Siguiendo una iniciativa de Dorotea, la mejor hora les paso este texto, que se aleja de ser una buena hora, pero espero que les guste
La mudanza se me antoja una nueva carrera de maratón. Embalar es ver qué cantidad de trastos hemos acumulado, lo que nos recuerda cosas que una vez nos importaron o nos fueron útiles. Es remover el pasado entre cajones repletos de asuntos y artefactos obsoletos. Es una situación de hacer balances que siempre me causa pavor y cansancio.
He sacado la orla de la licenciatura, de encima de un armario. Mi madre se empeñó en enmarcarlo, imagino que por verme con birrete y sentirse orgullosa. Ella me dejó hace ya diez años, y por supuesto yo nunca la miré. Mirarlo ahora, sin embargo, me hace recordar a mi madre. Ay, cuanto la echo de menos todavía.
Me sorprende la ausencia de algunas fotos, así que miro los nombres que rotulan las oquedades. La imagen de Sonia no está. ¡Pues mira que la lloré en su
funeral!. Ella fue mi confidente en las noches en las que consumimos los últimos cartuchos de una edad
inocente en retirada. Nos recuerdo enfrascadas en amores incipientes, o dolientes, o
exultantes, entre apuntes de derecho
canónico o mercantil, o entre cervezas. Tampoco está la sonrisa de Pablo, mi único amor,
ahora que lo pienso. Qué habrá sido de él, me he preguntado durante mucho tiempo. Le recordé durante décadas, y jamás hice por contactar con él. Lo que es la vida.
Voy mirando otras ausencias, por intentar recordar caras de nombres del pasado que ya no me dicen nada. El espacio de mi foto se está difuminando. Leo mi nombre y mis dos apellidos con claridad, pero la imagen se está diluyendo, mientras un dolor, que siento sordo y mantenido en mi costado, hace que la orla se estrelle contra el suelo. Me agarro el hombro izquierdo, dudando si alcanzar el móvil para llamar al ciento doce, o pulsar el rectángulo de Publicar de este blog..
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Publicando.
Muy logrado! En realidad me has provocado una sonrisa ;)
ResponderEliminarNo me hables de mudanzas...
Un beso y feliz jueves gozoso.
Ya imagino, querido Alfred. Las mudanzas son esa cosa odiosa que no queremos hacer, casi nunca.
EliminarUn beso, y buen jueves
Si las imágenes de nuestros seres queridos se esfumaran a medida que nos dejan, nuestros álbumes de fotos quedarían cada vez más vacíos y tristes.
ResponderEliminar¡Menudo relato que nos has traído hoy! Ver cómo uno se desvanece en su imagen enmarcada mientras se apaga en este mundo, debe de ser una experiencia increíble. Menos mal que has tenido tiempo para publicarlo, jeje.
Un abrazo de jueves.
Serían muy pobres, ya lo creo. Morirse, la experiencia de morir, ha de ser angustiosa. Por infarto seguro que sí, o por crisis de ansiedad, que parece que simula la sensación.
EliminarSi hay un segundito, mejor pulsar el publicar, sin duda :-). Un abrazo grande
Te hubiese enviado una ambulancia pero ¡ay! no sabría a dónde... Magistral relato que nos lleva por senderos del olvido y del recuerdo. Estés donde estés, no te olvidaré nunca aunque no estemos en el mismo album de fotos. Gracias por participar y un abrazo
ResponderEliminarPor suerte es ficción. :-). Muchas gracias pro tu comprensión, Dorotea. Y sí, de haber álbumes de fotos de gente amiga, estarías en ella.
EliminarUn abrazo y feliz jueves, de horas mágicas, si puede ser
Que bueno amiga ...nos has dejado un trocito de ti y ha sido maravilloso ..Es cierto que cuando se hace mudanza o limpieza general salen recuerdos unos buenos y otros no tanto pero es la vida en este caso la tuya ..Lo de tu madre lo entiendo jamás se olvida ese amor incondicional que ellas nos dan ..lo de tu amiga tan bien ella sin duda fue tu otra parte en ese tiempo de juventud donde las confidencias son sagradas ..y que decir de ese amor ..todavía a tiempo para saber de él ..
ResponderEliminarGracias por compartir algo tan tierno y bello .
Abrazos muchos !!.
Muchas gracias. De hecho, menos la muerte de mi madre hace nueve años para ser exactos, nada es real. Pero lo ha sido, en otras mudanzas, en otros momentos. Las fotos se decoloran con el tiempo, pero los afectos no, y esa es la gracia de las mismas.
EliminarUn abrazo grande, Campirela
el último párrafo está tan bien contado que casi parece real...
