viernes, 7 de agosto de 2020

En el azul del mar

Imagen de oceanramsey

Javier se había propuesto desde niño ser un profesional valorado. Su madre al principio estaba muy ilusionada, eso de que quisiera ser veterinario le parecía una profesión bonita, muy del estilo del hijo, quien con las mascotas tenía buen ojo y buen corazón. Eso de que tuviera que hacer los estudios de grado en Canarias le parecía extraño en un primer momento, pero luego supo que sólo allí se cursaba Ciencias de Mar, así que, con poca alegría, aceptó el plan de estudios.

Javier fue un alumno aplicado. Su madre nunca supo el trabajo concreto que hacía, pero cuando la llamaron para avisarle de que estaba hospitalizado, se le encendieron todas las alarmas. La foto que le habían hecho antes del incidente le puso los pelos de punta. En el avión sólo daba vueltas a cómo era posible que su hijo hubiera sido tan irresponsable.

─Pero vamos a ver, ¿a quién se le ocurre hacer de dentista de tiburones? -preguntó así que le vio en la habitación del hospital
─ A mí, mamá,-respondió Javier- Parece que esas locuras solo se me ocurren a mí.  Pero no sabes qué dolor parecía tener en un diente.

Tras el incidente Javier regresó a Barcelona, y ahora ya cursa tercero de veterinaria, donde su mano biónica   ya no causa curiosidad  a nadie.

48 comentarios:

  1. Muy buen relato Alba... A mi veterinaria me parece una de las profesiones más importantes y bonitas.. y no nos queda otra que aceptar lo que nuestros hijos quieren ser.
    Te deseo un bonito domingo, abracitos.

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    1. Es una profesión preciosa, pero la final como dices, hay que dejar que sean los hijos quienes elijan su destino.

      Por una noche dominical bonita para ti.

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  2. Oceanografía es una carrera muy bonita, pero con poca salidas,como de costumbre.
    Mejor curar animales de tierra, los tiburones son escualos con dedicación especial.
    Qué imaginación tienes más amplia.

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    1. Claro, mejor y más tranquilo. Sin embargo hay quien tiene claro que quiere esa vida, tipo Jacques Costeau.

      Bueno, la imaginación es que sigue sino gratis, lo que para mí es ventaja segura. Un abrazo, y gracias, amiga.

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  3. Javier debería haber sido bombero... por lo de las ideas, claro.

    Besos.

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  4. Moraleja: No intervengas a un paciente que no ha sido correctamente anestesiado...

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  5. Un maravilloso relato en este mundo de Dios donde no entendemos la vidad de lo que nos rodea hoy.Abrazos ...mil...

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    1. Y menos la del mar, parece, pero bien que sabemos dejar residuos en los mares, ahora hasta mascarillas :-)

      Un abrazo

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  6. Que final tan terrible para este lindo relato. Ellos eligen lo que quieren ser. Saludos amiga.

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    1. No les tenemos para que cu`plan nuestros sueños, sino los suyos qué cierto.

      Un abrazo

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  7. Jajaja
    Un dentista con plus de peligrosidad
    Que bueno!!
    Besos, amiga

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    1. La imagen era demasiado tentadora :-)

      Gracias, amigo. Un abrazo

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  8. T ienes mucha
    I maginación.
    B iónica mano
    U sada para
    R eparar
    O tra
    N ueva caries.

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    1. Gracias, Amigo. Ciertas Ideas Asoman Simplemente. Y son un fracaso

      Un abrazo

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  9. Será un especialista único, muy cotizado sin duda. Los tiburones también tienen derecho a ir al dentista.

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    1. jaja, pues si existiera, un dentista de tiburones iría bien :-), si bien con tantas filas de dientes, igual no lo necesitaban mucho :-)

      Un abrazo

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  10. Impresionante. Ese era el temor que tenía con mi hija: que llevara su amor por las mascotas a estudiar Veterinaria.Al final lo suyo se ubica en la rama de las Matemáticas mas sutiles: la Música.

