Las hojas en un charco recién formado, me hablan de verdes que hacen su metamorfosis anual para poblar los bosques de infinitos ocres, y de la lluvia que empapa la tierra para ser otoño en mi mirada.
Me siento, para sentír la llegada de la estación de las castañas. La que guarda dentro de ella, la futura primavera en flor.
Así es la vida que proviene de la muerte y se convierte en flor.
ResponderEliminarMe encanta leerte. Un abrazote.
Gracias. No hay otoño que no engendra primavera por abrir.
EliminarUn abrazo
Qué bonita imagen con esas hojas verdes y ocres, y ese sentir tu emoción de la llegada de la estación de las castañas, pronto nos devolverá su olor tan rico, más que su sabor.
ResponderEliminarEchaba de menos tus entradas, un placer volver a leerte.
Besos enormes y feliz tarde.
Hay ratos en que uno se ha de parar, sentarse y dejar que la mente se deje llevar por la Naturaleza y el silencio.
EliminarGracias por leerme. Feliz finde dulce María
Por aquí haría falta lluvia.
ResponderEliminarUn abrazo.
España y su sequía. Este año llovió tan poco que no hay setas.
EliminarUna pena. Un abrazo
Un otoño cálido, que no tiene visos de permitirnos disfrutar de la oferta de los puestos de castañas, de setas ni hablemos, en fin esperaremos tranquilamente mientras contemplamos esa transformación de colores que también has captado.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, eso del veroño, "palabro" de pocos años para acá, nos deja sin frío en la noche de todos los santos, porque llevo como tres veces que no compro castañas asadas y no porque no me gusten, sino porque voy en manga corta o con blusa, y casi apetece más un helado. Será el calentamiento global, pero ya ni existe el entre-tiempo para los armarios.
EliminarUn beso
No sé como las hojas pueden creerse el otoño, siendo que el tiempo no se entera del calendario y va a su bola.
ResponderEliminarUn abrazo.
Llevamos locos a los frutales también. No saben si florecer o no. No obstante me gusta el cambio de color de las hojas, me sugiere transformación y avance.
EliminarUn abrazo
Cada otoño es el resultado de tres estaciones ahorrando para un otoño de oro, ese es el regalo de la naturaleza. Saltibrincos
ResponderEliminarEs un perfecto regalo para los sentidos. Y es cíclico, con lo que si un año nos pilla con los ojos poco abiertos a su riqueza cromática, ya el siguiente podemos disfrutarlo con mayor intensidad.
EliminarUn abrazo y feliz finde
Hablan de la nostalgia en el otoño, que algo de ello de ello hay, porque lso días, las horas de sol menguan y la psique anda un poco atemperandóse a ello, pero a mí me gusta la sensación de paz que irradia la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero que las castañas no sean metafóricas... prefiero las que se comen.
ResponderEliminarBesos.
Eran literales. Las otras no entran en mi mente desde hace mucho pero es cierto que la realidad me ha recordado otro tipo de castañas que ni tolerable ni entiendo ni quiero entender.
EliminarUn beso, Toro. Feliz domingo
Muy bonita tu prosa poética. Preciosa tambièn la foto. A mí me encanta el otoño. Cada estación tiene su encanto.
ResponderEliminarFelicidades...
Un beso enorme
Tiene muchos matices en color. A mi me gusta, la verdad.
EliminarMuchas gracias. Un abrazo