Se amotinan los abrazos,
los besos incendiarios,
los colores de las flores,
las marejadas de olas
y las brisas de los lirios,
para que las rosas azules
con vocación de amapolas,
iluminen la noche y las auroras.
Ya es primavera.
Porque veo a las mariposas.
Porque las flores se abren,
las abejas liban polen,
la sangre anda al galope,
y los besos se roban.
Porque las golondrinas
traen olor a espliego.
Y regresan a sus nidos
de saliva en los aleros.
Me dejo llevar por la eclosión
de la luz por los rincones.
Y dejaré que la mañana
me agarre por la cintura,
decorada de sueños
vividos entre verde y luna.
Ando escuchando
el aire socarrón
de los pájaros aullando a vida,
entre abejas juguetonas.
Voy escuchando las risas de mar,
por un campo de minas
de esa pradera donde duermen las rosas,
con sus espinas.
Ya es primavera,
y las nubes juegan
con los sentidos,
dando a sus formas,
los contenidos.