A veces permito que mis dedos
sigan la pluma del propio corazón,
quien a su vez se deja llevar
En algunas ocasiones.
A veces, en un vuelo sin escalas,
sin límite y sin pasaporte
ese patrón manda
cuando el corazón le deja,
y se basa en experiencias.
A veces desconecto,
en un deshojar de abalorios.
Y en una caída sin alas,
dejo que la rosa de los vientos
deje pétalos de escamas.
A veces, nos duele el silencio.
Y en esos ratos, la luna,
cautiva de las mareas,
tiñe de un halo blanco el reflejo
de un gato sobre un tejado.
A veces, ese ruido sincopado
se acopla a los latidos.
Y hace interferencias
como un aparato cualquiera.
Como intruso indeseado.
Y en esos minutos,
quedan sueltos los “yoes”
que se esconden enraizados
en el muro del corazón,
como enredaderas prisioneras.
A veces, algunas veces,
con ese ruido devastador,
recomponemos un cuadro
de algo que podemos reconocer
desde un espejo trucado.
Cuando nos dejamos llevar todos nuestros sentidos se alían y se conjuran para reconstruir. Es la alianza de los yoes, pero el resultado siempre es incierto y acaso poco duradero.
ResponderEliminarLa alianza entre mente y corazón nunca es estable. Buscar la armonía puede llevar toda la vida.
EliminarUn abrazo
A veces soltar amarras es interesante, a veces dejar las formalidades ayuda a encontrarnos. Un abrazo
ResponderEliminarLos equilibrios son siempre precarios a no ser que se haya hecho un trabajo de autoconocimiento intenso.
EliminarUn fuerte abrazo, Ester
Que mande siempre el corazón... es mejor y más divertido.
ResponderEliminarBesos.
El más loco seguro :-)
EliminarUn beso
Seguire gli istinti è salutare e rilassante ma dopo averne ben valutato le conseguenze.
ResponderEliminarUn carissimo saluto
Gracias, Giorgio. Un abrazo grande.
EliminarCerrar los ojos y seguir tus letras para penetrar en el alma...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hablar desde la tripas siempre sale sólo regualr :-)
EliminarUn abrazo enorme, Rafael.
Cuantas inseguridades nos rondan por la cabeza, y a veces es tan sencillo como dejarse llevar por lo que nuestro cuerpo y corazón desea en cada instante. Un poema donde como dices los "yoes" nos cuesta dejarlos descansar.
ResponderEliminarUn besazo, feliz día.
Somos poliédricos y con tendencia a dejarnos llevar por el corazón, y nunca sabré si eso nos da más gozo que problemas.
EliminarUn abrazo enorme, Campirela.
A veces... simplemente hay que dejarse llevar...
ResponderEliminarUn beso.
Es lo más lógico. Pero cuánto se equivoca el corazón, Alfred.
EliminarUn beso
Hay que dejarse llevar, y en esa marabunta de sensaciones disfrutar...mañana será otro dia.
ResponderEliminarUn saludo.
El hoy es para dejarse llevar por lo que ese día nos trae, eso lo tengo claro, pero el corazón, en general, engaña.
EliminarUn abrazo, y gracias
Cuando uno se deja llevar, el corazón se descontrola y el cuerpo agradece esa libertad reprimida que el cerebro ordena.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, en línesa gerales, pero el corazón yerra, mucho. Es sordo, y ciego. Hasta orate total, Juan.
EliminarUn fuerte abrazo querido amigo, y gracias.
A veces hay que soltarse, brincar y saltar aunque no seamos atletas de pértiga. Siempre vale la pena conocer cosas nuevas y sobre todo generadas por el corazón. No tiene límites, ni fronteras. Felicidades por este genuino poema Maripau.
ResponderEliminarun abrazo.
Hay que saber escuchar al corazón y pasarlo por el cedazo de la razón, lo que es casi una quimera.
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Joaquín.
