Siguiendo la propuesta de Demiurgo y su Universo, sobre usar alguno de sus personajes, mi aportación es la que sigue.
Paula Lowel, con
su melena rojiza y sus caderas de bailarina de la danza del vientre, decidió
dejar atrás el universo de Mara. Estaba cómoda en casa de Anita, pero su ansia
de avanzar le llevaron a inscribirse en un curso online de astronomía avanzada
de seis meses de duración.
Allí un tipo de
Houston empezó a encandilarla, si bien, al ser online, sólo conoció a Stephen
por cómo interactuaba en el curso, y por su aspecto físico ante el portátil.
Era pelirrojo, como ella. Tenía un hijo y un perro, cosas que no tenía ella,
pero coincidían en la astronomía, lógicamente, y en su amor hacia el baile, y a
los museos pictóricos.
A los tres meses
quedaron en Madrid. En la entrada ante Goya del Museo del Prado. Paula se había
vestido con una falda que le sentaban de maravilla. Esperaba un hombre
atractivo, pero sobre todo paciente y con humor. Y así fue.
Stephen llegó
con sus dos muletas, con gafas en vez de lentillas y con una música de mambo en
su smartphone. Paula no salía de su sombro, era un tipo con una autoestima
enorme, así que bailó con él, quien manejaba las muletas con precisión y
seguridad. Llegó la noche, y cuando acabaron de cenar, ella le hizo un masaje en
el cuello con la loción mágica que siempre llevaba encima. El tipo se olvidó las
muletas apoyadas en la pared del restaurante, y sólo a los cien metros del
mismo se atrevió a decir
─ Paula, que me
he olvidado las muletas, hemos de volver
─ Para nada.
Ahora que podemos mirar la Vía Láctea, nos tumbaremos en la hierba a mirar las
estrellas.
Y allí les dejé,
mirando estrellas cerquita de la Puerta de Alcalá.
Palabras 292
Conoces muy bien a los personajes de Demiurgo y tu les has dado una nueva vida, o mejor un viaje a este tiempo. Abrazos
ResponderEliminarBueno,les conozco poco, porque son muchos, pero es un universo paralelo muy animado.
EliminarUn abrazo, y gracias, Ester
Esa pelirroja hace maravillas, no solo con su masaje sino más con su carácter. Imagino que disfrutaron de lo lindo tumbamos en esa hierba mirando las estrellas. Un besazo .
ResponderEliminarTiene más poderes, seguro, pero aquí, con un poquito de pomada, hizo maravillas :-)
EliminarUn abrazo grande
Bonito relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rafael. Un abrazo y feliz jueves
EliminarAplaudo y felicito su participación y contribución. Simplemente brillante.
ResponderEliminar.
saludos poéticos
.
Pensamientos poéticos y ensoñaciones
.
Es muy dulce, más que lo que pasa en el universo de Demi, pero salió así.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Para que quiere las muletas si tiene las estrellas por contemplar al lado de una bailarina que le ofrece su colchón de césped.
ResponderEliminarUn beso.
Para nada, si se puede bailar bajo la sestrellas, fuera muletas, :-)
EliminarUn beso
Genial historia y aportación. Le has dado aires de ahora, muy buen relato.
ResponderEliminarFeliz día Albada.
Gracias, salió romántico, pero con las astronomía, se abre un Universo :-)
EliminarUn abrazo, Carmen
Ahí está viendo a Stephen y a Paula, la Puerta de Alcalá. Mírala, mírala...
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Es un buen lugar para mirar el cielo, estoy segura. Lo probaré :-)
EliminarUn abrazo
La astronomía da mucho juego, gracias por tu cuento con final feliz. Un abrazo.
ResponderEliminarEl final que puede ser principio, pero no sé si Paula será tan tranquilita para seguir.
EliminarUn abrazo, y feliz día
Que buena historia.
ResponderEliminarMe gustó la descripción de la astrónoma y danzarina.
