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Este jueves El demiurgo nos propone, coincidiendo con sus ocho años de blog, que usemos una de las trece propuestas que adjunta. Me ha gustado la número 5.
5) Entre la vigilia y el sueño, un personaje es tentado para usar una máscara con un poder oscuro. Esta es mi aportación.
El viaje a las pirámides de Teotihuacan me había dejado inquieta, sudada y agotada. La cultura azteca, violenta, pero tan elaborada, me había fascinado. Me costó muchísimo convencer a un vendedor ambulante, de un color de piel oscuro y cuarteado. No había forma de que me vendiera una máscara de arcilla que reposaba en su taburete. Me llamó la atención por unas mazorcas de maíz talladas, a modo de penacho, sobre una cara con rasgos indígenas.
En el autobús, el guía me dijo que tuviera cuidado, porque lo que había conseguido comprar en un regateo agotador, le parecía una obra original, y no una réplica, como tantas otras. Sopesó el objeto, y me sugirió que la abandonase cuando pudiera. Por supuesto la mantuve en la mochila. En el hotel la apoyé en la ventana. Estaba agotada y creo que me quedé dormida nada más apoyar la cabeza en la almohada. Tal vez soñé que la máscara adquiría movimiento y que se me plantaba en mi propia cara. Sea real o soñado, me vi siendo un guerrero vencido, que iba subiendo los escalones de la Gran Pirámide del Sol. Cuando llegué arriba quise despertar, salir de la angustia de ver al sacerdote con un puñal ceremonial sobre mi pecho, pero fue mi propio grito quien me despertó a las tres de la mañana. Sentía humedad en mi costado y un dolor agudo.
La sangre era un simple reguero que salía de debajo de mi pezón izquierdo. A mi lado yacía un cuchillo de obsidiana con empuñadura de metales preciosos.
El médico del hotel no sabía con qué me había cortado. Por suerte era un corte superficial. Regresé en el primer vuelo que salió de Ciudad de México y ahora descanso en la sala del psiquiátrico, donde esperan entender qué me posee en las noches, cuando, llevada por la curiosidad, saco el puñal y la máscara del escondite, de ese doble fondo del armario.
Supongo que a los de siquiatrico no les has dicho lo de la mascara, y que sigue a buen recaudo en el doble fondo del armario.
ResponderEliminarEl diagnóstico, tampoco iba a ser que te posee el espíritu del guerrero. O sea que todo bien.
Me ha encantado lo de quererse curar, pero seguir a, lo suyo
Besosssy abrazosss, amiga.
Esa orate mantiene su locura, escondiendo las armas, así que quiere curarse..pues ´si, pero no, me parece :-). A saber qué pasa en esa noches.
EliminarUn abrazo, amigo. Feliz tarde
Nunca creí en hechizos o magias hasta que conocí a este lanzador de hechizos especial llamado Dr.WEALTHY. El hombre con el que quería casarme me dejó por otra mujer y mi vida estaba al revés. Estuvimos juntos durante 4 años y realmente lo amo mucho, me dejó por otra mujer sin ninguna razón, intenté llamarlo, nunca contestó mis llamadas y no quiere verme. Hasta que vi una publicación sobre Dr.WEALTHY sobre cómo ha estado ayudando a las personas y le conté al hombre lo que sucedió. me ayudó a hacer algunas lecturas y después de las lecturas me hizo darme cuenta de que la otra mujer había hecho algunos hechizos sobre mi esposo y esa es la razón por la que me dejó, me dijo que me ayudará a lanzar un hechizo para traer él de vuelta. Al principio era escéptico, pero lo intenté. En 4 días, mi esposo me llamó y vino a pedirme disculpas. No puedo creer que pueda volver a verme, pero ahora estoy feliz de que haya regresado y ahora estamos casados y vivimos como una familia feliz. Estoy publicando esto en el foro si alguien necesita la ayuda de este hombre. Puede contactarlo a través de esta dirección de correo electrónico: wealthylovespell@gmail.com o llamar / Whatsapp +2348105150446
ResponderEliminarLamento mucho decirle que escribo ficción. Sin más.
