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Siguiendo la iniciativa de Magda, La trastienda del pecado, mi aportación es la que sigue.
Nunca se pudo saber la causa
directa del accidente. Unos dijeron que los protocolos estaban mal diseñados,
otros que hubo un fallo humano en su aplicación. Otros más creyeron que los
movimientos de las placas tectónicas, inestables ya en la segunda mitad del siglo
XXI, fueron el desencadenante de una serie de
fallos en cadena, como fichas de dominó. Algunos pocos lo achacaron a la
voluntad de Dios. Lo cierto es que hace treinta años, en el 2120, los
supervivientes de las explosiones en las centrales nucleares se dieron maña para armar artefactos cerrados,
con todos los sistemas de ventilación y de desinfección de agua que pudieron,
así como réplicas de cereales y verduras, en invernaderos
verticales.
Vivo en lo que era mi ciudad,
de treinta mil habitantes, de los que sobrevivimos unos cinco mil en su momento.
Nuestra nave es un Ariel 320-D, de dimensiones superiores a un rascacielos
pequeño, y con muy poca potencia de movimientos. Todos los Ariels se desplazan. No queda más remedio, porque los que seguimos vivos necesitamos encontrar lugares
donde hacer acopio de semillas y de agua. Además, los humanos no queremos abandonar
el sueño de fundar una nueva ciudad.
Mis padres, fallecidos como casi todos los adultos, me contaban cuentos de pequeña. En ellos, y en los pocos recuerdos que conservo, la Tierra era un planeta seguro y lleno de vida, pero los árboles que nos encontramos siguen amarillos o negros, y la radioactividad, según los técnicos, sigue siendo muy peligrosa. Parece ser que al principio nos topamos con varios refugios habitados, aunque en tres década, ya casi era imposible que pudiéramos encontrar alguno más. Pero ha sucedido. Un tipo de barba poblada y larga apareció en la puerta disimulada de una colina artificial. El brazo del Ariel pudo abrirla. El tipo dice llamarse Germán. Como sólo he visto a los varones de mi nave, bueno, yo y todas las hembras que conozco, su llegada ha sido para nosotras un espectáculo, y un manojo de nervios, de miedo y de novedad para mí.
Mis padres, fallecidos como casi todos los adultos, me contaban cuentos de pequeña. En ellos, y en los pocos recuerdos que conservo, la Tierra era un planeta seguro y lleno de vida, pero los árboles que nos encontramos siguen amarillos o negros, y la radioactividad, según los técnicos, sigue siendo muy peligrosa. Parece ser que al principio nos topamos con varios refugios habitados, aunque en tres década, ya casi era imposible que pudiéramos encontrar alguno más. Pero ha sucedido. Un tipo de barba poblada y larga apareció en la puerta disimulada de una colina artificial. El brazo del Ariel pudo abrirla. El tipo dice llamarse Germán. Como sólo he visto a los varones de mi nave, bueno, yo y todas las hembras que conozco, su llegada ha sido para nosotras un espectáculo, y un manojo de nervios, de miedo y de novedad para mí.
Somos trescientas mujeres en
edad de procrear, si bien algunas ya lo han hecho, con miembros del grupo, pero
treinta seguimos sin hijos. Nadie nos obliga a nada, somos una democracia, pero
está mal visto que no queramos tener relaciones sexuales, visto el descenso
continuo de habitantes, muchos con piezas biónicas incorporadas, yo incluida. También explican que los varones necesitan de esas relaciones
para no incurrir en discusiones o peleas, que son un problema en este espacio
cerrado.
A mí me ha gustado Germán. Su
voz es diferente, y su mirada también, tal vez por haber vivido bajo tierra tanto tiempo. Dice haber leído muchos libros. Cuando se ha
ofrecido a leerme algunos de los pocos que ha traído al Ariel, no he podido evitar
recordar las lecturas en voz alta de mi infancia. Y he vuelto a soñar.
Palabras: 476
Más relatos jueveros
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Un mundo que sobrevive, luego de un desastre mundial, aun con adversas circunstancias.
ResponderEliminarY con lugar para el amor.
Un abrazo.
Creo que siempre habrá un lugar para el amor en los corazones humanos. Lo malo es que también cabe el odio, eso sí.
EliminarUn abrazo
Tu relato me ha cautivado desde el primer minuto con esa maestría en perfilar los rasgos psicológicos de los protagonistas y esa minuciosidad en describir tan distopico escenario. Enhorabuena 👏🏻👏🏻👏🏻
ResponderEliminarEn la distopía, la mujer mantiene recuerdos de un tiempo que se fue. Y el anhelo humano. Que no es poco.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias. Feliz jueves
Siempre aportas ideas nuevas como si fueras un manantial de inspiración...y mi mirada se desliza por el futuro como si fuera una película de ciencia ficción y la pantalla tu blog siempre interesante...
ResponderEliminarEnhorabuena
Pues muchas gracias. No me gusta la ciencia ficción, pero reconozco que da pie a usar la fantasía. Me alegro que te gustara.
EliminarMuchas gracias, amigo. Un abrazo, y por un día perfecto para ti
Relato que destaca por su interés y te hace seguirlo atentamente, ¡felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro que te gustara, Rafael. Nadie sabe qué nos espera en el futuro, pero ojalá la lectura siga siendo la ventana a la imaginación.
EliminarUn abrazo
Pinta bien este Germán...yo le daría una oportunidad jeje. Buen relato, amiga. Un abrazo
ResponderEliminarYa veremos. De entrada, lo de que lea y haya conservado libros, es un valor enorme para la narradora.
EliminarUn abrazo, y un bonito día te deseo
Final con romance a la vista. Solo a ti se te ocurre una historia de amor en un mundo distopico, subida en una nave steampunk.
ResponderEliminarMagistralmente introducida, poco a poco y... elipsis final que todos sabemos como acaba (que hay que repoblar...)
Me encanta el final
Besazosss, amiga.
Ese final lo ponía sí o sí. No entiendo al ser humano, ni siquiera esos posibles futuros humanos biónicos, sin el anhelo de amar.
EliminarMuchas gracias, amigo. Un abrazo grande
Vamos es como si hubieras visto la bola de cristal, es un relato futurista, no vamos a estar pero tal vez si el escrito lo metieras en una botella, quien viva en esa época podría ver que alguien imaginó un futuro ...Me ha gustado aunque hay cosas que no cambian.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Albada.
Hay muchas cosas que no podrían cambiara, la alimentación, y el aire respirable nos son necesarios, pase lo que pase. No creo que haya problemas con explosiones de centrales nucleares, pero el planeta está enfadado, así que..quién sabe.
EliminarUn abrazo
Un relato futurista nace siempre de quien ha afrontado el peligro, pero también, cuando alguien ha ido hasta el extremo de la experiencia, cuando ningún ser humano puede rebasar lo inesperado de una mirada de a-m-o-r.
ResponderEliminarDesde las orillas insondables del recuerdo, te dijo mi gran saludo.
Has de pensar qué podría pasar, y entiendo improbable que haya accidentes en centrales nucleares, peor podría pasar. Somos tan necios que podría ser. Siempre, sin embargo, quedaría el lugar para el amor, y para los anhelos.
EliminarUn abrazo, y gracias, desde esta orilla de mar.
Que bien te ha quedado el relato, y un disfrute leerlo.
ResponderEliminarY que se anime con Germán, que le lee, eso es genial.
Un abrazo :)
Es la novedad, pero imagina para él, tras haber estado treinta años bajo tierra. Es un mundo abierto para la narradora y para él.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias. Por un bonito jueves
Tal parece que el amor es la semilla que siempre sobrevivirá y germinará en cualquier condición de la humanidad. Queda uno con curiosidad por saber cómo seguirá todo y ese romance prosperará.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Esa semilla del amor es que es inherente al ser humano, creo. Lo podemos llamar amor romántico pero creo que buscamos amar y ser amados.
EliminarEsa pareja recién inspirada, puede cuajar, por la lectura, creo. Un abrazo
Es un mundo apocalíptico lleno de amoríos y espero que German sea uno de esos. Saludos
ResponderEliminarEl ser humano es que necesita tanto amar..y sentirse amado, ojo, que creo que pase lo que pase, el anhelo seguirá.