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    1. Armonía mejor que la de anatomía de animales, dónde va parar. Los hijos han de seguir sus sueños, sus intereses, sus gustos y actitudes.

      Un abrazo

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  11. Que manera tan insólita de ejercer la veterinaria.
    Con un serio inconveniente, que parece haber sobrellevado.
    Un abrazo.

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  12. Hay profesiones demasiado arriesgadas. Buen relato.
    Besos apretados.

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    1. Aquí es ficción, pero los que hacen rescate en montaña, por poner un ejemplo, son personas que llevan el trabajo a límites enormes.

      Un abrazo

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  13. Boa tarde. Aqui no Rio de Janeiro de vez enquanto as baleias nos surpreende e aparecem das praias. Beleza enorme.

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    1. La foto es preciosa. Seguro que en las playas de Brasil se ven cetáceos como delfines y ballenas , y tiburones. Un abrazo

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  14. Mais é um profissão perigosa essa.

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  15. Los dentistas no nos caen bien a nadie.
    Ni peces ni humanos.
    sonrío.
    Un placer leerte
    Beso

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    1. Caen mal, pero son necesarios. Para los peces es una profesión que no me la imagino ¡Eh?

      Un abrazo , y gracias

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  16. Madre mía!!! Que buena persona, a quien se le ocurre atender sin anestesia a un tiburón?
    Me hizo gracia el relato. Pero que buen corazón 💗 el de Javier.
    Besos

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    1. Hay quien, por ese enorme corazón se juega la vida. Claro, esto es ficción, pero hay profesiones muy peligrosas.

      Un abrazo

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  17. Hay pobrecito y yo que le tengo
    pánico a los dentistas,pobre
    tiburón, tienes una imaginación
    wowwww.

    Besitos dulces
    Siby

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    1. Es que los dentistas siempre nos producen un cierto temor.

      Gracias, Siby. Un abrazo, y feliz día

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  18. noooo con el miedo que yo le tengo a los tiburones... y a los dentistas! creo que hiciste una conjunción ideal de mi miedos máximos ja... saludos

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    1. La imaginación. No creo que sin anestesia se toque a ningún animal en libertad, pero la imagen me hizo pensar ene so, en la mano de quenas se acerca tanto. :-)

      Un abrazo.

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  19. Jaja, qué ocurrencia, casi como de dentista.

    Un abrazo

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  20. Me cae bien Javier. Por las locuras que se le ocurren y por seguir preocupándose por su paciente aunque le haya costado la mano.

    Muy original. ¡Dentista de tiburones! Ni loca lo hago yo.

    Un abrazo grande

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    1. Es que imaginarse a Javier es ver cuánto ama a los animales marinos. Pero claro, llevar al límites las profesiones sólo ocurre en la ficción.

      Un abrazo

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  21. Mira que me gustan los animales, pero los escualos es que me Dan como repelús, no serviría para trabajar con ellos.

    Un abrazo

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  22. Qué bueno! Tienes muchísima imaginación.
    Parece que el chico era muy intrépido. Dentista de tiburones! Eso no se le puede contar a una madre jajaja

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    1. Intrépido o inconsciente :-). Muchas gracias.

      Un abrazo

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  23. Pero este Javier, cómo se le ocurre hacer dentista de tiburones, jajaja. Mira que me he reído. Me encanta cuando a tus relatos les das ese punto de humor, sobre todo cuando menos lo espero.
    Sigo el repaso, un abrazo.

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    1. Pues qué estupendo, yo me divertí muco escribiendo, y es eso lo que captas :-). Imaginar aun Javier muy buena gente, pero temerario me hizo reír :-) .

      Pobres madres...también :-) Un abrazo

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  24. Qué bien relato. Quizás tenía que haber anestesiada al tiburón... aunque no sé cómo...

    Besos

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    1. jaja, era un verdadero ecologista, amante real de los animales, pero cara le salió la broma:-)

      Un abrazo

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