La imagen es de Gatos de Tejada |
Es casi medianoche en la ciudad de Barcelona. La metrópolis cambia de
apariencia y de vestido, con un halo de
misterio bajo las farolas del barrio Gótico, entre sus callejones a media luz y
la luna asomada por los rincones y las aceras, porque la ciudad pasa a ser de
otros actores, cuando los hombres duermen y las presuras se aquietan. Los
borrachos salen de los bares de los fracasos, los bohemios aletean sus sueños
rotos, los amantes se embelesan en los portales y los gatos salen a hacer su
ronda nocturna.
Michogato tiene casa, ahora lo sé, pero le dejaban abierta la
gatera improvisada y él era libre sobre el asfalto. Sus ojos amarillos, su
pelaje negro, su cola en alto y sus andares de dueño me hacen reconocer que
tiene clase. Salía a patrullar por la ciudad, a su hora, y a su aire. Se habrá desorientado persiguiendo algún ratoncillo, o cortejando algún maullido de gata en celo.
El golpe contra la acera me asustó, en un momento en que regaba los geranios
medio mustios de mi balcón, de un piso primero de un barrio cercano al centro. Bajé a buscar al minino que lloraba, herido y habiendo gastado una vida de sus gatunas vidas. Tras la visita a un
centro veterinario abierto todo el día, le subí a mi piso, donde acabó por
acomodarse en un cesto de ropa limpia. Se mostraba torpe y tímido al principio,
pero poco después comenzó a mostrar su temperamento altivo y su orgullo felino,
capaz de no comer si no lo daba lo que les gustaba, qué curioso, la latita más
cara del supermercado: mousse de salmón con gambitas, pena que yo no pueda tener
su menú.
Vi su foto en un cristal. Una pareja buscaba a Michogato, al que llamaban Lucas. La foto no
engañaba a mi sincero afecto por el minino. Ya está en su casa, con sus humanos
mascotas. Ellos contentos, y yo he acabado por traerme a casa a un jovencito de un centro de acogida gatuna. Le llamo Michogato también, y no entiende de cascabeles, pero persigue un puntero de
luz, con el ahínco de ser un adulto rey de la selva de mi casa. Bueno, de su
casa.
Michogato tuvo toda la suerte del mundo.
ResponderEliminarCuando todo iba mal apareció un hada mágica y lo salvó.
Y ese gato jovencito más suerte aún.
Besos.
Toda la suerte, ya lo creo. Tiene mascotas humanas que le adoran :-)
EliminarUn beso
Una historia viviente , verídica y real, suerte la del michogato, ojala y todos corrieran la misma suerte.
ResponderEliminarBesos Albada.
Tuvo una buena suerte loca, de hecho. Es ficción, pero está basado en hechos reales.
EliminarUn abrazo
Que bueno que una pérdida gatuna, llorada por otros, te haya llevado a adoptar a tu nuevo inquilino. A veces, una historia triste se acaba convirtiendo en un hallazgo feliz.
ResponderEliminarUna historia que merece ser contada y de la que he disfrutado por cómo la cuentas.
Un abrazo.
Es ficción, Tuve a Lego, abandonado por su madre por una infección en los ojos y en el intestino, y salió adelante. Hoy por hoy lo tiene un hijo mío. Esta historia de Michogato es de otra fuente menos personal, pero sí, qué suerte.
EliminarUn abrazo
Un alma compasiva se apiada de un gato y eso le lleva a adoptar otro. Buena correlación de acción reacción ;)
ResponderEliminarUn beso.
Acción, reacción. Pero yo he quedado un poco harta de mascotas, No olvido a Tart, y no la olvidaré. Ni a alego, que sigo viendo, pero de momento, sin mascotas :-) en mi casa.
EliminarUn beso, Alfred...porque un potus no es una mascota, Creo :-)
Depende como le hables y la música que le pongas. Te aconsejo que no le grites y evites tenerlo entre corrientes de aire.
Eliminar;) Un beso.
Pobre potus. El mío digo. Es un superviviente nato. Un día hace el hatillo y se larga :-)
EliminarUn beso
Una linda historia donde ambas partes de hacen compañía , me ha gustado al concepto que has dado de él se fue con sus mascotas humanas ..es total .
ResponderEliminarY no solo eso sino que al final salvaste un lindo gatito para formar parte de ti.
Precioso y tierno .
Bella semana y un fuerte abrazo .
