendo un mecánico bien valorado en un taller de la Barceloneta,
seguía sin entender que todo ese terror en tantos niños estuviera amparado por
aquellos que preconizan la castidad, y que en teoría detestan el pecado de la
carne. Seguía sin entender ese silencio y la ocultación de una situación que,
lejos de ser puntual, ahora comprendía que no era nada extraña. Los evangelios
son claros. Autores y encubridores
deberían ser juzgados y castigados. Tal vez la Iglesia se había convertido en
un refugio para tendencias pervertidas, encontrando en su seno el filón para
dar rienda suelta a sus demenciales tendencias.
Entregó
las llaves del Audi a don Genaro, el anciano que usaba esa colonia, y que cada vez que aparecía por el
taller le hacía temblar las piernas. Luego se sirvió un café, de la máquina,
mientras veía alejarse el coche blanco por la calle Ginebra.
Acabo de terminar de escribir un microrrelato, con un tema similar.
ResponderEliminarLo publicaré más adelante.
Besos.
Es un tema peliagudo. He optado por una visión muy personal, desde la mirada de un protagonista que no se sintió ni escuchado ni protegido. Imagino que puede abordarse por otras facetas. Me encantará leerlo.
EliminarUn abrazo
Con mucha sencillez dejas en tus letras un tema muy delicado y de actualidad, por desgracia. Ningún niño merece nada de esto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Elegí una colonia, emblemática, para no ahondar en nada en concreto. Está de actualidad y seguirá mientras la Iglesia siga empeñándose en no llevar a juicio a esos pedófilos. Quiero pensar que hoy ne día ingresan menos tarados en busca de refugio a sus tendencias.
EliminarUn abrazo y feliz noche
A veces un algo como ese perfume nos trae malos momentos y no me refiero solo a tocamientos. Las inclinaciones de los que abusan no son de estar bién de la cabeza. Muchas personas con inclinaciones retorcidas viven amargados y eso lo pagan muchos inocentes.
ResponderEliminarUn saludo amiga
Me pareció que un recuerdo asociado a un aroma, era una manera muy suave de que la voz del niño, ya hombre, siguiera viva, porque esos niños quedan marcados en muchas ocasiones, sobre todo por la incomprensión.
EliminarUn abrazo y feliz semana
La iglesia católica debería ser disuelta.
ResponderEliminarNo puede ser que una organización en la que sus integrantes han abusado y violado a cientos de miles de niños siga existiendo.
Besos.
Piensa en las inmatriculaciones actualmente. Piensa en que Franco paseaba bajo palio, en que los obispos se permiten escribir sobre el matrimonio, siendo célibes, y en tal cantidad de ejemplos de tejemanejes con el poder, que valorando mucho a los misioneros y a esos curas de cercanía, que son seres humanos excelentes, el mundo de las sotanas me parece negro y con una bragueta muy larga (la sotana típica).
EliminarUn beso y feliz noche
Claro, los aromas son evocativos, más cuando están asociados a experiencias que marcan. Y la que expones es una realidad oculta por tanto tiempo que hoy ve la luz, amparada por una religión que falta a sus propios principios y vulnera a niños haciéndoles creer además de que ellos tienen la culpa de inducirlos a cometer tales actos. Repudiable.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
El abuso al menor es, hasta los ateos, un pecado en le concepto no sólo legal, sino moral. Por eso sorprende y ofende tanto. Los creyentes no tienen la culpa de que la Iglesia haya consentido y ocultado tales abusos, pero imagino que cuando han sido sus hijos los niños afectados, se han sentido fatal.
EliminarEs un tema que ojalá quede en los anales de la Iglesia, como la inquisición. Un abrazo
Es un tema duro, no importa quien comete el delito, sacerdote, entrenador, el tío materno, incluso el padre. Y no parece que haya un final como tampoco lo hay para las violaciones a mujeres. Un abrazo
ResponderEliminarEn cuestiones de abuso sí cuenta quien lo hace, pues el efecto es peor si quien abusa tiene una posición de autoridad u otra posición que ha hecho que la persona damnificada deposite su confianza en ella, quedando más vulnerable. Yo sí vislumbro un final, tal vez lejano, pero posible. A lo mejor abusos nunca deja de haber, pero abusos totalmente amparados por una institución, sí puede dejar de haberlos.
EliminarCoincido con Silvia. El abuso no desaparecerá. De hecho se descubren redes de paidofilia, por parte de la policía, casi que cada mes, lo que hace sospechar del número de enfermos que hay. Es una aberración, lo mismo da quién la cometa. Yo lo conocí una familia donde el abuelo ya había tocada a la hija siendo niña, y luego, con la nieta de siete años pretendía iniciar nuevos abusos. La justicia se echó encima, como es natural. Lo malo es que un sacerdote no es moralmente lo mismo que un familiar o un entrenador. Por eso resulta más chocante y sobre todo, condenable.