Con ese romance con alguien que parecía no ser lo que había dado a entender. Pero esencialmente lo eral. Paula hizo magia.
Me gustó mucho.
Un abrazo.
Es la magia de tus personajes. Parecen muy definidos, pero luego hacen travesuras :-)
EliminarGracias a ti por la propuesta. Un abrazo, anfitrión
Esta nueva forma de ver m encanta
ResponderEliminarMirar el cielo, qué bonita experiencia siempre ¿no?
EliminarUn abrazo
El amor es una medicina y también obra milagros.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Lo es, la ternura es una enorme medicina, estoy segura.
EliminarUn abrazo, Dulce
Toda una nueva trama para Paula Lowell, Demihurgo tendrá que continuar este hilo del personaje, pinta bien!
ResponderEliminarBss
Espero que no, porque puede ser un texto muy largo, si hay suerte, claro. Mirar el cielo juntos no garantiza el futuro juntos :-)
EliminarUn abrazo
Si es que las estrellas tienen lo que tienen: magia.
ResponderEliminarMira que leo y leo los jueves a Demi pero sigo perdida entre sus personajes. Menos mal que me quedo con las historias, tu historia.
Un beso enorme.
En este caso elegí la que me pareció más simple de entender, pero es que es un Universos inmenso.
EliminarUn abrazo y gracias. Me alegra que te gustara
Maravilloso relato! Una preciosa ensoñación, romántica, feliz...me ha encantado.
ResponderEliminarBeso enorme!
Muy romántico me salió, pero es que esa vena así, dulzona, a veces me atrapa :-)
EliminarUn abrazo enorme, Luna
Hola guapa , un relato muy acordé a lo que quiere Demiurgo , si te digo la verdad he notado que Paula está más rejuvenecida. Me a gustado mucho , os mando un beso a los dos , besos de flor.
ResponderEliminarEstá hecha una jovenzuela, la imaginé así, potente y peliroja :-)
EliminarUn abrazo, Flor
Claro, imagino que sí, si se dominan, dan juego, por supuesto.
ResponderEliminarUn abrazo, y por un jueves bonito
El amor nos da alas.... Bonito relato amiga. Saludos.
ResponderEliminarY nos quita muletas, como vemos aquí :-)
EliminarUn abrazo
Realmente era una crema mágica....por un momento, al empezar a leer la parte que decia "ella esperaba un hombre atractivo y paciente..." pense que llegaría algo feo y peligroso...pero no!!..es una historia de amor con el telón de fondo de internet...(aunque hay personas que sigan diciendo que por la red no se puede enamorar)...besitosss, que tengas un lindo fin de semana
ResponderEliminarEs el mejor medio de iniciar una relación, proque se da la premisa de estar interesados en los mismos temas. Astronomía y macramé :-)
EliminarMuchas gracias, Diva. Un abrazo y feliz día
Yo no perdería ni un minuto para ir a por las muletas, pudiendo estar tumbado sobre la hierba de un parque comtemplando las estrellas junto a una pelirroja despampanante, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hombrem sería de locos. Si l amagia, o milagro de crema, hacen prescindibles a las muletas...a la porra con ellas.
EliminarUn abrazo, y un jueves gozoso te deseo
¿Qué tendrá una noche estrellada contemplando su belleza junto a la dama deseada? Precioso relato, uno más como ya nos tienes acostumbrados Albada. ¡Felidades!
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Lo que tiene está dentro de las mentes de quienes setumban a mirar esas estrellas. Creo que cuando ahora las pude mira así, me quedé pasmada como cuando las vi, en una zona agretse, de niña.
EliminarUn abrazo, y gracias
Si en el primer encuentro consigue que olvide las muletas, en el segundo que pierda la cabeza. ¿Qué tendrá el amor?
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay...tien la magia o poder de prescindir de muletas, así que es una droga, creo :-).
