Imagen tomada de Aquí
Había llovido, como
un sonido sin tregua. Como una fiesta del cielo. Como una lluvia de Abril. El
dial de una radio lejana traía unos compases de un tiempo dejado atrás. De unas
canciones de juventud y arrumacos. De una infancia tardía. De un velero
bergantín.
Un ser grandioso dejó
que su mano fuese el mar, para que en ella la magia de unos barquitos de papel
tomaran cuerpo. En el océano de las inquietudes, esos salvavidas de papel eran
una nuez donde navegar sin miedo, hacia el muelle de otros destinos más calmos,
donde poder descansar.
De uno en uno fueron
llegando las naves. Al rincón de los espejos de un mar en calma chicha. Cada
una traía una historia de latidos que explicar. Cuando estuvieron reunidos,
charlaron sobre las manos que les habían confeccionado, y de cada pliegue que
les hicieran en su satinada piel de imprenta.
Se contaban entre
ellos sobre palabras de tinta. Aquellas que los dedos de unas manos habían
escrito. En folios de insomnios, entre escenas de tormentas, rayos que rasgaban
las noches y paraguas que no se abrían.
Los poetas podrían
haber reutilizado sus papeles desechados, cargados de poemas caducados. Sin
embargo, de hoja en hoja, y de barco en barco a la deriva, habían formado un
mar de letras sin sopa, un mar de estrellas sin cielo, un ejército de versos sin soldaditos de plomo que arrastrar.
Alcancé a ver cómo la
calma vencía a la aflicción de las palabras perdidas, y era hermoso, ahora, ver
navegar a ese ejército de versos no publicados, en un cráter de luna imposible,
hecho de lágrimas suicidas, vertidas en cualquier mar.
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Delicatessen para desayunar. Prosa poética, como reza la etiqueta.
ResponderEliminarMuy bonito.
Buen domingo.
Un abrazo.
Me alegro te haya gustado, como desayuno, pues qué mejor momento
EliminarUn abrazo y feliz domingo
Deliciosa entrada con una prosa exquisita ..vamos que nada más que decir ..Ebhorabuena amiga me encanto ..
ResponderEliminarAbrazos y un precioso día.
Los folios de poemas desechados, tirados al cesto de basura, se organizan como pueden, llegan a un mar, en forma de mano, donde tener la segundad oportunidad
EliminarMe alegra te haya gustado, Campirela. Un abrazo grande
Qué bonita palabra, "folio", por acá casi no se usa.
EliminarQué preciosidad, Albada.
ResponderEliminarNo digo nada más, para no estropearlo.
Un abrazo grande
Fíjate que a veces, sin querer, se estropean las cosas por exceso de atención, así que gracias, Alis
EliminarUn abrazo y tarde de versos recogidos y mimados
Me gusta tu relato, felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las pequeñas cosas, que merecen también sus cosas, sus ratos, sus palabras.
EliminarUn abrazo, Rafael y feliz tarde
Qué ternura emana de tu relato, es precioso imaginar un mar de versos... Esas hojas como barquitos llenos de las emociones de los poetas. Me ha encantado.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ❤️
Me alegro. De hecho, cada hoja de papel que desperdiciamos, porque los versos se resisten, acaban en un limbo, y las quise rescatar :-)
EliminarUn abrazo grande y tarde con versos redondos
Me ha gustado, esa prosa poética capaz de meterte todo un mar de letras en las manos. Saludos.
ResponderEliminarCaber, cabe, así, como pequeños barcos de papel. Un universo tan grande o tan pequeño como uno quiera imaginar
EliminarGracias. Un abrazo y tarde de letras
Debieran tener un mar donde navegar y flotar,
ResponderEliminarveo injusto que se queden ahí.
Besos.
Desplegarán su velas, soltarán amarre, y navegarán, seguro. Los versos acaban por saber volar. No entienden de rejas.
EliminarUn abrazo grande, Amapola. arde bonita
Odiseo navegó en uno de ellos.
ResponderEliminarCierto, entre páginas, con rumbo, perdido, anhelante y aburrido. Un mar de palabras. Homero ya sabía qué tan grande es un mundo de papel.
EliminarUn abrazo y tarde amable
Si te ha gustado, es el objetivo cumplido, pues
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, Evan
la vida de los marinos es fascinante. con su experiencia, saben si una leve brisa puede ser preludio de algo más peligroso. o por el contrario, ante lo que puede parecer una tempestad pueden decir "oh, esto no es nada!".
ResponderEliminaren papiroflexia, lo único que me salen bien son los barcos. las pajaritas de papel que hacen en los tebeos los oficinistas, nunca he sabido hacerlos. y los aviones, sé hacerlos pero no vuelan nada.
abrazos!!
Los marinos son sabios por experiencia, y saben cuándo no se puede salir a navegar, y cuando sí. En papiroflexia tampoco pas´yo del barquito de papel, y los avioncitos, aunque los míos sí volaban, que por cierto, estaría mejor como alegoría de esos versos que vuelan :-)
EliminarUn abrazo y feliz semana
Bravo por esos poemas que alxanza. Una, segunda oportunidad.
ResponderEliminarHay manos que son celestiales.
Besos, Albada
Muchas gracias, y sí, hay manos que no paren tener fondo, en las que caben versos caducos y por emerger
EliminarUn abrazo grande, Myriam, y por un día bonito
Tu relato es precioso, Albada. Me ha encantado leerte.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias. La imagen daba para un texto así.