EliminarUn saludo y que haya suerte
Has sabido llevar muy bien el quinto argumento de Demiurgo, esa mascara parecía tenia vida, estaba hechizada.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos enormes.
Estaba hechizada, pero ojo, porque además no era una falsificación. Yo no lo habría comprado, ni guardado.
EliminarUn abrazo. Muchas gracias, María
Cansancio y sueños con esa máscara que desemboca en una pesadilla...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves.
Pesadilla real, según parece, es que no hay que jugar con ciertas cosas.
EliminarUn abrazo, Rafael
Estupendo relato con un desarrollo muy ágil y ameno, y ese broche final que deja abierta la puerta de nuestra imaginación. Besos
ResponderEliminarEse final es lo queda por resolver. Es inviable que haya fondos de armario escondidos en un psiquiátrico, pero sin él, la paciente se curaba deprisa :-)
EliminarUn abrazo, y feliz tarde
Los dioses tienen estas travesuras, a pesar del tiempo mantienen activas algunos recuerdos y exigen sus ofrendas. Yo de ti la subastaba en el próximo acto de recolecta para el psiquiátrico municipal.
ResponderEliminarUn beso.
El espíritu del guerreo, a saber qué hizo con algún Dios, si es que son lo que hay hay
EliminarUn beso, Alfred
hay que tener cuidado con los objetos cortantes! me ha recordado a la aventura 'tintín en el tíbet', cuando el capitán haddock se despierta en un monasterio y tiene delante una estatua de un sacerdote empuñando un puñal, y dice "qué compañía tan agradable!". ;)
ResponderEliminarabrazos!
Es que Tin Tin ha reflejado tantas aventuras que sería raro no hallar alguna para muchos textos :-)
EliminarUn abrazo, Chema. Por Tin Tin, y su perro Milú :-)
Wuau...la máscara y el puñal es un auténtica novela de suspense y misterio. Que bien te ha quedado vamos que esto tiene una continuidad. Gracias y muy feliz día.
ResponderEliminarBesos!!
No debe tener continuidad, creo. Ese cuchillo, ceremonial, y existen, yo misma he tenido uno más d veinte años, nadie puede saber de dónde ha salido. Pero en los hoteles pueden entrar ladrones, o personas que quieren asustar :-)
EliminarUn abrazo, Campirela
Great :)
ResponderEliminarCracias, un saludo
EliminarSerá que una maldición azteca volvió con ella.
ResponderEliminarFijo.
Besos.
Ya te digo, eso de las mazorcas de maíz..no lo veo yo de guerrero, sino d eun Dios cabreado.
EliminarUn besso
Impresionante como convertiste en relato, el argumento que elegiste.
ResponderEliminarCreo que el ancestral sacerdote sabía que la máscara estaba poseyendo a una mujer, que esa herida fue con toda intención. Es un misterio de donde salió ese cuchillo.
Un relato inquietante, está bien logrado ese efecto.
Abrazos.
Ese sacerdote, su espíritu inmortal, tal vez quiere habitar en la turista, pero debe purificarla primero. Quién sabe, es lo bueno de la ficción, claro
EliminarGracias por la convocatoria tan variada, Un abrazo, Demi
En el fondo, estamos todos locos... (con máscaras y sin ellas) 😉
ResponderEliminarDe nuevo por aquí . Besos.
Pero de atar, querida Laura. Locos de atar.
EliminarBien hallada. Un abrazo
Realmente lo tuyo son los relatos, los bordas. La imaginación acá juega un papel muy importante donde de una forma magistral nos mantienes en vilo hasta ese final.
ResponderEliminarUn placer leerte, Albada.
Un abrazo y feliz jueves !!!
Imaginar es que gratis y me gusta cualquier propuesta, eso es lo malo, o lo bueno :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, y por una tarde bonita para ti.
