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Siguiendo la propuesta de Mag, La trastienda del pecado, mi participación es la que sigue.
Cuando Norma Jeane abrió los
ojos, con ese cansancio infinito, y ese túnel con la luz al final, ¡Chas!, yo estaba
allí. Cada mañana llegaba a los ocho para hacer por ella esas cosas que se le
resistían, esas cositas domésticas que veía como montañas inabordables desde su
mente inquieta, pero poco dada a la realidad y tan predispuesta a echar el vuelo.
Ese día tuve un presentimiento, y acudí a las siete. Tal vez mi presencia cambió
su vida y la del cine de la época. Corría el año 1962 y, sin mí, la musa de
Hollywood habría pasado a la historia, con la madurez espléndida de sus años
dorados y ese cuerpo que luego, como todos sabemos, fue perdiendo tersura y
curvas inquietantes.
Aquella mañana, muerta de miedo
la puse boca abajo. Con su cabeza colgando de la cama, le metí dos dedos en la boca. Vomitó un líquido
amarillento y con un olor ácido muy desagradable. Luego le fui dando pequeñas cachetadas,
mientras la llamaba a gritos.
Llamé a una ambulancia y a su
tercer exesposo, Arthur Miller. Éste me pidió que no avisara a nadie más. El
equipo médico que vino haciendo sonar la sirena, le hizo tomar, por la fuerza,
carbón activado, y la colocaron una vía, con un suero que describieron como “fisiológico”.
Al llegar Arthur me eché a llorar. Mi musa real y personal, casi consigue su
objetivo.
Le dolía la vida, le arañaba el
corazón la ausencia de amor infantil, y tanta lucha por salir de su círculo de
miseria era una lucha perdida de antemano. Porque era titánica. El resto es historia.
Desapareció de la vida pública. Con los avances en la medicina conseguí un
cambio de sexo y pudimos escondernos en una granja de Minnesota. Sin
pretensiones de fama, y menos de pasar a los anales del séptimo arte, hemos sido
felices. Como es sabido, al final nos encontraron.
A mí no supieron ponerme nombre, y esa foto de Marilyn entrada en carnes, y con
setenta años, se hizo viral, lo que la sumió en una nueva depresión.
Marilyn y sus amantes que no la amaban bastante o no como ella quería. Tú , ahí pegada a ella, lo conseguiste. Le salvaste la vida el dia del intento de suicidio y todos los siguientes.
ResponderEliminarSe respira ese aire cincuentero americano del desfase y luego él de las casa aisladas de la América central.Muy buena elección de tema y muy bien encajado.me ha encantado. Besosss
Realmente no era feliz, pero sí pudo serlo. En apariecia no le faltó de nada, así que imaginé que su mucana la salvase. ¿Habría sido mejor para ella?. No podemso saberlo
EliminarUn abarzo, amigo
Vida difícil de "vivir", según sus diferentes biografías. La verdad estuvo en ella y con ella se fue.
ResponderEliminarBuen relato, felicidades.
Un abrazo.
La verdad es que tal vez no calculó bien, se esquivocó y acabó muriendo, tontamente y tan solita...¿verdad?. Pero tal vez esa muerta fresca y guapa guardó mejor el secreto de la belleza.
EliminarUn abrazo
Qué bien que lo has armado, Albada! Narrandolo desde un presente a punto de acabar desde la perspectiva de un amor capaz de la total entrega que ha logrado cambiar el rumbo de la historia de uno de los mayores iconos del cine. Me gustó mucho tu historia. Un abrazo
ResponderEliminar¿Por qué no?. No tenía que morir, y esa mujer que la cuidaba la amaba de verdad. Fue un accidente, seguro, por eso le he dado voz a quien la conocia mejor que nadie, y quien la amó.
EliminarMe alegro que te gustara. Un abrazo grande
Buen relato en donde nos has contado la historia de Marilyn Monroe,y al mismo tiempo has evitado, al menos en el cuento, su muerte, para tener un final inesperado en esa granja,con ese cambio de sexo y con un poco de cariño.
ResponderEliminarAbrazos.
Un mucho de amor. Pude imagianr la mucana enamorada, y que pudo evitar la mueret dell afdiva. Pero igual pasó lo que estaba de ser. No hay segundas oportunidades para las deidades :-)
EliminarUn abrazo, y muchas gracais
Muriendo se convirtió en un mito y nadie quiere cargarse a un mito. ¿No?
ResponderEliminarUn beso.
