Escultura de la galería solsanches.es |
En la década prodigiosa de los sesenta, el siglo de las luces se acomodó sobre la ciudad y los perros.
La muerte de Artemio Cruz jugaba con tres tristes tigres, y la fantasía sorteaba los cuadrados pintados de una rayuela, durante los cien años de soledad, que devendría en crisol de una tendencia.
si señora. está hablando de mi. de cosas que lei. conversaciones en catedrales, historias de cronopios y de famas, cambio de pieles, y claro es como un collar publico que a todos nos va umbilicando estemos donde estemos en el mundo. Es raro. Es lindo
ResponderEliminarLa explosión de la escritura hispaoamericana nos abrió a un castellano enriquecido, con la magia de unos paisajes entre míticos y mágicos y dioses de carne u hueso.
EliminarGracias por tu lectura, Un saludo
Un rio de palabras leidas conformando unos relatos maravillosos, que nos han acompañado en esto que se llama vivir.
ResponderEliminarUn saludo.
Ríos de nuevas hechuras, donde la fantasía y la realidad se entrelazan, se confunden, se dan la mano y nos recuerdan que todo es verdad y mito, que nada es mentira absoluta, que la literatura abre caminos a las sensaciones y los sueños por degustar.
EliminarUn abrazo
Como el primer beso en la última fila de un cine de barrio, quedaron esas lecturas: Mi primer Borges, mi primer Cortázar, mi primer...todos me enseñaron a besar con los ojos.
ResponderEliminarUn abrazo
Esos libros que nos dieron la mano para no dejarla. Besar con los ojos, expresión preciosa. Gracias.
EliminarUn abrazo.