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Mira que le había dado guerra con la decisión de mudarse. Pablo no entendía demasiado las razones, pero parecía que Ana sí. De acuerdo que les subían el alquiler del piso más de lo que habían calculado, pero no estaba preparado para dejar Barcelona, y no se veía capaz de aceptar que la ciudad de toda su vida le echaba de su seno. Significaría perder la vida social fáil que llevaba, echar de menos la panadería y el quiosco de confianza y tener que madrugar por llegar a tiempo al trabajo. Esperando que ella llegara tarde de su salida con las amigas de cada jueves, él buscaba inspiración en el pozo
de sus propias decepciones y sus triste augurios. Pensando en ella, esperando sorber el amargo cáliz de la
derrota, sólo pudo notar la sensación de sus cálidos labios contra los suyos, y ese doloroso llanto en el que deseaba sumirme, acabó por escaparse al recordar su risa franca.
Es que ni hoy, que quiero ser infeliz, me vas a prestar un átomo de complicidad, se dijo. Más tarde el mensaje de Ana por wasap adjuntaba una foto de un piso más grande y soleado a tan sólo treinta kilómetros, y un corazón grande con besos. Entonces sí, se echó a llorar.
No es fácil la gente que tiene que dejar su ciudad, y empezar una nueva vida en otra, pero a veces las circunstancias obligan, aunque creo que en este caso, ella buscó más su interés.
ResponderEliminarBesos Albada.
La mujer puede tirar y mucho, sobre todo si besa bien y tiene gran sonrisa. Pablo quería tener un rato de tristeza, pero no pudo, así que seguro que les irá bien
EliminarBesos
Jalan más dos tetas...
ResponderEliminarEs que tenemos mucha fuerza, parece que somos medio débiles, pero al final tenemos mucha más fortaleza de lo que nos quieren asignar.
EliminarUn beso
No sé si el amor todo lo puede pero que consigue cosas, las consigue. Besotes!!!
ResponderEliminarCuando la opción es sólo una, la mujer suele ser muy práctica, y la adopta de mejor grado que muchos hombres. Porque sin duda Ana tampoco está contenta con alejarse de la ciudad, pero la vida impone
EliminarUn beso grande
Cuando las circunstancias obligan, nada mejor que paliar tan difíciles decisiones, bajo el abrazo del amor…
ResponderEliminarUn placer, querida amiga. Bonito mensaje en tus letras.
Bsoss enormes, y feliz tarde 😘
Tomar decisiones casi siempre es difícil, aquí parece que él siente que ella no es cómplice de vida, pero está enamorado, es por eso que al final sí que llora, porque sabe que ella ha ganado la batalla, y él dejará su amada ciudad
EliminarTodo esto me hace pensar en lo que poco que importe dónde vivas, ni la casa es bonita o fea, siempre que estés a gusto con tu pareja. Puedes pagarte una vuelta al mundo y si no vas en la compañía adecuada, sentir que vas de excursión a un vertedero. Un abrazo grande
Difícil decisión, pero quizás inevitable.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Seguramente acabaría siendo la unica opción, pero el hombre se resistía a tomar esa decisión, pero las tristeza no afloró hasta que se hizo patente que se rendía. Se rendía a esa mujer.
EliminarUn abrazo y tarde bonita
Yo prefiero la tristeza en Barcelona que lo otro, lo siento pero es que yo fuera de Barcelona no podría estar...
ResponderEliminarBesos.
Lo mismo decía Pablo, Toro. Luego, con el tiempo tal vez Pablo acepte lo inevitable, y llegue a valorar la liviandad del turismo y de la contaminación frente a al densidad de barcelona. El tiempo dirá dirá ;.)
EliminarUn beso, urbanita de Barcino, que por cierto, no tuvo puerto de mar hasta muy tarde.
Al final terminará convenciéndole de que lo ha hecho por su bien. Y algunos de nosotros todavía se siguen creyendo eso de que la mujer es el sexo débil. Si es que sois unas brujas. :)
ResponderEliminarSeguro. Si bien es verdad que Barcelona y Madrid viven una burbuja inmobiliaria de alquileres, si ella está pensando en mudarse, creo que no hay vuelta atrás. El sexo débil tiene constancia, lo que lo hace fuerte.
EliminarUn abrazo
Pienso que al revés hubiera sido igual, uno decide ir y se ilusiona, al que le toca seguirlo solo ve inconvenientes, en esta ocasión todo va a salir bien. Un abrazo
ResponderEliminarYo opino lo mismo. Todo cambio es un paso en el aire y uno de los dos conduce el coche, pero casis siempre da igual quien pone más fe en la bondad del cambio, porque si es para bien, ambos acaban felices de haber tomado la decisión.
EliminarUn abrazo y feliz jueves
Imaginate que el protagonista de tu entrada, además de ella, tiene a favor de la mudanza a sus hijas y a sus nietas.
ResponderEliminarPues, ya lo sabes, aquí me encuentro en Castellón, pero debo decir que feliz, porque ello significa que todos estamos juntos, risueños y felices.
Besos.
La realidad es la que es. Muchas veces las decisiones que nos costaron tomar, acaban siendo realmente buenas para nosotros
EliminarBesos
Pues que vamos a decir, si ya está todo dicho y sabido. :)
ResponderEliminarUn beso.
Está dicho, y se sabe, que la decisión de mujer o hijos condicionan las decisiones de casi todo hombre. A mí no me parece una rendición la verdad.
EliminarUn beso
Son condiciones impuestas por el armisticio.
EliminarUn beso.
Pues así son las cosas, no siempre llueve a gusto de todos.
ResponderEliminarCasi nunca llueve a gusto de todos así que adaptarse a lo que va viniendo es una buena manera de avanzar
EliminarUn abrazo
HOLA Patricia, pues bien, es cierto que la mujer tiene mucho peso en las decisiones, y bueno hay que adaptarse, los hijos pesan mucho también... pero al final de cuentas a Pablo no le fue tan mal no?
ResponderEliminarBesos al alma.
Hola Paula. No me llamo Patricia, si bien es un nombre muy bonito. Curiosamente utilizo el tuyo como nick en una red social de un diario español. Sí, la mujer suele llevar el peso de la logística. El pobre Pablo se quejaba de la falta de complicidad de ella, en broma, cuando quería llorar y sólo le venía a la mente ella alegre y feliz, así que está enamorado, lo que es más del cincuenta por cieno de un gran romance, como decía Serrat en su tema Bienaventurados, canción que te recomiendo si no la conoces. Imagino por tanto, que a mis personajes de ficción le irá sensacional. Casi nunca escribo sobre casos reales, pero este en particular lo generó un amigo muy preciado, Alfred.
EliminarBesos guapa, y feliz viernes