En mi familia hemos reportado quiénes van al trabajo y quienes no.
Sí que van: El vigilante jurado, el de logística, el de
Correos, pero ahora a días alternos, el de la inmobiliaria trabaja
telemáticamente aunque si ha de enseñar una vivienda, acude.
No van: La bibliotecaria, quien trabaja desde su casa telemáticamente , el jardinero municipal no va pero está de retén, el profe universitario, quien telemáticamente sigue trabajando y su mujer, de la asociación de autistas, quien trabaja también desde casa. Tampoco va la del comedor escolar, o la química de una farmaceútica, quien trabaja telemáticamente de manera intensa. Ni va la maestra, quien aprovecha para hacer informes y evaluaciones, lo que normalmente hace
fuera del su horario, ni la amiga del restaurante. Según parece harán un ERTE y está tranquila. Tampoco va la de Tesorería o irá una semana sí otra no, ni la trabajadora social de un instituto, ni su marido, el informático, quienes hacen el trabajo telemáticamente.
Hablando
con quienes trabajan desde casa uno llega a la conclusión de que hay bastantes tareas que pueden
hacerse sin presencia física. Los deberes los están haciendo los escolares también de esta forma. Lo cual me hace pensar si es necesaria tanta
contaminación y la logística que implica si hay niños pequeños. ¿Realmente es preciso acudir a diario a puestos de trabajo que se pueden hacer vía telemática?. ¿Podrían acudir sólo par de veces por semana? ¿ El cole tan presencial es necesario?
La abogada me confirmó que naranjas de la China, que mi tema de daños y perjuicios quedó fuera de plazo en Julio de 2017. Llego tarde por completo, así que a romper papeles, informes médicos, copia de historia clínica, resoluciones de Seguridad Social etc. La fecha clave era la de la concesión de una invalidez parcial para mi profesión, que la MUTUA cuestionaba luego si estaba originada por el accidente o por enfermedad, y que han perdido hace un mes. Todo esto me hace pensar en lo inoperativa que es la justicia, cosa que ya sabía, además. Unos cuatro años se necesitan para que reconozcan lo que sea, una invalidez absoluta en vez de total, por ejemplo, y cada día se conceden menos, al extremo que no conceden ninguna invalidez porque el sistema está quebrado, bueno si llevas una pierna al hombro colgando igual sí.
Miré Venecia, con su agua transparente en los canales, sus peces y sus cisnes, imagen que jamás había contemplado en vídeo alguno, y llego a la conclusión de que hasta Venecia puede recuperarse con pocas semanas sin huella turística. Lamento el trastorno, la debacle que significa esta pandemia para el turismo, es una tragedia para la legión de personas que viven de él , lo sé, pero también, sin turismo, se da un respiro al planeta. Mirando los cielos de China, o estas de zonas turísticas, queda claro que la disminución de la emisión de gases invernadero y del turismo, es bueno para la Tierra.
Parece que no podemos ser Corea del Sur,
con mortalidad que no llega al 1%, ni China con medidas draconianas, pero Europa, que como tal no es más que un conjunto de países que permite mercancías
y personas con libre circulación, se tendrá que poner las pilas.
Curioso, de una residencia
de 170 ancianos, estaban contagiados 79, y murieron 47. Fijaos en los porcentajes,
según esta muestra de la población, por supuesto segada, nos da un 25% de mortalidad,
así que con los ancianos, poquita broma. En este país la mortalidad ha de ser muuuy alta, porque no se hacen pruebas diagnósticas ahora, salvo a políticos y casos graves. Al no hacerse a gente asintomática pero que contagia, se dispara la mortalidad, porque no se han contabilizado como infectados. No es tan letal este virus, caramba. Nos tendrán que hacer llegar reactivos, pero ya. Se ha de realizar la prueba, sí o sí. Entre otras cosas porque si a mí, asintomática, me dicen que tengo el virus sería mucho más extricta.
A disfrutar del día, que me enrollé y no era la intención :-)