ResponderEliminaral ordenar las habitaciones siempre encontramos cosas que nos remueven emociones. no digamos si es una persona querida que ya no está. madre no hay más que una.
y sí, a o largo de la vida conocemos a personas con fecha de caducidad, que pasado un tiempo ya no nos dicen nada, como bien has expresado. yo me acuerdo de mis compañeros del colegio como si les estuviera viendo ahora mismo, pero en cambio mucha gente que he conocido en la universidad, en el trabajo... me han dejado poca o ninguna huella.
abrazos!
"no digamos si es algo que nos recuerde a una persona querida que ya no está", quería decir.
EliminarSe entendía. Hay personas que pasan por la vida con una velocidad y poca calado que no quedan en el recuerdo, y otras que permanecen en él, a pesar de los años. De la Uni recuerdo a casi todos, bueno, en femenino, porque no me relacionaba mucho con los chicos. Del cole sólo de dos, pero había una monja, bella por dentro y por fuera, que nos daba Lengua, y creo estarla viendo ahora. La mente, con sus mecanismos. La vida, con sus cosas.
EliminarUn abrazo grande, y por una tarde con bellos recuerdos, a cualquier hora
He hecho tres mudanzas y cada una tiene una historia particular por todo lo que se acumula y por todo lo que significa.
ResponderEliminarTu relato es impactante, rememorar una época, para mí la más significativa, ese final es apoteósico... Buenísimo mi querida amiga.
Mil besitos con cariño y feliz día ❤️
Son reválidas completas, máster en logística, por Dios. Cuando no queda más que hacerlas, queda mentalizarse y ponerse a levantar las mangas.
EliminarBueno, sería muy extraño e inquietante ver cómo las fotos se van diluyendo hasta desaparecer según la muerte se lleva a esas personas. :-). Un abrazo y gracias.
Alışmak gerek
ResponderEliminarMi traduzco dice: Necesito acostumbrarme...imagino que te ha impactado.
EliminarGracias, un abrazo
Las mudanzas, que angustia!!! Me estreso con solo pensarlo. Y lo de las ausencias, que triste. Y lo de tener la fuerza suficiente para publicar en el blog, casi un desafío...¿Cuántas historias puede acumular un momento?
ResponderEliminarMe ha gustado el enfoque de tu relato.
Bss.
Un momento, grato o no, tiene mil lecturas. Esta es inquietante, pero en realidad, en algún momento dejaremos esta vida, y ojalá sea sin sufrir. Mudanzas aparate, a veces deberíamos hacer limpieza de cajones y armarios.
EliminarGracias. Un abrazo y por una tarde sin agobio alguno
Buen relato, Albada.
ResponderEliminar¿mudanzas??? Me dan pánico. Por un lado soy de las que guardo todo, y cuando me da, me deshago de otras tantas cosas...
En fin... Besos
De vez en cuando hay que hacer limpieza. Dicen que por fin de año, porque si no, acumulamos muchas, demasiadas cosas, que no usamos
EliminarUn abrazo y porque las mudanzas sean más leves de lo que son
ese final me ha encogido el alma, yo que estaba leyéndote con tanto ahínco y haciendo tus recuerdos míos...
ResponderEliminarCachis, lo siento, Tracy. El final tenía sentido, pero tal vez al estar narrado en primera persona y en presente, te ha cogido de sorpresa.
EliminarUn abrazo grande
Me alegra que decidieras la segunda opción. No me gusta ese número. Hace tiempo que dejé de ver fotografías antiguas. O los/as modelos no laten o el color descolorido del sepia me recuerda a los fantasmas.
ResponderEliminarHe hecho muchas mudanzas y me ge ido deshaciendo de recuerdos.
Muy buena entrada.
Besos.
Que no tengamos que llamar nunca. Hacer una mudanza es hacer limpieza a fondo de armarios y cajones. Deberíamos hacerlo sin necesidad de ser caracoles :-). Las fotos, esos álbumes que amarillean, están ya como que pasados de moda, y en verdad es bueno, pero muchas veces me pregunto si las fotos que vamos guardando en móviles y memorias de ordenador pueden sustituir a esos ratos, preciados, de pararse a mirar fotos, por recordar y recordarse. Quienes dejan huella de verdad no requieren papel, ni siquiera píxeles, por cierto, pero de vez en cuando me apetece mirar fotos de las de antes.
EliminarUn abrazo y por una tarde con recuerdos inmateriales, que nos llenen de ratos felices.
Hace unos días me enteré del fallecimiento de una compañera de estudios, ahora al leerte, me ha entrado algo de nostalgia, qué triste es ver cómo es la vida de dura para algunas personas, es como un tren en marcha, que van bajando algunas personas en las estaciones, y nos queda su recuerdo o el recuerdo de algunas fotografías.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato juevero, lo leí esta mañana, entre prisas, y he preferido volver a leerlo ahora desde la tranquilidad, para comentarte.