Parece que la máscara tenía algún embrujo, espero que las mascarillas no provoquen lo mismo :)
ResponderEliminarUn beso dulce.
Ay pro Dios, mejor que no. Tango una de la noche estrellada de Van Gogh, le voy cambiando los filtros, y la lavo. Y mira qué te digo, cada día está más ajustada. :-) Como me apriete la tiro por a ventana :-)
EliminarUn abrazo, Dulce
Entonces terminará siendo La noche estrechada :)
EliminarUn beso dulce más.
jaja, espero que no :-)
EliminarLos turistas son una plaga, lo malo es que sin el turismos, la economías, de España en concreto, se van a pique :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Sorprendente siempre tu relato, Albada.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos
Me gustan la sorpresas, lo imposible, lo que pudiera parecer normal. :-)
EliminarGracias. Un abrazo
Fascinante!!! Me ha encantado, una máscara mágica capaz de poseer. Hay historias así realmente estremecedoras, Albada. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ♥
Esa máscara posee poderes, ya lo creo. Por supuesto es ficción, y menos graciosa que la peli protagonizada por Jim Carrey
EliminarMuchas gracias. Un abrazo y feliz noche
¿Maldición o sugestión?
ResponderEliminarUn relato interesante
Abrazo
Sugestión, no te quepa duda, lo raro aquí es el cuchillo ceremonial y ese doble fondo imposible de armario.
EliminarGracias. Un abrazo.
Muy bien resuelto! Como siempre Albada,es como si fuera tan sencillo escribirlo! Lo haces tan bien! FELICITACIONES!
ResponderEliminarBueno, muchas gracias, pero es que sale fluido, imagino la situación, y hale, lo escribo, no es otra cosa.
EliminarUn abrazo, y por una noche bonita para ti
Que buen relato!
ResponderEliminarMe ha mantenido en la lectura sin pestañar.
Supongo que preferiste el psiquiátrico antes de desechar la mascara que ademas vino con regalo al despertar.
Un abrazo :)
Imagino que la mujer quiso mantener la máscara, que tanto le costó comprar, y ese regalo. Ambos muy poco recomendables :-)
EliminarUn abrazo, y gracias por tu lectura.
Y no se deshizo de la máscara! que mujer persistente ja... EL Demiurgo siempre nos lleva a estas fantasías que en general terminan de forma fantástica... saludos
ResponderEliminarIgual la pesadilla le anunciaba posible sueños mejores, nadie lo sabe :-)
EliminarUn abrazo
Hay determinadas emociones desconocidas que es mejor seguir sin conocerlas. Hubo un tiempo en que yo "jugaba" a la güija inocentemente con hermanos y amigos. No llegué a tener ninguna experiencia negativa, pero me informaron de que era mejor jugar a otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
No soy de experimentar con esas cosas. Pienso que hay energías, o sugestiones, que pueden hacernos daño, pero aquí la máscara tenía que poder hacer algo, amén de adornar :-)
EliminarUn abrazo, Macondo
Me hizo acordar al cuento de Cortazar "La noche boca arriba". Muy buena trama para sumarte a la propuesta del amigo Demiurgo. Un abrazo
ResponderEliminarCierto ramalazo sí que tiene, ahora que lo dices. Pues me alegro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Qué buen relato, con un final inesperado. Pensé al leer que era una máscara original en que tu protagonista seria enviada a la cárcel por exportar ilegalmente un bien cultural. Asi que no me esperaba este final Besotes
ResponderEliminarEl tráfico de obras arqueológicas esta penado, es verdad, pero imagino que en la asuena lo dieron por recuerdos inofensivos, pro réplicas, sin más.
EliminarMe alegro que te gustara. Un abrazo, Myriam
Cubriste la memoria de tu cara con la máscara de la que serás la primera víctima.
ResponderEliminarMe fascinó el ritmo del relato.
Mis saludos grandes y sinceros desde aquí, junto a mis mascaradas.
