Me rondará más pronto que tarde
la parca, con su guadaña y calavera,
con las cuencas negruras del tiempo.
Mientras la muerte me alcanza
quiero muertes de mentira, espasmos centrípetos.
Quiero morir mil veces en mi tálamo
Entre tus brazos, sondeando horizontes,
con mi cuerpo pulsátil y anhelante,
todo mi yo busca tu ser, erguido, enloquecido.
Quiero morir mil veces, pequeñas muertes vivas,
sentir que me muero, sin dudarlo
saber que más tren que vaya al cielo no veré.
Quiero morir entre jadeos y sudores,
sentir que con la muerte me renazco,
saber que en la esquina de tu sueño
serás mío por siempre. Sin remedio.