Un beso enorme.
PD.- No te has debido de dar cuenta pero más arriba estaba tu comentario, ya te he respondido los dos.
Más besos, preciosa.
Hay vidas muy duras, con finales tempranos y de dolor, así que hay que disfrutar el ahora y el aquí. Se difuminan las imágenes, pero hay recuerdos que duran por siempre.
EliminarUn beso grande, María. Feliz día
Hace mucho que no miro fotos del pasado.
ResponderEliminarFalta mucha gente...
No me parece nada saludable.
Besos.
So falta mucha gente no puede ser saludable, así que mejor mirar poco esas fotos del pasado.
EliminarUn beso
Me encanta como escribes Albada, tienes un talento innato para narrar historias que enganchan,que nos atrapan y que no podemos dejar de leer.
ResponderEliminarPrecioso!
Un beso!
Muchas gracias, Luna, pero cada post es un ejercicio de presente, con poca planificación.
EliminarUn abrazo grande, y por un viernes gozoso
Mudanza extrema :)
ResponderEliminarLlevada al límite, ya te digo :-)
EliminarUn abrazo
¡Abrazo, Albada!
EliminarEl relato es bueno, pero el final apoteósico. Me ha encantado. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
El final es de infarto, casi literalmente :-)
EliminarGracias, Macondo. Un abrazo
Genial, otra vez genial, esos finales revolucionan mis neuronas. Me he visto en tu relato. Abrazucos
ResponderEliminarEso de las mudanzas es un ejercicio que quienes las hemos vivido, sabemos cuánto estresan y lo que son de limpieza o puesta al día.
EliminarUn abrazo grande, Ester
😘😘💙
ResponderEliminarGracias, Carmen. Un abrazo
EliminarPues me ha encantado... ya no solo como cuenta las ausencias sino las sensaciones que hay durante la mudanza, la lectura y el final.
ResponderEliminarmil besos.
Publicando...
Me alegro que te haya gustado tema, desarrollo y final, Laura.
EliminarPor las mudanzas, que no tengan un final tan tórrido. Un abrazo
El final es fabuloso.
ResponderEliminarAntes, quienes hemos vivido una mudanza (y llevo varias) entendemos y vemos reflejado lo que sentimos en ese trance que es como de reinicio de nuestra vida, sea purificándolo o no.
Un besazo.
Ese final llegó así de abrupto y dio pie al título. Sí, son agobiantes, no sé si purifican, la verdad, pero nos dejan ver qué tanto hemso acumulado, queno usamos.
EliminarUn abrazo y por un viernes estupendo
Ver y sentir que uno se desvanece es estremecedor, observar el pasado y recordar las ausencias un desgarro al alma.
ResponderEliminarUn abrazo
Con la edad, se desgarra cada vez que se constata cómo algunos y luego más y más van faltando del álbum de los vivos. Ha de ser tremendo.
EliminarUn abrazo y buen finde
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Ay por Dios! que no se nos diluya tan rápido la vida y que sintamos que aún tenemos mucho trecho por recorrer, aunque sigamos recordando con melancolía lo que ya se nos fue.Un abrazo
ResponderEliminarQue nos cunda la vida, que no nos difuminemos como azucarillos en el café. Ese peso del hoy es que nos hace de flotador, porque sabemos que estamos de paso.
EliminarUn abrazo y feliz día, Mónica
Espero que si la entrada se publicó luego haya podido marcar el teléfono. Puede pasar, cuando las emociones son muy fuertes el corazón no aguanta.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Hay infartos por esos sustos enormes que nos atropellan el alma. Seguro que dio tiempo a que una ambulancia se llevase al narrador :-)
EliminarUn abrazo, Dulce. Por un finde sin atropellos
Una relato que me encanto leer pero ese final si que me a impactado. Yo nunca me he mudado pero si tengo albunes de fotos que se han ido borrando.......Saludos a la distancia amiga.
ResponderEliminarNo haberse mudado jamás es algo que no puedo imaginar, y que envidio, si te soy sincera. Es un trasiego de logística al cubo que mejor no imaginar.
EliminarLos álbumes de fotos van dejando atrás a seres del ayer, que viven, sin embargo, mientras les recordamos. Un abrazo, Sandra
Con tu texto tan realista, a pesar de ser ficción, me has recordado mis múltiples mudanzas, no sólo de casa, también de país, jajajajajaja.
ResponderEliminarBuen momento para desprenderse de cosas que ya no significan nada y practicar así el desapego.