EliminarUn tema feo. Una locura para una institución que ha de ser moralmente intachable. Abrazo grande a ambas
Tan malnacidos los pederastas como quienes miraban para otro lado o les cambiaban de destino en vez de denunciarlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo primero que muchos pensamos. Pero entre quienes miraban para otro lado hay mamás, papás, abuelos, tíos, incapaces de procesar lo que estaba pasando. La dominación es verdaderamente exitosa cuando ha hecho que el otro pierda la capacidad de pensar algo que lo saque de la posición de "dominado". La negación y la represión no siempre son conscientes, muchas veces son mecanismos de defensa inconscientes que hacen que alguien no vea lo que tiene enfrente, no oiga lo que le están diciendo. Obviamente no hablo de quienes protegen abusadores para mantener un sistema que les beneficia o para beneficiarse directamente.
EliminarPienso en la mente del niño, qué puede esperar después de la vida cuando no le creen, o lo que es peor, le hacen sospechar que quien tiene un problema es él. Ha habido la ley del silencio y la impunidad, como una mafia. Como mucho trasladaban al enfermo, a otro lugar, con niños a su cargo igualmente. Eso es ser cómplice. Muy triste y sucio todo esto por tantas décadas. Una lacra.
EliminarUn abrazo
Bonito relato sobre una cuestión horrenda. Creo que el rechazo al abuso de menores es de las pocas cosas que unen a una gran mayoría. Quedan como locos o monstruos quienes se atreven a decir que los niños incitan el abuso y no es para menos. Yo no creo que deba dejar de existir una religión, pero sí creo que la institución "Iglesia Católica" está tan pero tan manchada que sin verdaderas muestras de contrición (como llevar a la justicia a quienes se sepa o se sospeche que han abusado de menores) no les va quedar "capital moral".
ResponderEliminarOPino como tú. Este asunto, por tantos años acallado, con tantos niños afectados, seguro se está cobrando el precio en esa falta de vocaciones, en esas misas cada vez con menos gente joven en sus bancos. Por mucha labor de misioneros y buenos, excelentes cristianos que conserve, la sombra de la impunidad y complicidad convierten a la Iglesia católica es una institución con poca credibilidad moral. Nueno, los palacetes para los obispos tampoco hablan de los votos de obediencia debida que juran cuando se hacen sacerdotes, pues hablan de fe, obediencia y pobreza. En fin, una institución discutible.
EliminarUn abrazo
Al margen de la dureza del relato, basado, sin duda, en hechos reales de todo deleznables, es curioso cómo el olfato hace rememorar momentos que significaron, para bien o para mal, un punto de inflexión en nuetra vida. Ese olor a colonia de épocas pasadas se trae al portagonista el recuerdo de aquellas noches de miedo y repulsión.
ResponderEliminarExcelente relato sobre algo que, por desgracia, sigue estando vigente.
Un abrazo.
El olfato es un sentido que no mengua, o poco, con la edad, lo que da pie a que haya episodios de ia vida que puedan evocarse por un aroma. Es un tema muy duro y quise tratarlo con exquisito cuidado. Me alegro que te haya gustado. El coche alejándose también era una imagen que pretendía apelar a otro sentido, el de la vista, claro.
EliminarGracias. Un abrazo y feliz tarde
Hola guapa , en está ocasión elegiste un tema muy candente y actual .
ResponderEliminarYo me pregunto ¿Que pasaria sí las paredes de algunos comventos hablaran , y que dirian ? El varón Dandy es una clasica que no pasa de moda , besos de flor .
Si los seminarios hablaran, nos explicarían de pasadizos en primer lugar, mucha sveces. Pero de pasiones que lejos de esa paredes, escandalizarían a los católicos. Los conventos me sugieren más paz, más silencio, menos quebranto. Pero no lo se´, claro.
EliminarUn abrazote Flor. Feliz domingo
Un crudo relato... Qué tristeza de niños...
ResponderEliminarUn beso enorme.
Los tocamientos en la infancia son una lacra. Lo malo es que los hagan quienes les han de proteger. Y que haya sido tan extendido hace pensar que se sabía y se callaba. La impunidad es lo que favorece que repitan.
EliminarUn abrazote
La iglesia se ha prestado para todo, hasta para sacar con identidades falsas a los nazis. la doble moral en tu relato conmueve, hace reflexionar y también hace que se nos "crispen" las manos.
ResponderEliminarSaludos.
Produce escalofríos, en verdad. Aquí y en Argentina se refugiaron los nazis que huían de los aliados, y pudo ser por la complicidad de políticos de ambos países y la la Iglesia que proporcionaba certificados de nacimiento falsos. Con otros temas también ha tenido una doble moral. Las tres religiones monoteístas han hecho mucho daño, mucho. Pero a los niños creo que sólo la católica ha dejado impunes los delitos hacia los niños
EliminarUn abrazo grande, desde este lado del mapa de los afectos
Cuantas vidas destrozadas, de niños que han perdido sus referentes, tanto de auto estima como de identidadsexual. Una vergüenza que todavía estemos permitiendo esa sociedad hipócrita como institución.
ResponderEliminarUn beso.
Es una empresa, un consorcio, creo. Lo hemos permitido durante décadas y eran desenlaces anunciados. La sociedad ha evolucionado y eso de cerrar los ojos por nuestra parte y eso de tapar los delitos por parte de la Iglesia tenía que acabar. Si tiene tendencias extrañas, que hagan su vida, pero no pagados por nosotros, ni en seminarios o parroquias, centros escolares o similares con hábitos vestidos, caramba con esta mafia
EliminarUn beso, Alfred