|
Imagen que usa Modesto Trigo ante la censura de la que es objeto |
En el Ateneu de Barcelona, las
musas revoletean, como siempre he dicho. Hoy, sin ellas pero con el mejor amigo que
uno pueda tener, comentaba cómo la censura se impone en mil aspectos. En
concreto en la red social Facebook, cuando censura, ignoro si por quejas de
lectores, que dudo, o por iniciativa propia.
Veo fotos realmente sugerentes
donde, sin desnudo, se muestran actitudes o posturas más que provocativas, y
parece que el hecho de que la figura lleve sujetador o braguita, no molesta a
la moral del lector, visionador, o censor propiamente dicho. Y me parece bien.
Creo que somos adultos y escogemos qué queremos ver. Pero llevado a la
mojigatería, media Capilla Sixtina tendría que estar censurada. Pero es arte
con mayúscula. Es incuestionable, y tal vez por ellos los guardianes de la
moral y las buenas costumbres no llegan a pedir que desaparezcan sus frescos, o alguna escultura o pintura.
Hace poco he vivido otro episodio de los muchos que ha tenido, sobre la memez de la censura, por un pintor amigo, cuya obra, casi toda ella, son paisajes.
Muchos lienzos suyos creo que son excusas para pintar cielos.
Cielos de mil texturas de Madrid. Cielos sobre Santiago, sobre Toledo... Cielos
con nubes, cielos con reflejos rojizos. De Madrid al cielo, se diría. Hay otras obras con artefactos de
construcción, destrucción mejor dicho, cuyo significado ya nos contará él si
así lo desea. Y tiene, además, desnudos. Pero no crean que desnudos
provocativos, sino de placidez, de espera, de reflexión…y esos son censurados
sistemáticamente.
He usado bastantes lienzos suyos,
casi una docena, y cuatro de ellos eran desnudos, para expresar el relato que
me inspiraba su contemplación. No puedo saber qué de hiriente resultan para la
moral, lienzos o textos, pero han sido censurados.
Sea este post un alegato a la
coherencia y a la libertad de expresión. La ley Mordaza ya es efectiva, aunque
Europa la tenga catalogada de excesivamente represora. Pero es real y nos afecta o puede afectar a todos. Pues esto es un disparate. No censuran los
toros, con esas estocadas y puya final donde la sangre derrite las retinas. No
censuran las imágenes de guerra, que aniquilan el sentido común de los seres
humanos. Pero ay caramba…no se vean dos pezones cuasi adolescente, o un pubis
en una mujer en la barandilla que dormita en ella, ante un Madrid lleno de cielos. No vaya
a ser que hiera sensibilidades.
Que no cuela. Que es imposible la
excusa de la moral, o hay una doble moral que desbarata todo principio ético. Y esto es lo que hemos comentado,
entre miles de temas, un amigo y yo. Curiosamente, todo sea dicho, las entradas
a mi blog para visionar, imagino, cuadros y textos sufrieron esos días un
crecimiento exponencial.
Pero sólo en los post de mi amigo pintor. Gracias
Modesto, pero a este precio, prefiero que no me lean y tú tengas libertad para
pintar lo que te de la gana. Talento te sobra, mojigaterías ...ya muchos no aceptamos ni una dosis homeopática más.