EliminarUn abrazo, y a por una bonita tarde
Las citas online algunas veces tienen magia y los hace volar.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Hay mucha magia en los cursos online, y si luego se conocen, qué mejor ¿no?
EliminarUn abrazo, Charly
Eso es lo bueno de los cursos en línea, que se puede conocer a gente interesante, que tienen intereses similares como en este caso. Muy romántico el encuentro de Anita y Stephen en la Puerta de Alcalá, mirando las estrellas.
ResponderEliminarBesos, Albada
Quedó muy apañado, peo sí, en esos cursos el interés es compartido, y eso es buena base para una amistad.
EliminarUn abrazo enorme. Feliz viernes
Tiene algún día libre Paula?
ResponderEliminarJajajajaja
Besos.
Seguro que sí. Tiene que preparar un programa especial para Industria Científica, en etapa de verano. Y luego le queda tiempo libre.
EliminarComo ves, tras el verano queda libre. Mándale flores, Toro. :-)
EliminarUn beso
Me pregunto hasta dónde llega tu imaginación cada vez que te leo. Claro que es posible bailar con muletas y hasta tomar café en lo alto de una nube. El amor como la fe, mueve montañas.
ResponderEliminarFelicitaciones, amiga.
La imaginación es libre, y gracias a una famili amaravillosa, no la perdí. Pues sí, se baila, ya lo creo, porque el amor todo lo puede.
EliminarUn abrazo
Boa tarde. Parabéns pelo seu maravilhoso trabalho.
ResponderEliminarGracias a ti. Un abrazo, Luiz
EliminarBonito y mágico relato; y con esa pincelada, que manejas siempre estupendamente, que nos deja sonrisas y el alma en volandas.
ResponderEliminarUn placer, querida amiga.
Abrazo grande, y muy feliz noche 💙
Gracias, un puntito de humor y un mucho de amor...siempre dan buen resutado. En la vida también :-)
EliminarUn abrazo
Un milagro, me ha encantado lo de las muletas, porque hasta podia bailar. Y luego caminar tranquilo y notar que las olvido. Magistral. Que bella historia de amor.
ResponderEliminarEso era señal de haber mejorado mucho. Pero hay quien necesita muletas, hasta que entiende que no las necesita :)
EliminarUn abrazo, y feliz finde
Tierno relato lleno de magia.
ResponderEliminarBesos.
Gracias. Que no falte la magia, Amapola.
EliminarUn abrazo
Geni relato que construyes con tu gran imaginación !!! Me encantó la faceta que le has dado a los personajes de Demiurgo y el final con ese momento mirando la estrellas.
ResponderEliminarBuenisimo!!(No podria yo hacerlo...) Besos
Sin ternura todo es más complejo, más frío. Aquí Paula era muy humana.
EliminarUn abrazo, y gracias, Hanna
Un buen sitio para mirar las estrellas, en la Puerta de Alcala.
ResponderEliminarBuen relato Albada.
Besos y feliz fin de semana.
Mucha contaminación lumínica, pero al escribirlo no lo pensé.
EliminarUn abrazo enorme, y feliz finde, María
Bom dia meus queridos amigos do Blogger. Infelizmente estou sem internet em casa, o que fica difícil responder a todos com carinho e atenção. Prometo assim que for possível dar a atenção que vocês merecem. Bom sábado com muita paz e saúde.
ResponderEliminarTranquilo. Te esepramos.
EliminarUn abrazo, Luiz.
nunca imaginé que si me tumbo en el verde de la Puerta de Alacalá pudiera ver a Andrómeda y sus hermanas polulando
ResponderEliminarUn abrazo
Ay, pue me resultó muy fácil imaginarlo. Pena de contaminación lumínica, eso sí
EliminarUn abrazo
Creo que ya nunca más va a necesitar esas muletas.
ResponderEliminarLo has bordado con tu gran imaginación y ternura.
Besicos.
Ese tipo fue un afortunado, fuera muleta :-)
EliminarUn abrazo