EliminarUn abrazo grande y día amable
Prosa poética en estado puro. Brillo y encanto en cada palabra.
ResponderEliminarGracias por este texto!
Un beso!
Me alegra te gustara. Los folios de la papelera podrían explicar muchas, demasiadas cosas
EliminarUn abrazo grande y feliz semana
Coincido con Macondo.
ResponderEliminarUna excelente prosa poética.
Gracias, Maestro
EliminarUn beso
Muy bonito relato que lleva a esos años más inocentes donde un barco de papel podía envolver tanta magia y el final aún mejor con esa poesía que lo eleva. Te felicito.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Eran tiempos de papel cuadriculado, como la canción de Serrat, que es la que escuché. El final, acaba siendo un tiempo huido, un paso a la adultez, y en este caso, a la segunda oportunidad de los versos callados
EliminarUn abrazo, Dulce. Por un día de versos con pan
Un ejército de versos no publicados...
ResponderEliminarP R E C I O S O
Rompan filas!
😚 Beso enorme
jaja, en efecto, la imagen que tenía era así como un ejército de versos que se rebelan, que acaban por navegar
EliminarUn abrazo grande, Laura. Por un día de versos con sandía
Que bonito relato.
ResponderEliminarSaludos 🦋
Muchas gracias, Karin.
EliminarUn abrazo
Que belleza de prosa! Saludos y abrazo amiga.
ResponderEliminarPues muchas gracias, Sandra. Hay imágenes que nos llegan a la mente y anidan, como la que tuve de papeles de papelera, echando a navegar.
EliminarUn abrazo grande, Sandra
Con unas palabras tan bien elegidas y combinadas, y con unos recursos literarios tan bellos y bien hallados, no es extraño que haya resultado de todo ello un relato de tanta belleza. Te aplaudo en silencio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Josep Mª. Lo que puede la imaginación, con las cosas pequeñas, y el mundo, el universo de las letras, ¿verdad?
EliminarUn abrazo y por un feliz día
Deliciosa prosa poética. Maravillosa la composición de ingredientes perfectamente combinados y contrastados. Una belleza. A tus pies.
ResponderEliminarUn abrazo y un placer leerte.
Muchas gracias, Galilea. La imagen, que ya había usado, dada pie a un texto más onírico que con intención.
EliminarUn abrazo y día de lujo
Cada día te superas más. Es muy hermoso tu escrito.
ResponderEliminarAbrazos llenos de sentimiento.
Ay, gracias. Yo pongo la voluntada, las palabras ponen el texto.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
Es una maravilla eso que escribes, lo haces de verdad muy bien y siempre es un gusto leerte... abrazos grandes
ResponderEliminarMe alegra mucho que disfrutes leyendo. Porque yo lo hago, poniendo en hileras las palabritas
EliminarUn abrazo y un martes bonito, de versos voladores
Lo del barquito de papel, me recuerda tiempos pasados, noches de escritura loca, palabras desbocadas buscando llegar a tiempo. ;)
ResponderEliminarUn beso y feliz semana, con la patrona de los marineros vigilante sobre el mar.
Sí, la imagen, esta y otras, creo que compusieron un encadenado de aquellos locos, de noches de luna y letras.
EliminarUn beso, Alfred, por un día hermoso, con una madre vigilante de marineros, siempre alerta y cariñosa.
Un mar de letras sin sopa. Hay quién de màs?
ResponderEliminarEstupendo relato.
Un abrazo y feliz semana
Un universo incluso, de letras en mares de agua y luces. Lo de la sopa, como Mafalda, no es lo mío :-)
EliminarUn abrazo y día perfecto
Maravilloso, Albada. Muy sugerente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias. Me he divertido escribiendo.
EliminarUn abrazo y feliz día
Un barquito de papel sin nombre, sin bandera navegando sin timón por Maripau
ResponderEliminarentre estrellas, constelaciones y letras.
Como Maqroll, el naviero, te espero en cada puerto o entrada con un nuevo suspiro.
Besitos.
Por supuesto, ese tema de Serrat fue el que sonó en el dial :-) Cada texto, como un suspiro, cada puerto, como un destino, cada marinero, como un verso suelto.
EliminarUn abrazote, y feliz día
Me ha gustado esa historia de latidos para explicar, sugiere tanto y esos barquitos buscando quizás sus lectores.
ResponderEliminarBesos
Era un poco la idea. Cuántos poemas acaban en papeleras, arrugados en ovillo de olvido.
EliminarUn abrazo, Conxita
Es un buen destino para las hojas usadas: ser un barquito.
ResponderEliminarCreo que no hay destino mejor, y echar a navegar :-)
EliminarUn abrazo
Ángeles, perdona, he eliminado tu comentario por errar. No ponerse gafas de lectura, que es un problema. Lo siento, disculpa.
ResponderEliminarNo te preocupes, por favor, no tiene importancia :)
EliminarCaramba. Claro que me preocupé. Me gusta que se comente, porque cada texto recoge un pensamiento, idea, trama...pero sobre todo, implica el agradecimiento a que sean leídos.
EliminarUn abrazo grande, Ängeles
Gracias por tu visita y aportacion al glog
ResponderEliminarte lo agradezco mucho
Besos
Gracias a ti, por pasar por esta, tu casa.
EliminarUn abrazo
Bueno, yo de poemas románticos no recuerdo haber escrito en la adolescencia, pero me alegro que a ti, te haya llevado mi texto.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde