Miro sus manos blancas
haciendo cola con la mujer,
esa del carrito de la compra.
Seguramente su madre,
la que perdió la vergüenza,
y resignada acepta caridad
Abundan las familias sin pan,
con poquísima esperanza,
con el dolor de no poder seguir
el ritmo de vida que llevaban,
Que tampoco era de ricos.
Un virus o una crisis mundial,
al final qué poco importa.
Se van quedando por el camino.
Los de siempre, los don nadie.
Los que aprietan los dientes
rodando en la noria del hámster
que les tocó siendo pobres.
Y no saldrán, no lo conseguirán.
no dejarán de ser piezas banales.
Quizás víctimas colaterales.
El "gran recapte", se anuncia
El "banco de alimentos", nos dicen.
E imagino una carta,
a los Reyes del Oriente,
esperanzada y gozosa.
“He sido bueno”, encabeza
y con letra de niño chico
Enumera, sonriendo, juguetes
que yo sé que no llevarán.
Panorama presente para mucho. Panorama dudoso para todos. De momento la subida de precios y ciertas deficiencias en abastecimiento de mercados, cuyo alcance no quisiera que fuera a más, aterra un poco. ¿Culpable la pandemia? ¿O culpable un sistema que propicia sus propios desequilibrios, porque perdido en la complejidad productiva y de distribución no es capaz de resolverlos? ¿O maniobras especulativas a alto y medio nivel? El choque entre grandes potencias que pugnan por ser hegemónicas cada cual de ellas tiene efectos múltiples. Se maniobra y chantajea con todo. Lo último o mejor dicho penúltimo: la presión con el uso de emigrantes en la frontera bielorruso-polaca. Gentes sin nada en tierras de nadie, o de todos menos de ellos. La moralidad por los suelos. Nuestra mirada generosa, inexistente. ¿Hasta dónde llegaremos? Algunos dicen que no es nuevo todo lo que pasa; cierto, pero que siga pasando repugna. Perdona que haya traducido un poema en un discurso a salto de mata.
ResponderEliminarEs que esa reflexión me la hago cada día, y no consigo respuesta. O sí. Repugan, por mucho que desde el primcipio de los tiempos y los reinos, o territorios y clases, haya sido así. Repugnan, y no sirven las pinzas de la ropa en la nariz. Toda esta podredumbre atufa.
EliminarUn abrazo, y tranquilo, expresar es dar forma al pensamiento.
Cada vez que se acerca el frío invierno y las celebraciones navideñas, se nos llena el alma de tristeza pensando en l@s que no podrán celebrar nada, ni cubrir las necesidades mas básicas. Me recuerdo siempre del cuento de La fosforera y me pongo triste de pensarlo pero no está en nuestras manos evitarlo, o sí? Qué hace una limosna? Deberían pensar mas en esta gente pobre de verdad, a la hora de destinar presupuestos. Ojalá que puedan tener lo mas necesario, refugio, comida y ropa. Cuanto hay en nuestras casas que está de sobra! Juguetes,libros, ropa, comida... y la que se desperdicia en los restaurantes...
ResponderEliminarNo se por qué la desigualdad tiene que existir. Con lo fácil que sería repartir.
Me ha emocionado tu poema!
Gracias por volver a visitarme.
Un abrazo
Es que pensar que menos del diez por ciento de personas poseen más del noventa por ciento de la riqueza...es descorazonador. No creo que la solución sean estos lugares, loables, pero es que sin ellos, pues no sobreviven. Un apena.
EliminarUn abrazo, y feliz finde igualmente
Gran drama éste de la desigualdad, últimamente llegando y tocando a familias que hace muy poco parecía imposible llegar a semejantes situaciones. ¿Qué está ocurriendo en el mundo? ¿Qué hemos hecho tan mal para llegar a estas situaciones? debemos de recapacitar y echar la vista atrás, no podemos vivir ajenos a semejante barbarie, el mundo debe cambiar cuanto antes.
ResponderEliminarTus letras son un canto a la desigualdad y a la pobreza, una sociedad de estas características no se puede mantener por mucho tiempo.
Un abrazo Albada y buen fin de semana.
Se mantiene, y se ha mantenido. El abismo entre ricos y pobres, la clase media casi que está extinta, ya es imposible de acercar, se va haciendo más y más hondo. A veces, sobre todo viendo Versalles o similares, uno se plantea si no era buena idea lo de las guillotinas, pero claro, no se puede pensar. Y ahora no sería viable.
EliminarUn abrazo
Hoy tu poema nos presenta una mirada que la vemos, pero parece ser que no importa a mucha gente.
ResponderEliminarQue crueldad, pero es a sí, mientras uros derrochan dinero otros no tiene para pan. Una desigualdad que esta ahí, y entre todos habrá que hacer algo, pero de verdad.
Un poema muy bien expresado de una cruda realidad. Besos y abrazos.
Es la realidad de siempre. Hubo un tiempo, corto, en el que parecía que todo el mundo podía aspirar a estar en la rueda del consumo y de la alegría. Hasta viajes pagados a plazos, pero ya...como que no.
EliminarEra un trampantojo. Un abrazo
Estremecedor, Albada. Te has metido de lleno en sus pieles.
ResponderEliminarPor ellos!
Un abrazo
Es que están, por mucho que no queramos verles. Y son legión.
EliminarUn abrazo
Dura realidad la que nos ofreces en unos versos con gran ternura. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias. Es la realidad que se palpa, se nota. Pero es duro de ver.