El ritmo salía pro sí mismo. Pero me alegro que te gustara. Esa máscara había de ser especial, y qué mejor que adherirse a la cara de la intrépida turista :-)
EliminarUn abrazo, desde lado del mar
Fascinante relato amiga, me encanto leerlo e imaginarlo. Yo llevo sangre Azteca pero no me creo Diosa Guerrera mas si creo en los hechizos de esas mascaras y la energía que desprende la Pirámide de Teotihuacan..... Saludos a la distancia.
ResponderEliminarEs un lugar imponente, de una energía especial. Creo que es de lo que me ha impactado más de lo que he visitado. La de la Luna, más pequeñita, es también muy bella.
EliminarUn abrazo, Sandra
El poder oculto de la máscara no es herirla con el puñal, sino que no pueda desprenderse de ella. Es el mal sin fin.
ResponderEliminarBuen relato
Un abrazo grande
Exacto, el poder no es herir en absoluto, sino perpetuar el mal. El cuchillo, ne todo caso, es el medio que usaba un sacerdote para intentar destruirlo.
EliminarUn abrazo, Alis, y gracias.
Esto de las máscaras nunca termina bien... y pobres Aztecas, encasillarlos como violentos no es del todo justo, en fin. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, en el texto han quedado como violentos, sin considerar el alto desarrollo de su astronomía y agricultura.
EliminarPorque las máscaras no sean necesarias nunca. Un abrazo
Espero que no duerma con gente al lado ..
ResponderEliminary debiera guardar esos utensilios bajo llave.
Un relato aventurero.
Un placer leerte
beso
Seguro que duerme sola. Pero vaya, esos objetos debería dejarlos bien lejos.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, y feliz finde
¡Excelente! Muy imaginativo.
ResponderEliminarY encima, perfectamente narrado y desarrollado.
Curiosamente tu relato se parece al mío en que usamos realidades o dimensiones que se cruzan.
Un placer leerte.
Un abrazo
Acabo de leer tu texto y me ha parecido soberbio. Usas unas imágenes oníricas muy potentes.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Una historia tan bién trenzada que casi parece real. Me encató leerte amiga. Un placer de veras. Abrazotes grandotes como diría ESter.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, Montserrat . Imaginar es tan fácil, ¿verdad?.
EliminarUn abrazote claro que sí. Por un finde estupendo para ti.
Ufff , qué miedo menos mal que solo es una historia inventada por ti ...
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo bueno de imaginar, que desde el teclado, no hay miedo :-).
EliminarUn abrazo, y feliz día
Que buena historia. Has sabido darle ese miedo que nos hace mirar hacia todos lados después de leer.¡¡Muy bueno!!
ResponderEliminarMariarosa
Hay objetos inquietantes, aquí llevado a un extremo, pero en la vida real hay sonidos, y sombras, que nos dejan con el miedo en el corazón :-)
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Una historia fascinante...eso le paso por no hacer caso de dejar esa mascara...las civilizaciones prehispánicas tienen muchas cosas que aún no se han podido esclarecer...y como dice el dicho " de que vuelan...vuelan"
ResponderEliminarBesoss
Hay incógnitas todavía, ya lo creo. Eran culturas muy avanzadas, y con ceremoniales y usos astronómicos muy elaborados. Aquí esa máscara era especial, pero para la ficción, claro :-)
EliminarUn abrazo y sí, no existen...pero de haberlas haylas :-)
Hola,
ResponderEliminarMuy buena ambientación la de ese sueño inusualmente vívido. Una máscara azteca que expresa sus poderes sobrenaturales. Quizá fue vendida con la intención de ser poseída por ella. ¿Qué pasará cuando regrese del psiquiátrico? puesto que nadie sabe que ella aún conserva la máscara y el cuchillo.
Saludos
A saber si la dejan salir del psiquiátrico, pero en la vida real, hay obsesiones, o fijaciones muy difíciles de dejar atrás.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Boa noite obrigado pelo texto maravilhoso.
ResponderEliminarGracias a ti, LUiz. Un abrazo
EliminarNo hay peor pesadilla que la real, la que vive la carne.
