El café donde Cortázar
engendrara a su Rayuela.
Para un tango, el Caminito.
que pesa en la billetera.
Billetes amontonados
como si algo valieran.
Para parrilla un asado,
y larga vida al choripán.
Por los mates que no matan
y los alfajores, mi afán.
Para el bandoneón, La Boca.
Palermo para pasear
entre grafitis que emboban.
Por las cataratas bravas,
que auguren el despertar
del pueblo que no se achanta
en un país sin igual.
Mi piel se queda temblando
cuando me subo al avión.
Adiós a una gran ciudad.
Maripau González. Buenos Aires 24 noviembre 2022