Leyendo tus versos, o tal vez no. O, mejor, ambas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que todo depende, como decía Jarabe de palo. Claro que siempre hay una flaca que seguir como a un cometa :-)
EliminarUn abrazo fuerte, Macondo
En la constante de un a veces puede surgir la certeza de un siempre. Un profundo poema has escrito.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Certezas cada vez tengo menos, eso sí, de importancia, pero se me multiplican las dudas con una facilidad asombrosa.
EliminarUn abrazo, Dulce, y por un bello día
Uno de tus poemas más bellos, profundo,pleno, pletórico de imágenes que emocionan...
ResponderEliminarUn abrazo!
Sosmos así, de volubles, de búsqueda de certezas, y de enormes y bellos dilemas.
EliminarUn abrazo fuerte, Luna
Hola, Maripau. Dejar nuestra razón aparcada durante un rato y que nuestras entrañas se descarguen en el papel es no solo recomendable, sino terapéutico. La palabra escrita logra que muchos demonios intangibles pero presentes en nosotros sean exorcizados a través de la pluma. Un abrazo!
ResponderEliminarEs mucho m,ás que una terapia, pero me sirve. Hay una bloguera que decía "mientras escribo sé que existo"
EliminarMe parece acertado. Un abrazo fuerte, David.
Que vuelo poetico nos regalas en tu poesìa. Un abrazo.
ResponderEliminarmariarosa
Gracias, el corazón pesa, aunque no siempre tiene razón.
EliminarUn abrazo.
Boa tarde de sexta-feira. Bom final de semana. Obrigado pela visita e comentário. Poesia incrível, minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarGracias, Luiz. Un abrazo
EliminarCreo que el mundo iría mucho mejor si escuchásemos más a los corazones. Precioso poema, Albada.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
En teoría así es, pero hay corazonez sucios, parece.
EliminarUn abrazo, Rita, y gracias.
Hay que hacer caso al corazón, siempre tiene razón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tiene razones que la razón no entiende, seguramente.
EliminarUn abrazo, y gracias, Sara
Y es que somos una gota de agua en medio de un río que nos rodea
ResponderEliminarY nos lleva, una gotita diminuta, por cierto.
EliminarUn abrazo Rodolfo, y gracias.
Te dejaste ir en sinceros versos y hondas cavilaciones... y eso siempre conmueve, si es que se tiene claro, como es el caso, lo que se quiere desentrañar-comunicar.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Desde las entrañas, cosa que no suelo hacer, pero a veces es así, dejar que el lápiz tome mente y corazón y esciba puede ir bien.
EliminarUn abrazo, Carlos. Gracias.
Es un hermoso poema, conmovedor y me gusta escucharte recitarlo, bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Gracias Patricia. Un abrazo fuerte.
EliminarPor casualidad en tu casa y me encanta tu poema,dulce,real.Me alegra mucho descubrirte.Un abrazo grande!
ResponderEliminarPues si te gustó, quédate :-). Mil gracias.
EliminarUn abrazo
a veces, solo algunas veces, me pregunto qué la hace escribir como escribe. Te dejo un abrazo igual de grande querida amiga.
ResponderEliminarA veces ni quien escribe sabe ni por qué, ni para qué :-)
EliminarUn abrazo grande, amigo. Mil gracias.
Boa tarde de domingo. E um bom início de semana minha querida amiga Alba.
ResponderEliminarGracias, Luiz. Un abrazo y feliz semana
EliminarAlgunas veces andamos de corazón, y otras casi sin darnos cuenta no.
ResponderEliminarAsí somos.
Muy bello el poema Albada.
Feliz comienzo de semana.
Un beso
Gracias. El corazón pesa mucho, pero el equilibrio se debe buscar, porque la razón también sabe. Y mucho.
EliminarUn abrazo grande, Carmen. Por una bonita semana.
Muy hermoso... Para darle vueltas y pensar en ello. Yo no sé vivir sin buscar ese equilibrio entre la razón y el corazón. Si no lo hago... siento que todo se mueve bajo los pies. Siento que algo puede fallar y llevarme sin remedio. Necesito imperiosamente ese equilibrio.
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