ResponderEliminarQuerida Albada, este descanso lo voy a alargar,
Yo y mi familia estamos bien, espero que tú también.
Cuidate.Un fuerte abrazo.🤗😘💙🌹
Has de descansar lo que necesites, y en ningún caso escribir o publicar de manera forzada. En mi familia todos bien, este virus nos ha respetado. Ojalá sigamos así todos
EliminarQue acabe este tiempo extraño. Un abrazo y feliz día, Carmen
Muy buena trama Albada, y tiene mucho mérito encajarla en 321 palabras )veo además que algunas narraciones que se presentan a la convocatoria sobrepasan con creces las 350). Me ha parecido muy cinematográfica además, enhorabuena. Un placer pasar por aquí, saludos!
ResponderEliminarPuede ser una dificultad, pero que los textos sean de formato pequeño tiene la ventaja de que te obliga a comprimir, a resumir, y en mi caso, me gusta.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
¡Que buena historia!
ResponderEliminarConociendo a mis paisanos estoy seguro que el sumo sacerdote se sintió atraído por ti y se arrepintió de sacrificarte en el último minuto. De haber querido hacerlo no lo hubiera dudado lo que me da a pensar que ésta historia tendrá secuela... Gran Sacerdotisa Albada.
Besos.
Pues saber, creo que el objeto elige a quien acaba por poseerlo, así que tal vez eligió a esa turista, curiosa, y temeraria, quién sabe. La ficción nos permite desarrollar historias imposibles.
EliminarUn abrazo y muchas gracias.
Misterio y suspense inquietante.
ResponderEliminarBesos.
Un poco de misterio me pareció que era bueno de poner :-). Un abrazo, Amapola
EliminarVaya tenía que haberle hecho caso al guía y desembarazarse de esa máscara lo más pronto posible, aún está a tiempo.
ResponderEliminarDesde luego te ha quedado un relato muy inquietante.
Besos
Ya lo creo. Algo vería en la máscara que tanto le atrajo, pero oye, los guías suelen conocer mejor qué hacer en cada caso Muchas gracias.
EliminarUn abrazo, Conxita.
Qué bueno plaf, plaf, plaf, guau, esas pirámides mayas tienen una mala vibración. Y encima esos recuerdos de mascaras y cuchillos y.... Yo subí a una pirámide estando en Guatemala, te cuento. Cuando subí hasta la mesa de sacrificio, se nubló de pronto y crujió la tormenta. Ni te imaginas como bajé los cien, doscientos o no se cuantos escalones que tenía. Un abrazote Alba. Feliz semana.
ResponderEliminarEs una experiencia que nos deja helados, impotentes ante tanta enormidad. Seguro que te dejó una huella indeleble.
EliminarUn abrazo, y por las culturas prehispánicas.
Hay mi querida Albada, eres fantástica, contando e escribiendo
ResponderEliminarhistorias, ademas que trasmites lo que escribes y mientras yo
te leía ya imagine hasta que la mascara me perseguía, wowww,
chica estas perdiendo plata tendrías que trabajar en alguna
obra teatral mi amiga bella, te aplaudo y gracias por visitarme siempre.
Besitos dulces
Siby
Pues muchas gracias. Disfruto escribiendo, e imagino que eso lo que captas :-)
EliminarUn abrazo, y de nuevo gracias, Siby.
Albada Dos said...
ResponderEliminarEs que por las mañanas, el que nada tiene dentro de la sesera, se desnuda de verdad :-). Como amantes vaya y pase, pero poquito más :-)
Ay... Yo creo que tu texto hacía pensar que en la cama bien, pero los don juanes luego, conversaciones pocas. Por eso yo hacía la broma. Es muy difícil justificar cada comentario. Aunque nunca sabré si quien escribe tiene derecho a pedir justificación o no. :-)
EliminarIgual te leo, pero tal vez no te comente, viendo lo difícil que te resulta entender mis comentarios :-). Un abrazo
Inquietante y genial relato. Lo que no ha conseguido la máscara es que tu imaginación pierda un apice de brillantez.