Se ganó un mito, perdiendo a una mujer, pero la vida es así :-)
EliminarUn beso, Alfred
Suscribo palara a palabra al conentario de Mónica. Iba a decirte exactamente lo mismo. Besotes
ResponderEliminarPues es un halago, Myriam. Era imaginar que no llegó a morir porque alguien la salvó in extremis, y ahí encajó esa mujer enamorada de la diva, tan cercana como invisible.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias.
Así que mucama de Marilyn?
ResponderEliminarBueno, no es poca cosa.
Ojalá hubieras evitado su adiós.
Besos.
No, era un trabajo muy interesante, seguro.
EliminarUn beso
Un ser muy triste, que amo mucho pero nunca nadie estuvo a la altura de su amor. Era como una mariposa dejándose llevar por el viento hasta chocar contra la pared. Quién sabe lo que puedo haber sido y no fue pero tu historia nos ha dejado ese sabor que rompe la incertidumbre y ese personaje cuyo amor sí estaba a la altura de Norma, tanto como para buscar dentro de ella y abrirse en canal.
ResponderEliminarPerfecto tu relato, Albada, y yo, infinitamente agradecida por tu participación.
Un beso enorme.
Esa imagen de mariposa chocando, no sé si contra una pared o un vidrio, es muy buena. Me alegro que te gustara mi aportación.
EliminarUn abrazo, y feliz domingo
Según tu historia se pudo evitar ese primer desenlace fatal, pero a la postre no se pudo evitar el destino de Marilyn. Tal vez sea así realmente, no podemos cambiar el curso final de las cosas hagamos lo que hagamos.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Hay destinos que no se pueden cambiar. Por mucho que uno se empeñe, ni siquiera con mucamas apasionadas.
EliminarUn abrazo, Dulce
Un deleite leerte en este atípico texto,donde llevas con arte una especie de biografía de Marilyn, haciéndola brillar.
ResponderEliminarUn beso grande.
Tenía que morir joven y bella, endemoniadamente bella. Pero si no hubiera sido así, tal vez sería como Greta Garbo, envejeciendo al sol.
EliminarUn abrazo, Luna
Albada una idea muy interesante la que nos compartes. El coste de la fama. Pierden su propia identidad. Menos mal que ella tenía una mucama...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, un beso y feliz fin de semana.
El precio de la fama puede ser devastador, como Maradona, por ejemplo.
EliminarUn abrazo, y muchas gracias
Marilyn desde la reescritura de su vida, en una versión más plástica con la existencia. Alguien que leyera tu relato, conociendo a medias la vida de la bella diva de Hollywood, asumiría que no es un cuento, sino la biografía en una píldora de esta mujer, que no ha muerto, porque los mitos son así, se quedan en la vida, aún después de muertos. Mi aplauso, Albada Dos.
ResponderEliminarCarlos
Así es, esos mitos superan la realidad, como Elvis Presley. No mueren nunca.
EliminarMucash gracias, Carlos. Por un bonito domingo
Formidable y tremendamente ingenioso
ResponderEliminarPaz
Isaac
Gracias, Isaac.
EliminarUn abrazo
La inolvidable. Una vida polémica.
ResponderEliminarLa irrepetible, además. Pero, en parte, porque se fue siendo un bellezón.
EliminarUn abrazo
Cierto, sì.
EliminarAl menos fue feliz en esta historia... Maravilloso texto amiga, saludos y abrazo-
ResponderEliminarMe dio pena siempre, esa mujer herida, esa mujer en busca del amor. Quise que fuera feliz.
EliminarUn abrazo, y gracias, Sandra
¡Hola, Albada!
ResponderEliminarUn relato hermoso de mano de tu talentosa pluma. Siempre me ha gustado el cine antiguo y he podido ver películas de Marylin Monroe. Su final y su vida, fueron muy tristes. A veces no sirve mucho ser "bella físicamente", pues esta se acaba pronto. Muchos, solo ven lo de fuera, pero no el interior de una persona. Muchos sonríen, peo nadie sabe la cruz que llevan dentro. Un tema para debatir como la "depresión", que estoy segura después de su muerte, fue la decisión de ella de ya no estar más en un mundo del cine, donde a mi opinión personal; solo priman los intereses personales.
El giro de tu relato fue maravilloso. Marylin una estrella de Hollywood, que brillará por siempre.
Gracias por compartir.
Un fuerte abrazo.
Hay ídolos de barro, que se rompren en ese mundo de fama y aplausos, de endiosar a un ser humano.
EliminarUn abrazo enorme
Que bien hubiera estado, que en vez de morir, estuviera escondida con sus recuerdos buscando paz.
ResponderEliminarMuy buen homenaje a su memoria.
Un beso.
Me alegra que te gustase, porque quise que fuera feliz. Por una vez, y en buena compañía, que no la juzgase.