EliminarUn abrazo, Jova
Que hermoso relato lleno de fantasía y ganas de amar, lo bueno es que llego German, Un gusto leerte amiga, saludos y abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, Sandra. Es un imaginar a futuro. Y sí, imagino que ese personaje nuevo en una nave cerrada, ha de ser todo una hermosa novedad.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado. Soy muy fan del Steampunk.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no lo soy pero me he divertido, la verdad, lo que en esencia es el objetivo :-)
EliminarUn abrazo
Un libro, el deseo y el amor, son capaces de hacernos volver al mundo soñado.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Besos.
Pues ta vez es un trío ganador, yo la vida la concibo sin libros como que menos vida, menos humana.
EliminarUn abrazo, y por un feliz día
2120! un bebé nacido este año, de haber vivido hasta entonces sería un anciano centenario.
ResponderEliminarprocrear bajo presión, por la necesidad de repoblar una zona, puede que le quite diversión a tan noble acto. ;)
abrazos!
Pues habrá centenarios, ya lo creo, ya los hay. Así que tal vez un niño nacido hoy sí viva la aventura que explico
EliminarUn abrazo, y que nunca el amor sea bajo presión. :-)
Al final todo son costumbres.
ResponderEliminarUn beso.
Pues sí, Alfred, uno se acostumbra a todo.
EliminarUn beso
Un futuro que no parece descabellado tal y como vamos avanzando aquí en la Tierra. Uno de entre un millar... solo es una mirada diferente para que el corazón se sienta como en casa. Me ha gustado mucho, Albdad, de nuevo te felicito.
ResponderEliminarMil besitos para ti ♥
Podemos evolucionar hacia cualquier lado, entre cambio climático y nuestras locuras,, pero yo quiero pensar que seremos más prudentes y humanos.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo y feliz viernes
Un viaje hacia los desconocido, como puede ser el futuro, con una parte triste y otra esperanzadora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pudiera ser este el futuro, por qué no, pero imaginar siempre es grato. Ojala seamos más humanos y dejemos de usar, en lo posible, la energía atómica.
EliminarUn abrazo
Que buen relato amiga mía , pero digo yo .... Que solo esta este tal Germán para satisfacer a tanta hembra suelta , ya que si soy unas 30 , no veas como se va a poner el paisano , no quiero ni pensarlo , jajajajaj , ya que los varones de la nave ya están muy vistos no , y este es la novedad ,no? en fin , esperemos que la nave encuentre un planeta que se asemeje al planeta tierra , me a gustado mucho tu relato
ResponderEliminarte deseo un feliz día , besos de V...flor.
Un chico nuevo entre treinta chicas...estará abrumado, pobrecito :-), pero seguro que alguna será d su agrado. La narradora estaría encantada con ser ella :-), parece.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado el relato, enhorabuena. Abrazos.
ResponderEliminarMe alegra, la verdad. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarUna mezcla de realidad y futuro, que no ficción por muy descabellado que nos pueda resultar de entrada. Y ese romanticismo que queda latente por los libros, por el saber. Y a pesar de todo, a pesar de la ruina, de la escasez, sigue presente el alma humana. Así la percibo de tu texto, Albada.
ResponderEliminarTe felicito y millones de gracias por participar en esta convocatoria, que ha sido un poco más complicada, pero yo encantada de que hayas, hayáis, podido sumaros.
Mil gracias, insito, de corazón.
Muchos besos.
Pidiera ser anticipatorio de una realidad futura en un siglo vista, pero quise dotar, a pesar de los cataclismos, el anhelo humano, y el amor, pasase lo que pasase.
EliminarGracias a ti, por el esfuerzo que implica convocar, más en agosto. Un abrazo grande, anfitriona.
Ese Germán se va hartar de hacer deberes jajajaj.
ResponderEliminarMe ha encantado Alba.
Un fuerte abrazo!
Tiene muchas relaciones humanas postergadas, así que estará en la gloria con tanta chica, seguro que se abruma el pobre.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Menudo relato, Albada. es genial. El pobre Germán va a sudar lo suyo y además en pleno agosto...