Besos, Albada
Tanta mudanza te habrá hecho sentir caracol, pero se practica el desapego, ya lo creo :-)
EliminarUn abrazo grande, Miryam. Buen fin de semana
Me gustó mucho como describes a los protagonistas de tu orla, esos que en su día lo fueron todo y ahora ya no están.
ResponderEliminarLas mudanzas son terroríficas.
Un abrazo Albada
Puri
Hay quienes pasan por nuestra vida tan sigilosamente, que cuando se van, no lo notamos, mientras otros perduran en la mente.
EliminarPor pocas mudanzas, que en verdad son un mal trago. Un abrazo
Hooo, amiga te entiendo perfectamente, yo la última ves que me mudé hace muchos años prometí nunca más hacerlo y eso que aun no tenia recuerdos tristes es increible todo lo que sale al mudarse. Abrazos hermosa ojala despues de terminar la mudanza te sientas muy bien.
ResponderEliminarLas mudanzas son experiencias paar repetir poco, si se puede, claro, porque la vida manda.
EliminarUn abrazo. De momento no me mudo, pero sé lo que es, ya lo creo. Un finde bonito
Ese final me dio un escalofrío.
ResponderEliminarDarnos cuenta de las ausencias también es conectarse con la presencia que fueron esos que ya no están y lamentamos que no estén. Si su ausencia duele es porque su presencia fue un regalo, y eso a mí me compensa, me llena de gratitud con la vida.
Igual comparto que las mudanzas son un desafío que no me apetece mucho repetir por ahora. Aunque siempre depende de a dónde.
Me gustó mucho el texto
Un abrazo grande
El final es la definición casi de la muerte, en directo. Así que sí buscaba la complicidad del lector, tras recorrer una etapa del pasado, aquí en forma de orla
EliminarMuchas gracias, Alis. Un abrazo grande y por un finde de lujo, aunque aquí hace calor
Si fuera a mirar mis viejos álbumes de fotos, cuántos huecos habría. Me gustó mucho el recurso de las desapariciones de las fotos y sin mencionar abiertamente a la dama oscura.
ResponderEliminarEl final es excelente y sobrecogedor: ver cómo uno mismo se diluye de este mundo y entra a formar parte de las sombras.
Un gran besote, Albada.
Es lo que tiene ir cumpliendo décadas, que vamos dejando por el camino a personas que alguna vez significaron mucho.
EliminarMe alegro que te haya gustado el texto en su conjunto. Un abrazo grande
Me ha gustado mucho el tono del relato, entre nostálgico y descreído (o así lo he sentido yo), y esa ironía final que lo sitúa en el absoluto y real presente.
ResponderEliminarTambién me gusta porque creo que la idea de fondo -que yo comparto- es que el pasado estuvo bien mientras fue presente, pero ahora vamos a lo que vamos, eh? ;)
Un abrazo y feliz finde.
Me alegro que te gustase. Perder tiempo y espacio en cosas y situaciones del pasado nos puede impedir vivir el presente. El hoy es lo que al final debemos cuidar.
EliminarUn abrazo y feliz salida de Junio
Seré breve: Me encantó. Y por eso me quedo con el último párrafo. Esa es la esencia de tu bello texto.
ResponderEliminarSaludo desde la cúspide de un helado de chocolate.
El título, deja claro cuál es el momento que quería definir. El texto previo es la excusa de percatarse de que llega.
EliminarUn abrazo desde un gazpacho bien fresquito, aquí ha hecho calor del bueno.
Muy bueno Albada Dos, ese final es de lo más inesperado aunque sabiendo el grado de estrés y ansiedad que provocan las mudanzas es de lo más creíble.
ResponderEliminarMe ha gustado la manera en que se van desgranando los recuerdos que provocan los objetos que aparecen en una mudanza.
Besos
Me alegra te gustase. Cada mudanza es una carrera contra reloj, y en el fondo es una puesta en escena de recuerdos que cajones y armarios han guardado.
EliminarMuchas gracias, Conxita. Por una semana amable
Puede ser conflictiva una mudanza, por ese recordar de buenas horas.
ResponderEliminarLo planteaste bien. Y fue una buena decisión el publicar.
Saludos.
Pueden y son muy estresantes, se sobrevive, y pasadas unas semanas se da por bien empleado, pero el grado de ansiedad existe. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo y feliz semana
Hola
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato.
Gracias por tu aportacion y visita al blog
te lo agradezco mucho
cuidate
Besos
Me alegro te haya gustado. Paso por tu blog siempre con mucho agrado
EliminarUn abrazo y feliz semana, Anna
Espero que hayas dado Publicar después de haber llamado al número de ayuda.
ResponderEliminarBuen texto.
Abrazo
jajaja, pue sí. Justito después :-)
EliminarMuchas gracias, Malque. Un fuerte abrazo