EliminarUn abrazo, y por un domingo estupendo
seguro que muchos nos hemos preguntado cómo habría envejecido marilyn si no se hubiera ido siendo tan joven...
ResponderEliminarla soledad puede hacer estragos en personas que tienen dinero y fama, no digamos en personas corrientes que no tienen nada de eso.
abrazos!
Yo siemper pensé que alguien pudo ayudarla a morir. Sin embargo, su destino era ser eterna, y en esa fotos de su magnífica belleza, lo es.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo, Chema
Dañar al mito para salvar a la mujer. Crestiva idea.
ResponderEliminarTal vez le hubiera pasado como a Heddy Lamarr actriz e inventora, que siendo menos conocida tuvo una larga vida. Un abrazo.
Cierto, tal vez habría ido cayendo en el olvido si hubiera envejecido, quién sabe.
EliminarUn abrazo, Demi
Creo que la narradora ha roto todo lo conspiranoico que hay aún en torno a Norma. ¿O en torno a Marilyn? Me gusta este tipo de audacias imaginativas.
ResponderEliminarGracias. De hecho es un homenaje a una mujer incomprendida. Hasta la frase de que se ponía para dormir el Chanel número cinco, es de una brillantez enorme.
EliminarUn abrazo
Me ha gustado este "Y si...". Perfectamente desarrollada la idea y magníficamente escrito. Muy bien, Albada.
ResponderEliminarBesazos
Podrái haver pasado, por qué no, pero ese mito tenía que ire así, en su espléndida madurez de fruto prohibido.
EliminarUn abrazo, y gracias
Es V, ay estas teclas tan pequeñas.
EliminarUna historia preciosa, me ha encantado
ResponderEliminarbsss
Muchas gracias. Un abrazo
EliminarDicen que dijo: "No me importa vivir en un mundo de hombres, siempre que pueda ser una mujer en el". Lo logró, por eso se le recuerda. Tu historia es esa forma.
ResponderEliminarSaludos dejo.
Cierto. Una mujer de bandera, bellísima, y nada tonta.
EliminarUn abrazo, y por un bonito viernes
Que pena la famosa Marilyn,
ResponderEliminary su gran historia, la fama
tiene un precio y a veces es
muy alto que al final no fue feliz,
bravo Alvada te quedo de maravilla.
Besitos dulces
Siby
Es verdad ue la fama tien un precio, a veces el que implica romperse en mil pedazos
EliminarUn abrazo grande
estuve a punto de escribir sobre ella.... pero la visión de asesinato, cerro mis ojos... buen relato
ResponderEliminarLa tentación era cambiar lo que pasó, y es por ello que la quise viva, recuperada, sanada.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo
Boa tarde Alba. Parabéns pelo seu trabalho e história maravilhosa.
ResponderEliminarGracias a ti. Un abrazo, Luiz
EliminarMuy interesante tu selección y tu forma de desarrollarlo. Parecía un ser demasiado frágil para conseguir compaginar sus encantos con el devastador mundillo en que le tocó vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una mujer con carencias enormes, así que su belleza no pudo protegerla para ser feliz.
EliminarGracias. Un abrazo grande
Hola Albada,
ResponderEliminarLos relatos que haces siempre llenan de sorpresa por esa capacidad inmensa que tienes de describir sobre el tema que sea. Sinceramente tienes mucha imaginación y eso amiga es un don. Gracias por compartir esta maravilla.
Abrazos y feliz día !!!
Gracias, muchas gracias. Me es muy fácil imaginar. Lo que es curioso es que tengo los pies anclados a la tierra :-)
EliminarUn abrazo grande, Joaquín
De verdad me gusta esta historia
ResponderEliminarPaz
Isaac
Muchas gracias, Isaac. Un abrazo
EliminarGracias. Lo que pasó, si fue ella sola o ayudada, no quita el hecho de que morir joven ayuda a ser leyenda.
ResponderEliminarUn abrazo
Genial relato que bien pudo haber sido. Nunca se sabe.
ResponderEliminarYa sabes que hay una teoría: que no se suicidó sino que la "suicidaron" porque sabía demasiado...
Todo puede ser. Todo pudo haber sido. También tu historia. Muy bien llevada.
Un beso enorme
Felicitaciones
Era un icono. Y éstos son peligrosos. Ojalá hubieran sabido amarla.
EliminarGracias. Un abrazo grande
Qué bueno!! Fantástico!
ResponderEliminarQué bien contado... Genial, absolutamente genial 🙌🙌❤❤
Muchas gracias. Eres un sol, no lo dudes.
EliminarUn abrazo