Imagino que es foto de Internet |
P. Me dijeron que no tenía hambre jamás. Que se alimentaba de yogurt con miel, besos con frutas y algunas flores de lluvia, pero preparé pan con tomate y jamón, un tempranillo y libritos de jamón de york y queso, por si mi visita le motivaba a comer con más ganas y menos fantasía.
A. Para las noches locas, y sin que nadie le viera, se daba un atracón de ostras. Con ellas le llegaba la inspiración, que le hacía volar por encima de los tejados, hasta llegar a punto para ser recibido
P. Donde luego se presentaba diciendo que era frugal en sus comidas, ligero y etéreo como una pompa de jabón, con más espíritu que presencia, y más literatura que física
A. Con sus palabras, desafiaba a las más elementales leyes de la física, que le hubieran impedido a su presencia, el ímpetu necesario para acometer las gestas, que el tempranillo frenaba.
P. Los Tardillos eran ya otra cosa, porque, con los postres, siempre pedía un carajillo de Baylis y unos aromas de lujuria ,en dosis homeopáticas, que añadía a su mirada de tenor venido a menos.
A. Las arias no eran su fuerte, es verdad,, pero su voz cazallosa, rasposa, áspera y sincera, cautivaba en dosis suficientes, como para poder aspirar a encuentros lujuriosos, al menos en su casta imaginación.
P. Con los destilados en cambio las musas revoloteaban en pos de altos designios de locura poetizada, más casta que las que ahora podemos nombrar, porque si bien era pendenciero y mujeriego en estado de normalidad, se le nublaba la carne cuando destilaba sus poemas, de desamor y sal
A. En estado etéreo, veía duelos apasionados en los que, su muy alta auto estima viril, le permitía recrear proezas propias de auténticos contorsionistas, en las que su partenaire se rendía a sus encantos, totalmente fuera de si y de no.
P. Fuera de si, de no, de este y de oeste, y hasta fuera de aquel eje en el horizonte que se llamaba Estambul. Porque con presas, o sin presas, hechas de cantos de sirenas, se llenaba la boca de agua, de burbujas y de fresas, que al final de los finales, era un bluf que sonaba a aire.
A. Lleno de burbujas, robadas al champagne, que el emir se negaba a tomar en palacio, pero que no le importaba tomar en los jardines contemplando, el Topkapi, y soñando con vestales que le servían con sus bocas, fresas que hacían juego con sus labios.
P. De caramelo y miel. Ese Donjuan premiado por galope en todas direcciones, dejaba rastro de galones por las paredes de las salas, donde damas, con almohadas, devenían, en su mente, en odaliscas durmientes para su único gozo. Pero eran trampantojos de sus febriles delirios.
A. Cual Quijote enloquecido, luchando contra las botas maliciosas, a las que hacía sangrar, hasta quedar ahíto de efluvios espirituosos, que aún hacían más mella, en su enfebrecida cabeza, dejándola en un estado deplorable, que las buenas enfermeras no podían restaurar.
P. Porque de sanchos está toda España llena, con barrigas atiborradas, como charcas enlodadas de negruras sin hartazgo, como nuestro Cervantes dejara tan bien descrito, que ya los pobres son ricos, en aflicciones; y los ricos pobres son, de mil amores
A. Con la panza desbordada, el cinturón sin agujeros, las costuras del terno reventadas, y la musa de sus suspiros ausente, sólo un sopor le permite admitir la levedad del espíritu, dejado en un lodazal todas las palabras que los ricos no necesitan.
P. Porque la gente sencilla y enamorada, gusta de palabras que sean verdad, pocas y escogidas, como los alimentos suaves para las buenas digestiones. Que son la mejores. Bona nit Alfred. Sueños bellos y mi canica de buen soñar
A. Con esta esfera, los sueños serán redondos y placidos, las palabras se juntarán formando una danza rítmica, que poco a poco nos llevaran a un mundo flotante, nuboso, etéreo. Buenas noches Paula, gracias por esta armonía de frases locas. Un beso.