ResponderEliminarFelicidades por traernos un relato que es una verdadera maravilla de que aveces la realidad supera a la ficción... hasta en fantasías !!!
Un abrazo con cariño y feliz día, amiga
No sabemos qué nos depara el futuro, pero igual no es tan diferente al imaginado. El tipo, tan solito en su refugio nuclear, estaría abrumado, gozoso, eso sí, pero abrumado.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Joaquín
Hola hola... aquí pasando un ratito y relajándome con la lectura, siempre es genial leerte y que la imaginación vuele... gracias por la maravilla de relato
ResponderEliminarun abrazo
Imaginar es que siempre es barato y fácil. Pero me encanta que te haya gustado, Susy.
EliminarUn abrazo y feliz finde
Alucinante, Albada. Con este talentazo para la ciencia ficción deberías animarte a escribir una novela. El tema es excepcional.
ResponderEliminarFelicidades
Gracias por compartir tu talento
Muchas gracias. Imagino que el futuro que nos espera pude ser diferente por subida del nivel del mar, o por accidente nuclear, o meteorito que ese estrelle y estoy segura que el hombre se adaptará. No se cómo pero lo hará.
EliminarUn abrazo y muchas gracias
Con la mayor naturalidad, pone los pelos de punta tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Era cosa de que se viera con naturalidad, claro :-)
EliminarUn abrazo, y por un finde estupendo para ti
Wowwww mi amiga, parece que
ResponderEliminartienes ahi tu bola de cristal
y lees todo lo que ves,pero
me encanta como lo haces.
Besitos dulces
Siby
Es como haber soñado, no creas. No tiene mucho mérito :-)
EliminarMuchas gracias, amiga. Un abrazo
Te felicito por este relato.
ResponderEliminarEs MUY BUENO.
De concurso y de ganarlo.
Besos.
Pues te agradezco infinito, Toro.
EliminarUn beso
Un cataclismo muere y otra nace de sus cenizas. Me ha gustado como se establece de hilo conductor la voz de la protagonista.
ResponderEliminarUn saludo
Tras cada cataclismo una nueva era se inicia, estoy segura. Gracias.
EliminarUn abrazo
Libros, deseo y amor... que bueno que eso no se pierda.
ResponderEliminarUn beso
El ser humano sin lectura es menos humano, y qué decir del amor...sin él la vida es muy sosa :-)
EliminarUn abrazo, Camela
Y es que aún y en el mundo más distópico el amor tiende a florecer. No me suelen gustar los relatos futuristas pero el tuyo me encanta. Besos.
ResponderEliminarCreo que parece contradictorio peor no lo es. Aquí los supervivientes aún tienen el instinto de amar.
EliminarUn abrazo, y feliz sábado
Debo decir que tu relato me entretuvo pero también me conmovió. Muy bueno. Felicitaciones.
ResponderEliminarBesos
Me alegra que te haya entretenido. Es un poco más largo de lo que acostumbro, pero si no daba pinceladas, me parecía imposible de ubicarse en él.
EliminarUn abrazo
Miedo me dan las democracias en las que pesa lo que está "mal visto". Es una forma, sólo sutil en apariencia, de cortar las libertades. De hecho, lo estamos viendo en este principio de siglo XXI.
ResponderEliminarMenos mal que Germán le gusta y que él, si ha estado tantos años encerrado y leyendo, seguramente también sea distinto.
Un abrazo grande
Estamos en una etapa de control. Será democracia, seguro, pero cada vez estamos más controlados. Y no hay vuelta atrás.
EliminarQuien hubiera sobrevivido, y aislado, mantendría los valores previos, casi seguro. Un abrazo, y feliz día, Alis
Hola gracias por tu visita i aportacion te lo agradezco mucho espero revisitarnos mutuamente
ResponderEliminarde nuevo muchas gracias
Besos
Querida Anna Nos has dejado a todas el mismo comentario . Sonrio .Las cosas de la vida Suerte
EliminarAbsolutamente extraordinario y me evoca la locura que vivimos
ResponderEliminarPaz
Isaac
Es un futuro posible, si continuamos jugando con la energía atómica. Somos una plaga en este planeta.