Somos sus juguetes, sus inquilinos consentidos, a veces alguien que les da calor y comida. Son felinos. :-)
EliminarUn abrazo grande
Un bonita historia en la que todos gana, veamos: Michogato curado y alimentado, sus propietarios que lo recuperan, otro michogato cachorro que consigue una casita y la protagonista que tiene compañia y alguien a quien darle afecto. Abrazos
ResponderEliminarTodos ganas, sin duda. Hasta el pequeño Micogato ganaba en esta historia.
EliminarUn abrazo, Ester
Historia feliz con final feliz.
ResponderEliminarSolo queda que la protagonista no acostumbres a tu Michogato, a menús de 3 estrellas.
Besos.
Yo que ella le daba pienso. Sin más. Dos días no comería, pero el tercero sí, seguro. :-)
EliminarPor los Michogatos grandes y los pequeñajos, que nos dan alegrías y disgustos a partes iguales. Un abrazo
Jjajajajaj... Espero , que los dueños del gato Michigato ,te pagaran la estancia de pijotero felino , que pasa que no se puede comer una lata de atún o una sardina o qué
ResponderEliminarsi es lo que yo digo , algunos gatos viven mejor que las personas , te deseo una feliz tarde besos de flor.
jajaja. No sé yo si pagarían a quien recatase a su gato. Imagino que no, pero qué paladar tiene algunos gatos. Una compañera mía de trabajo compraba esas latitas su gato, y yo alucinaba.
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Que bonita historia, adoro a los gatos. tan suyos pero no por eso menos cariñosos y leales.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Yo les admiro, porque quieren fans :-), pero con una perra que nos llenó de lealtad hasta extremos inconcebibles, no repetiré con otro Lego, un gato que sigue siendo adorable y muu suyo :-)
EliminarUn abrazo y feliz tarde
Me encantan los gatos, tienen algo especial que se seduce.
ResponderEliminarDisfruté de la historia del Michogato, me alegró que volviera a su primer hogar y que a la protagonista ese vacío le despertara el interés de tener uno propio.
Besos.
Tiene una elegancia y cierto desapego que siempre atrae. Qué bien que hayas disfrutado de un cuentito suave, de angora en su conjunto.
EliminarUn abrazo, MIrella
Todos salís ganando en esta historia. Lucas vuelve con esos dueños que lo han hecho como es, los dueños recuperan su consentido minino perdido, un jovencito sin vicios adquiridos encuentra una casa normal donde va a ser muy feliz, y tú vas a disfrutar de su compañía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lucas, si es el nombre del minino que imaginé perdido, estará felzi en su casa de siempre, seguro.
EliminarUn abrazo y feliz martes
Bonita historia y con moraleja, así que estupenda entrada.
ResponderEliminarUn beso.
la moraleja es que ayudar siempre vale la pena. Por los felinos caprichosos, fríos pero la vez cariñosos cundo quieren.
EliminarUn abrazo.
Bonita la historia de "Michogato" que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Evoca una historia que conocí. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Rafael
Preciosa historia con final feliz. No hay duda que así nos verán ellos a nosotros, y aun así, tienen el don de crear un bonito vínculo por ambas partes.
ResponderEliminarMe ha encantado, querida amiga. Los adoro, de hecho, en mi familia y aunque en distintos hogares, ya son tres gatos los que nos acompañan.
Siempre un placer leerte.
Abrazo grande, y feliz semana 💙
Son animalitos tiernos a pesar sel desapego que manifiesta y lo caraduras que son, Pero eso les da encanto.
EliminarUn abrazo, Ginebra
Que hermosa historia, y qué suerte tuvo Michogato de que lo recogieras, y qué suerte tuvo el nuevo Michogato de que le adoptaras...o es al revés jajaja.
ResponderEliminarHermosa historia.
Besos
Es al revés siempre. Puede que ellos nos adopten y nos creemos haber sido nosotros quienes tomamos la decisión :-)
EliminarUn abrazo
Michogato apareció en la vida de la protagonista para darle una oportunidad al joven...
ResponderEliminarMi gato también se llama Lucas. Y sería feliz si de perderse se encontrase a alguien tan sensible y amable como para cuidarlo y devolverlo
Hermoso texto
Un abrazo grande
Ya decía yo que Lucas es un buen nombre para un gato. ESpero que no se pierda por entre las azoteas y tejados. Si lo hace, que encuentre a la mujer, u hombre, de mi historia.
EliminarUn abrazo
Con agilidad patrulla la manzana más oscura...Camina erguido y sigiloso; con la sensibilidad a cualquier novedad y siempre alerta con uñas afiladas...Hace dos manzanas ha regañado con un perro callejero que tuerto lo dejó. Salieron corriendo cada uno por su lado y un poco más adelante, se limpió las uñas con la lengua.