EliminarUn abrazo
Gracias por tu aportacion y visita al bloc
ResponderEliminarYo trabajo en un banco de alimentos y no son tan indefensos a mi me han insultado escupido y casi pegado por no derles lo que ellos exigian diciendome es tu obligacion de darme lo que te pido es mi dercho a que me des lo que yo quiero no lo que tu quieras entre otras sespuestas mas violentas hasta alguna vez llamar a la policia
cuidate mucho
Besos
Lo mismo explicaba un vigilante de un refugio nocturno para los sin techo de Barcelona. No dudo que haya quienes abusan y no entienden, pero el aumento de personas que necesitan pan y techo se ha disparado. Eso es una realidad.
EliminarUn abrazo, Anna
Una triste postal de navidad, que por desgracia es la postal diaria de muchos niños. Un abrazo.
ResponderEliminarDe demasiados, ya lo creo. Y no quise pensar en desplazados, migrantes etc.
EliminarUn abrazo
Boa tarde Alba. Infelizmente passamos por isso de uma forma terrível e muito desigual aqui no Brasil.
ResponderEliminarAllí y en todas partes, porque USA tiene unas cotas de pobreza enormes.
EliminarSon los tiempos. Un abrazo
Escribir es acercarse en el padecimiento del desvalido. Gracias por ello.
ResponderEliminarNo puede ser siempre, me ahogaría, pero pero mucho que disfruto con eso de jugar con las palabas, hay cosas que no puedo callar. Luego las publico, o no.
EliminarUn abrazo, y gracias
Cruda poesía, Albada. Es doloroso ver la realidad que nos acecha y quien tiene que mover ficha... no hace nada. Cuántos niños y niñas crearán una esperanza para calentar el fuego de la Navidad??? Precioso.
ResponderEliminarMil besitos para ti y feliz tarde ♥
Uf, son legión. Por mucha campaña de donar comida y juguetes...me los imagino en sus casas, tal vez sin estufas o sin luz, y me deprimo.
EliminarUn abrazo
Por desgracia una verdad tremenda. Qué panorama tan triste muy bien reflejado con tus palabras. Tu manera de escribir lo dulcifica.
ResponderEliminarFeliz tarde.
Gracias. Ese niño, que imaginé, seguro que existe, y muchos como él. Por Covid, por optimizar empresas, por buscar un oportunidad lejos de casa...
EliminarUn abrazo, y bonito domingo te deseo
Me parece que este año los Reyes tendrán que poner otra excusa, porque la del bicho ya no cuela.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues que pongan en marcha las meninges esos Reyes. Es muy triste, Macondo, pero es la relaidad
EliminarUn abrazo
Vivimos en la cuerda floja, para algunos la cuerda es un fino hilo, y las ilusiones se ríen de nosotros mientras desaparecen de nuestra vida.
ResponderEliminarBuen relato/poema.
Un abrazo de D. Nadie.
Es un hilo de seda, que puede romperse. Y fácilmente. Aquí la sanidad sí está cubierta para todos, pero no en todos los países es igual, y sólo faltaría el poco pan y no tener salud.
EliminarUn abrazo
Es algo desolador.
ResponderEliminarComo poder sentirse con ganas de fiestas con estas realidades acuciantes?
Tremendo tu poema Albada querida, siempre tu mirada tan certera y sensible.
Gracias!
Es desalentador. No son, muchos de esos de las colas, gente fuera del sistema, es que los hay con trabajo y todo, que ya clama al cielo. A mí me subleva.
EliminarPero la Navidad que, amén de negocio, es bonita. Un abrazo, y gracias
Una cruda y triste realidad que por desgracia de muchas familias es el pan de cada día!
ResponderEliminarUn abrazo
Las colas del hambre son cada vez más largas, asi que no sé si esto está por acabar pronto. Ojalá.
EliminarUn abrazo
antes había 'nuevos ricos', ahora hay 'nuevos pobres'. la economía aún no ha encontrado una solución eficaz para crear riqueza y repartirla...
ResponderEliminarabrazos!
Hay demasiados nuevos pobres que eran clase media, si te fijas. No sé la solución. Pero seguro que la hay. Sihasta hemso llegado a Marte, ¿cómo no va a haber solución para repartir la riqueza, el agua o el pan?
EliminarUn abrazo
Tan triste y tan cierto.
ResponderEliminarPues es real, la foto es de Madrid, por ejemplo.
EliminarUn abrazo
Que triste amiga, leerte me encoge el alma, saludos
ResponderEliminarA veces hay que entrar en el agua, y mojarse.
EliminarUn abrazo, Sandra
Es muy triste tener que pedir, nunca Cáritas ha tenido tanto trabajo. Un abrazo
ResponderEliminarEstán desbordados. Es una pena.
EliminarUn abrazo, y gracias
Todo va bien dicen los que mandan y solo hay que mirar la calle para ver cómo nos mienten.
ResponderEliminarBesos.
Va muy bien para algunos, Toro, no te quepa duda.
EliminarUn beso
Las colas del hambre nos recuerdan que con un solo niño que pase hambre no merecemos llamarnos un país civilizado.
ResponderEliminarUn placer leerte
Beso
Lo defines perfectamente, es un fracaso. Pero así estamos.
EliminarUn abrazo
Muy triste ver estas cosas todavía.
ResponderEliminarY lo que durarán, lamentablemente.
EliminarUn abrazo
Aunque no es nuevo, se agudiza, nada más.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz noche
Muy triste, unas navidades extrañas para muchos...
ResponderEliminarBesos.
El año pasado ya fue esperpéntico. Este se presenta con más pobres oficiales que nunca.
EliminarUn abrazo, Laura