EliminarUn abrazo, y feliz día
me gusta cuando sueñas y escribes
ResponderEliminaryo te leo y sonrio abrazos siempre
Es eso un poco, soñar despierta, y escribir :-). Un abrazo, amiga
Eliminares pura poesía, qué fácil haces los relatos, gracias por participarnos de tus palabras
ResponderEliminarMuchas gracias. Los relatos cortos se hacen fáciles si son como sueños.
EliminarUn abrazo
Boa tarde Albada Dos você está na minha lista de blogues favoritos.
ResponderEliminarPues me alegra que tengas este blog como favorito, Luiz.
EliminarUn abrazo.
Y eso que tu decías que yo era imaginativo ...
ResponderEliminarBueno la imaginación ha de estar al servicio de quien la llama :-)
EliminarUn abrazo
Pensaba que ya había comentado por aquí .
ResponderEliminarUna historia fascinante, como un buen comienzo de un libro.
Nunca se sabe llevados al límite lo que seremos capaces de hacer como manada. Pero mejor nos iría pensando hoy en día como especie.
Me ha gustado, nos hace reflexionar.
Un placer leerte.
Beso
Nos estamos cargando en planeta, `por sobre-explotarlo. Y además jugamos con la energía atómica como si nada. No sabemos qué nos depara el futuro cercano, pero no creo que cambiemos, porque somos necios.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, y feliz día
Adoro tus tezxtos me llenan de paz cuando los leo
ResponderEliminarGracias por tu amistad
Gracias a ti por tu lectura. Que la amistad virtual llene ratos vacíos.
EliminarUn abrazo
Fantástico relato. No dudo de que está dentro de lo posible. Por los adelantos cientificos y las centrales nucleares que ya estan obsoletas ojalá me equivoque pero algun día podemos sufrir un escape nuclear que sea pero que la pandemia que estamos sufriendo.
ResponderEliminarMe encanto leerte. Vendré pronto a leer tu proximo escrito.
Un abrazo.
Posible sí es, ojalá rectifiquemos, Josefa, pero el ser humano es muy necio :-)
EliminarUn abrazo, y por la lectura.
Me encantan las historias futuristas... y además en esta podemos ver como futurista si, pero ciertas costumbres machistas siguen ahí. Un abrazo y feliz miércoles :)
ResponderEliminarYa lo creo, hasta en un futuro cercano imagino machismo, no te creas :-)
EliminarUn abrazo, y gracias.
Un placer volver a leerte. Nunca defraudas, te lo diré mil veces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias. Me alegra que encuentres relatos que te gusten.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Un relato futurista que bien podría llegar a pasarnos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho su lectura. Es muy bueno.
Besicos.
Quién sabe si no llegaremos a una situación similar. Muchas gracias, Galilea.
EliminarUn abrazo
no me canso de repetirte que bello escribes
ResponderEliminargracias por tu bonito comentario
Pues muchas gracias. Es bonito saber que te gusta este estilo tan a su caer :-)
EliminarUn abrazo, y por un bonito día
Sin duda, lo importante es volver a soñar y no perder la esperanza ;)
ResponderEliminarUn beso, Albada, aunque llegue un poco tarde
Soñar, a través de la lectura, es de lo más barato y efectivo, seguro.
EliminarUn abrazo
que linda distopía te mandaste con una mirada bien femenina donde el amor se hace presente como una ilusión y una mejora, como lo que debe ser bah... besos para vos
ResponderEliminarEs que no puedo evitar mi mirada femenina, y en ella la lectura, y los anhelos, están presentes. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo
Qué relato tan bueno. En pocas líneas creas el entorno, un desarrollo, un nudo y un espacio para que creemos nuestro propio desenlace. Quiero más. Me gusta la esperanza final, me gusta el alivio de la lectura, pero nos has dado muchos detalles para que haya una historia más grande y me ha sabido a poco. :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues lamento que haya sabido a poco, pero no descarto hacer una novela con este trama, y el amor y la lectura como esperanzas, y quién sabe.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Me ofrezco volunntaria para leerla! :D
EliminarTomo nota :-)
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