ResponderEliminarAhora está mas tranquilo pero alerta. De lejos se escucha como llorar a un recién nacido que resulta ser otro gato en celo. Camina sin perder el paso con almohadillas en las patas...Un tipo borracho vomita en una esquina Dios sabe qué y de una ventana vuelan papeles para ensuciar más la calle. El sigue alerta, nadie lo escucha hasta llegar al canto de aquel gato en celo.
El lomo se le levanta como el arco de Robin Hood y las fauces brillan con la luz de una farola. Se lanzan a vida o muerte; la muerte ya le espera porque su contrincante lo deja ciego a pesar de los reflejos; ya es gato viejo ante uno joven. Se retira gritando; mahullando gritos de dolor que algún vecino escucha y poco a poco, la luz del día lo descubre al descubierto y con visión de oscuridad. Pasan los días ciego de todo menos de hambre, hasta que de hambre y soledad, muere...
Describes muy bien al gato adulto que busca aventuras. Son curiosos pro naturaleza, y algunos son peleanos. Por ese gato cielo que ha vivido lo suficiente como para morir sabio de vida, brindo por él.
EliminarUn abrazo, Buscador
En el pueblo tenemos unos cuantos gatos, es curioso observarlos; se aprende mucho...
ResponderEliminarEstupendo relato.
Besos
Es un espectáculo gratis de primer orden. Miran sigilosos y de pronto saltan. Qué habrá visto, se pregunta uno. Una mosca tal vez. Un reflejo huido, pudiera ser. Es muy divertido y nos enseña, ya lo creo. Sin curiosidad la vida sería muy plana y sosa.
EliminarUn abrazo
Dime Mary: ¿Te gustan los mininos? Por aquí rondan y ronronean y entre ellos, yo.
ResponderEliminarExcelente relato.
Una muestra de mi cariño: Abrazos.
Cuando más años cumplo, más me parezco also gatos, curiosamente. Mi curiosidad, mi sensibilidad pero con desapego...igual fui un gato en otra vida. Y ha he agotados tres vidas, así que igual sí que me gustan :-)
EliminarUn abrazo, para los felinos libres de tu calle, uno gatuno.
Que bonito Albada, que acto mas tierno auxiliar a un Micho gato y enamorarse de el. A mi me paso algo así, y aqui tengo a un gato viejo y esquelético al cual después de un año de rescatarlo de una golpiza que casi le saca un ojo y le tumbo dientes no puedo hacer que engorde, y me enamore de el y me lo quede. Gracias amiga por este relato hermoso. Saludos.
ResponderEliminarUn amiga tiene uno también rescatado de una golpiza. Fijate, le avisó de que algo estaba mal entre unas cajas, y era un escorpión, así que hay favor recíproco y lealtad a muerte. Que tu viejo y esquelético gato acabe sus días como está, cuidado y atendido, y no recordando la crueldad de algunos hombres.
EliminarUn abrazo, Sandra
Un abrazo
Jeje... muy bien matizado... "de SU casa". Doy fe. Yo también vivo en casa de una reina.
ResponderEliminarPrecioso relato. Besicos.
jaja, esa reinas felinas son divas. Quieren admiradores, y sirvientes, para sus necesidades. Sí, también dan mimos, vale...algunas veces se dignan a darlos : :-)
EliminarUn abrazo
Albada: el subtítulo de tu blog está tan bien elegido. No puedo leeros todos los días, pero cuando me pongo, va cada uno de tus textos en un descanso. Este del gato me ha encantado. Qué bien descrita está la ciudad.
ResponderEliminarBesos.
Pues me alegra que el objetivo de entretenimiento pequeño, minúsculo en los quehaceres sea lo que te traiga a mi rincón.
EliminarLa ciudad de noche es otro escenario. La noche que yo amo es un lugar mágico. Un abrazo.
Pues voy a leerlo y te digo. Que´honor, Julia David. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
Es maravillosa tu manera de contar... Me encantan las mascotas y en especial los gatos. Vivo con uno que es divino y muy lindo.
ResponderEliminarFelicitaciones por tus letras
Te seguiré leyendo
Abrazos a montones
Ana
Es una narrativa que sale así, a vuela pluma. Ojalá tuviera más técnica para expresar mejor lo que quiero, pero me alegra que te haya gustado, Ana.
EliminarUn abrazo y gracias, si decides ir pasando por este rinconcillo.