ResponderEliminarBesos.
Siempre digo que imaginar es gratis, y es verdad lo que da pie a historias imposibles.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo.
Es lo bueno de ser tan libre, que escribo a mi aire. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Por fin llego, Albada! Ya me disculparás. Voy con retraso para todo.
ResponderEliminarHay que tener mucho cuidado con determinados objetos. Cierto que cualquiera vale para estar lleno de ese algo que nos puede poseer, y no es precisamente magia lo que se necesita. te has ambientado perfectamente por lo que todo resulta muy visual y sentido.
Te felicito, Albada.
Un beso muy grande y nos vamos viendo.
Disculpada, el verano es para las bicicletas :-)
EliminarMuchas gracias, Mag, porque tengas una noche plácida, sin objetos inquietantes.
Thanks for sharing the article I always appreciate your topic
ResponderEliminarFood Net
Gracias a usted, si bien lo de cocinar no es mi afición favorita :-)
EliminarYo no soy supersticioso porque dicen que trae mala suerte, ja,ja,ja.
ResponderEliminarBromas aparte, los amuletos y otros objetos "sagrados" siempre me han dado mucho respeto y no me atrevería a jugar con ellos, por si acaso.
Muy buena esta historia de misterio y fantasía.
Un abrazo.
Amuletos de la suerte, protectores, me haces pensar en los escapularios, ¿recuerdas? se los cosían en la ropa, cuando iban al frente, hablo de la guerra civil. Esos era inofensivos, pero obsesionarse, me da igual, con imágenes, figuritas, fotos o lo que sea es siempre perjudicial
EliminarGracias. Un abrazo, y feliz noche, Josep Mª
Esos objetos que seducen e invitan a ser encontrados y descifrados, mejor, muchas veces, dejarlos donde están…
ResponderEliminarMuy bueno. Es un placer volver a disfrutar de tus letras, querida amiga.
Un abrazo grande, y muy feliz día 💙
Hay objetos que tienen su propia vida interna. No sabría explicar la razón pero imagino que es la fe en ellos, y hay que huir de ellos como de las pedradas, porque nos puede producir daños mentales irreparables. Aquí juego, por supuesto, pero hay mucha gente en psiquiátricos por sucesos similares.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Tu relato me ha hecho pensar en "La noche boca arriba", de Cortázar, y en que ahora que vamos todos enmascarados, es muy probable que las mascarillas empiecen a formar parte de nuestras pesadillas. Aunque espero que sin las consecuencias que ha tenido para tu protagonista.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, ahora que lo dices, pues un ramalazo sí tiene. Ahora estamos de mascarillas hasta el gorro, no sé si producirá pesadillas en jóvenes impresionables, porque veo algunas muy inquietantes.
EliminarAquí, en un jugar por jugar, usé un trama un poquito extraña. Un abrazo y feliz noche con bellos sueños.
Esa máscara debe ejercer alguna maldición sobre mis comentarios, ya que no es la primera vez que desaparecen.
ResponderEliminarOjo con la máscara, yo no la guardaría en el armario.
Muy buen relato, Albada
Besos
jaja. Este Internet hay veces que se pone en modo rebelde y ahí se pone, en jarras :-). Esa máscara la tuve como veinte años, y me cansé de verla. El puñal ceremonial estuvo en mi vitrina más o menos lo mismo. Y un día me dio mal yuyu, y hale, a la porra :-)
EliminarUn abrazo, y no temas, el texto es totalmente afición. Me dejaron salir del psiquiátrico hace muchos años. :-) :-)Es broma !!!
Parece que esa máscara absorbió con su magia a nuestra protagonista.
ResponderEliminarMuy buen relato. Derrochando siempre imaginación. Bravo!
Parece que sí, que dejó abducir por la máscara maldita :-)
EliminarGracias, Galilea. Un abrazo, y feliz jueves